Kenzie
Vuelvo a leer el titular del periódico para asegurarme de que es cierto, aunque no veo motivo por el cual sea una mentira, simplemente parece salido de una historia o una serie de televisión; el primer titular apareció hace una semana, dos días después de mi fallida audición. El periódico decía obtener la exclusiva antes que nadie:
“La promesa del futuro y próximo graduado de The Vault, ha sido reportado como desaparecido por sus cercanos.”
Ni siquiera fue necesario poner su nombre, la mitad de la ciudad sabe quién es, yo sé quien es; he visto su trabajo y videos que publica la academia para promocionar los nuevos espectáculos.
Gaspar Burke es sin duda alguna, lo mejor que esa escuela ha tenido; varias compañías profesionales estaban compitiendo por él a medio año de su graduación, lo que indica que tiene un futuro increíble. Futuro que ahora parece empañado por muy malas noticias.
Un día después del primer titular vino el segundo, informando que su novia, quien desapareció junto con él, volvió directamente a la academia después de haber despertado en el bosque sola y perdida; luego de eso no se supo nada más sobre el caso, o sobre el paradero de Gaspar.
Hasta hoy por la mañana en un nuevo titular después de una semana del primero, la policía ha decidido tratar el caso como un posible secuestro y están tomando las medidas necesarias.
The Vault está en el ojo público como un animal muerto rodeado de carroñeros listos para dar el primer bocado, todos hablan de eso, incluso en la cafetería donde trabajo es el chisme diario; recibí muchas preguntas porque mis compañeros saben que he audicionado varias veces y que no hay otra cosa que quiera más en la vida que estudiar allí. No puedo darles las respuestas que quieren porque estoy tan desinformada como ellos, no sé qué pasa allá adentro, solo sé que nuevamente están en las portadas de los periódicos, pero no por las buenas presentaciones de la temporada.
Dejo el periódico de lado para seguir con mi trabajo, ha sido un día tranquilo y espero que siga así; he estado revisando posibles universidades y becas a las cuales puede postular el próximo año, también he revisado carreras no muy costosas y no demasiado demandantes, sé que tengo tiempo y mucha vida por delante, pero supongo que es mejor tener todo planeado.
—Kenzie… —mi jefa asoma la cabeza desde su oficina, parece preocupada y emocionada al mismo tiempo. —Tienes una llamada, dicen que es de suma importancia.
Lorie se queda cubriendo la caja registradora y salgo de detrás de la barra para ir a la oficina, alzo mis cejas en modo de pregunta, pero mi jefa solo se limita a encogerse de hombros como si eso le añadiera más dramatismo al asunto; y lo hace.
Me entrega el teléfono y sale de su propia oficina dejándome sola, comienzo a preocuparme de que sea algo malo, aunque no recuerdo haber hecho algo que sea digno o suficientemente horroroso para que llamen a la oficina de mi trabajo y no a mi número personal.
Llevo el teléfono a mi oreja pensando en los miles de caóticos escenarios en los que puedo estar metida.
—¿Hola?
—Kenzie Nicholas… —la voz me parece algo conocida, pero no puedo señalar con claridad de dónde. —Soy Aston Reness, director de la escuela de danza The Vault; me he tomado el atrevimiento de llamarla personalmente.
—¿Se trata de otro proceso de audiciones?
—Felicitaciones, señorita; usted ha sido aceptada con una beca completa para formar parte de nuestro cuerpo estudiantil.
—¿Qué…?
Despego el teléfono de mi oreja, al menos el objeto se ve real; ¿estoy soñando?
Ya sé, es una broma, ¿quién querría bromear con esto?
—La espero hoy a mediodía para poder hacer su ingreso oficial, asegúrese de traer sus pertenencias; será parte de nuestras residencias, mi secretaria estará esperando por usted en la entrada. Buen día.
Corta la llamada antes de que pueda decir otra cosa, dejo el teléfono en su lugar y miro los números todavía confundida; ¿qué acaba de suceder?
La puerta de la oficina se abre y mi jefa asoma la cabeza como si estuviese espiando en la oficina de alguien más, la sonrisa en su cara me indica que ya sabe quién estaba llamando cuando se encogió de hombros; abre un poco más la puerta dejándome ver a todo el resto de mis compañeros, tan atentos como ella.
—¿Qué dijeron?
Asimilo las palabras de la llamada y dejo que se procesen en mis neuronas, hasta que siento la bolita de felicidad crecer de a poco en mi estómago.
Lo hice.
¡Logré entrar!
—Ellos… acaban de darme una beca completa.
La pequeña habitación se llena de gritos de emoción y las felicitaciones comienzan a flotar por el aire mientras trato de asimilar toda la situación, siento varios abrazos, pero no puedo hacer nada más que quedarme allí quieta con solo una frase en mi cabeza.
Tengo una beca completa, lo logré.
Una sonrisa se extiende en mis labios y regreso los abrazos, Lorie aparece con una bandeja llena de vasitos desechables con el café espresso del día; una tradición que existe en la cafetería, como no hay alcohol en lugar de celebrar con un shot de tequila, se celebra con un shot de café.
Reparte los cafés entre todos y se para en una de las sillas acolchadas del escritorio, aclara su garganta con fingida clase y se prepara para su brindis.
—Agradezco que esa maldita escuela por fin haya dejado el miedo al talento desbordante de nuestra pequeña Kenzie, porque ya estaba lista para ir a pelear con todos allí y obligarlos a aceptarla… por nuestra Kenzie, que baile su camino hasta alcanzar sus sueños.
Le sonrío desde mi lugar y todos brindamos antes de beber nuestro café.
Lorie ha sido una de mis mejores amigas aquí dentro, mi única mejor amiga desde que entré a trabajar; ella sabe de todos mis intentos por entrar a cualquier escuela de baile, en ocasiones me acompañó a las audiciones, estuvo conmigo en algunas lesiones que me hice mientras practicaba yo sola. Siempre ha estado allí, y sabe lo importante que es el baile para mí.
Editado: 01.05.2021