The Stylist

Another Prologue

    - Te lo agradezco mucho jovencito, pero… ¿de verdad estás bien? –

 

    - Por supuesto, no es nada –

 

    Por las calles nocturnas de Londres, un chico con un rostro demasiado hermoso como para ser confundido con una chica caminaba con un hombre mayor que parecía rozar los 60 años de edad,

 

    - Usted anciano, debería tener más cuidado por dónde anda, paseando de noche por un callejón como ese y vestido con un traje tan costoso, es obvio que tratarían de asaltarlo –

 

    El chico lucía de unos 12 o 13 años, sus ojos azules mostraban cierta “incertidumbre” por el hombre viejo en el lujoso smoking, sin embargo, a diferencia de ese hombre que tenía su ropa inmaculada e incluso su cabello blanco no tenía un solo pelo fuera de lugar, el chico tenía golpes y raspaduras en su hermoso rostro, su ropa estaba rota en algunas partes y su cabellera negra que le llegaba a los hombros era un caos, se podía deducir fácilmente que había estado en una pelea callejera muy violenta,

 

    - Tienes razón, debo tener más cuidado para no meterme en problemas, si no hubieras estado allí quien sabe qué hubiera pasado –

 

    De repente, el chico dejó de caminar,

 

    - No me tomes por tonto anciano, si no hubiera intervenido…-, el chico miró fijamente a los ojos del hombre, - habrías matado a esos tontos pandilleros, ¿verdad? –

 

    - Jajajaja – el anciano rió un poco y respondió a la mirada severa del chico con una mirada amigable, - no, pero definitivamente hubieran quedado en peor condición de la que tú los dejaste –

 

    - Está bien, siento que puedo creerte, pero tal como dije, debes tener cuidado, aún si alguien más empieza una pelea, pero tú eres quien incita a ello sabiendo que puedes ganar fácilmente, entonces no es necesario decir quién es la víctima –

 

    Ambos caminaron un rato más y llegaron a la entrada de un hotel,

 

    - Muy bien aquí está tu hotel anciano, puede que seas fuerte pero debes saber que no eres el único, así que no andes tratando de provocar problemas, toma, si sigues en la ciudad y necesitas algo puedes venir a verme, estoy empezando un negocio, si llegamos a un buen acuerdo conseguiré lo que quieras o haré lo que sea –

 

    El chico le entregó al anciano una pequeña tarjeta con una dirección anotada, y sin más, siguió su camino hasta perderse entre la muchedumbre que deambulaba bajo el manto de la noche londinense.



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En el texto hay: conspiraciones, asesinas, estilista

Editado: 24.04.2020

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