The Stylist

Cap.12 El misterio De La Niña -parte 5-

    Una de las grandes e innegables, y a veces incómodas e inoportunas verdades de la vida, es que al hambre no le importan las circunstancias.

    Esa mañana Regina solo tomó una taza de café, así que siendo un poco pasado el mediodía, su estómago le indicó que su cuerpo necesitaba energías.

    Para no perder tiempo ni esfuerzo, Regina decidió comprar hamburguesas de una famosa cadena, por supuesto compró para ella y para su pequeña acompañante, aunque no estaba segura si era correcto darle comida chatarra, o si bajo estas condiciones ella también tendría hambre.

    Regina tenía confianza en su apariencia de “chica promedio”, por eso no trató de ponerse gafas oscuras, usar peluca o algo por el estilo, sintió que se vería más sospechosa que si solo se dejaba tal cual, a la niña en cambio, sustituyó el vestido y sandalias blancos por un conjunto que se mezclara mejor, transformó su casi divina imagen de ángel a un look urbano de pequeña niña de la ciudad.

    Jeans negros, botines color miel y una blusa rosa pálido con calcomanías en forma de alas en la espalda, eso más una peluca rubia para ocultar la cabellera plateada, con esa combinación, incluso el visor en sus ojos dejó de parecer extraño, lucía como una parte del conjunto, tal vez una nueva moda acababa de nacer.

    Regina y la pequeña estaban sentadas en una de las mesas, seguía sin estar segura del todo pero no iba a ponerse a comer sola, así que le dio a la niña una hamburguesa (infantil), papas y una soda.

    Comenzaron a comer, afortunadamente la niña estaba disfrutando la comida, Regina lo notó por lo rápido que comía, posiblemente tenía tanta hambre como ella, ya que ambas no se detuvieron hasta que terminaron.

    La niña tomó el vaso de soda, le dio un sorbo usando la pajilla flexible mientras dirigía su mirada hacia Regina, entonces habló,

 

    - Y bien ¿cuál es el plan? –

 

    - No lo sé, espera… ¿puedes hablar? –

 

    - ¿…? –

 

    - Me refiero, ¿puedes hablar inglés?, ¿creí que solo hablabas italiano? –

 

    - Puedo hablar todos los idiomas, como sea, no puedo desperdiciar mucho tiempo, así que hablemos rápido, ¿qué planeas hacer conmigo? –

 

    Podría ser que sus sentidos estaban adormecidos debido a todos los acontecimientos sucedidos, pero Regina se sorprendió de que no se sorprendiera demasiado ante este cambio total de la personalidad tímida de la niña a una más audaz,

 

    - ¿Llevarte con tus padres o algo por el estilo? –

 

    - Por cómo te hiciste cargo de esa asesina y que hayas resistido “mi mirada” pensé que serías…, bueno no importa, me compraste una hamburguesa y papas fritas, así que no creo que seas mala persona, te ayudaré un poco –

 

    La voz de la niña sonaba muy laxa, en contraste, Regina sintió que estaba mirando a alguien desconocido, esa no era la pequeña que rescató de aquel edificio,

 

    - Tu expresión me dice que no sabes nada, así que asumiré que terminaste metida en este asunto por error de cálculos, lo mejor que puedes hacer es dejarme aquí, ellos me encontrarán y tú podrás olvidarte de todo esto –

 

    - Pero…, dijeron que te iban a… -

 

    Regina no pudo decir esas horribles palabras,

 

    - Exhibirme o venderme -, la pequeña las dijo como si fuera algo que no le concerniere, - está bien, ya sea una cosa o la otra pasará en algún momento –

 

    La pequeña siguió bebiendo su soda, Regina agachó un poco su mirada, solo por un momento, y cuando la levantó mostró cierta fuerza,

 

    - Pero eso no es correcto –

 

    - ¿Qué? –

 

    - Todo, es horrible que quieran venderte, y Moru me ha dicho que si se hace pública la información de que existe gente con habilidades el mundo caerá en el caos –

 

    - No eres tan ignorante después de todo, “mi control” está por terminar, así que esto es lo último que te diré, si puedes llevarme a Italia las cosas quizás pue… -

 

    A mitad de la frase, la niña se quedó en silencio, ladeó la cabeza como si tratara de recordar lo que estaba haciendo, sin embargo no se esforzó más que unos segundos, ya que pareció ignorar el hecho y de nuevo empezó a beber su soda.

    Regina tuvo la sensación de que la persona con la que estaba hablando se había ido definitivamente, ahora todo dependía de ella.



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En el texto hay: conspiraciones, asesinas, estilista

Editado: 24.04.2020

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