Kenzie
Bajo las escaleras y le sonrío a Lorie antes de casi tirarme sobre ella, me recibe con un abrazo y me permito admirar su aroma característico, menta y café; extraño trabajar en la cafetería, debería buscar un empleo de medio tiempo, necesito tener mi propio dinero, lo que me cubre la beca de la academia es de uso exclusivo para cosas relacionadas a la escuela. Tengo mis ahorros, pero no es suficiente, le preguntaré a mi amiga si sabe de algo.
—Siento que no te he visto hace siglos.
—No exageres, han sido… ¿dos semanas?
—Dos semanas justamente mañana.
Los catorce días más locos de mi puta vida.
—Ya sabes lo que dicen, el tiempo vuela.
—Creí que estarías muy ocupada ahora que eres una estrella —ruedo los ojos por su elección de palabras, enrollo mi brazo alrededor del suyo para comenzar a caminar por la vereda.
—No soy una estrella, todavía creo que estoy en una especie de tiempo de prueba, cualquier mínimo error me va a mandar de vuelta a la banca; ya sabes como soy yo.
—Por supuesto que sé, eres mi hermana de otra sangre.
Llamé esta mañana a Lorie por dos principales razones, la primera es porque necesitaba salir de ese maldito edificio; al parecer la teoría de Marek le llegó al resto del grupo, no dijo nada sobre las fotos o la caja y dudo mucho que sea porque sigue tratando de probar su confianza. En resumidas cuentas, todos creen que yo soy el desconocido que nos está haciendo esto y que estoy trabajando con Lisa y esas otras personas que ella nombró; lo que nos lleva a que están verdaderamente creyendo que esa amenaza hacia mí es para distraer y seguir con mi supuesto plan malévolo, lo cual es mentira porque nada de eso es cierto.
La segunda opción es porque debo ir de compras.
Sí, debo.
La academia anunciará la nueva temporada y habrá una especie de fiesta de anuncio, una fiesta formal en donde asistirán proveedores y patrocinadores, la gente a la que debemos impresionar para que sigan ayudando económica y públicamente a la escuela. Así que necesito un vestido decente porque de eso yo no tengo en mi clóset, algo que me vino como anillo al dedo porque allá dentro todos están ignorándome.
Y Lorie es la perfecta compañía para ir de compras, además de su asesoría.
—¿Es un error participar en esta fiesta? —ella es una participante imparcial en todo esto, no sabe lo que está pasando, y no lo sabrá, así que ella puede responder con la mayor sinceridad posible.
—¿Por qué sería un error? Toda esa gente irá a venerarte como una diosa, literalmente; eres la cara de esa escuela en este momento y ellos quieren ir a ver quien es la hermosa mujer que, de hecho, inspiró todo un número musical.
—Tal vez estás exagerando un poquito.
—¡Claro que no! Solo digo la verdad, jamás te había pasado esto antes y ahora ese señor está reconociendo tu talento y tu pasión; debes aprovecharlo, es literalmente tu momento, tuyo, nadie más que tú tiene derecho a disfrutarlo. Tú y tu guapísimo compañero.
Sí, el mismo compañero que piensa que soy una sicópata tratando de lastimarlo.
—Por supuesto piensas que es guapo.
—Todos ahí dentro lo son —en eso si la apoyo.
Agradezco que no hable sobre el evidente elefante en la habitación que sigue siendo Gaspar Burke y su muerte, no creo ser capaz de mentirle a ella, no cuando es la única persona que puede saber con claridad cuando miento sobre la más mínima cosa.
Llegamos al centro comercial en medio de una pequeña pelea en donde me niego a contarle detalles del espectáculo, solo le prometo que tendrá un asiento en primeras filas para ir a ver mi primera gran presentación.
Realmente no tengo a nadie más a quien entregarle las entradas que nos dan en la academia, Lorie es la única familia que tengo.
Pasamos por las tiendas viendo algún vestido decente para la ocasión, no tengo mucho presupuesto, no soy una de esas niñas ricachonas; ahora que lo pienso, todas ellas irán vestidas seguramente para una alfombra roja, no es algo que desee tener constantemente en mi vida, pero para ocasiones como esta sería bonito.
Recuerdo las palabras de mi amiga, es mi momento y no me interesa si lo disfruto en un vestido de segunda mano, lo voy a disfrutar.
Me detengo frente a una tienda con muchos estilos de vestidos, pero hay uno que llama mi atención profundamente; es perfecto para la ocasión, representa la lujuria impecablemente, y estoy segura de que a Simmons le fascinará que me involucre en mi trabajo.
No lo pienso dos veces y entro a la tienda pidiéndole al chico mi talla, él me dice que sí tienen y sonrío al ver que el precio está dentro de mi presupuesto; le digo a Lorie que espere por mi afuera mientras me cambio.
El vestido es perfecto, sé que es una fiesta formal, pero un vestido corto siempre atrae un poco más de atención en eventos así, y me está gustando eso de disfrutar mi momento y ser el centro de atención.
El corte por detrás cae hasta un poco más arriba de mis rodillas, mientras que la parte delantera tiene un corte algo sensual en mi muslo derecho. El escote es bastante pronunciado, y no es que tenga los pechos más grandes, son más bien… naranjas, pero el vestido los hace ver como dos deliciosas naranjas orgánicas y jugosas. Se sostiene a mis hombros con unas finas tiras, son dos telas diferentes combinadas a la perfección.
El lado derecho está hecho de una especie de satín con brillos, muchos brillos rojos y el lado izquierdo está hecho de satín negro sin brillos; ambas telas se mezclan pasivamente en mi cintura, la cual se ajusta a mi piel.
Simplemente es perfecto, me fascina y me veo muy bien en él; por suerte tengo unos tacones de aguja negros, los únicos tacones de esa magnitud que existen en mi closet. Por eso no me preocupo.
Editado: 01.05.2021