Capítulo 32

Parte 1

Rungen era un guerrero.

El apodo de demonio blanco tal vez parecía un título que llevaba consigo un inmenso peso si hablamos de poder. Rungen en verdad era fuerte, y si no hubiera sido que su cabello era totalmente blanco desde su nacimiento hasta la actualidad, tal vez ese apodo hubiera variado un poco, pero el hecho de que había crecido con un talento con la espada y la fuerza que demostraba en el campo de batalla ejercía una presión que sus oponentes apenas podían resistir, lo hacía ver como un verdadero demonio con sed de sangre.

A diferencia de cada uno de los países que conformaban Sadalbari, donde cada rey o reina tenía como seguridad a un caballero elite elegido por el consejo de caballeros.

Hubo un tiempo donde al gran demonio blanco se le fue asignado el trabajo de servir a un cierto rey de Coldsalya luego de que su país natal fuera exiliado de Sadalbari.

Por supuesto, debido a su posición como caballero de Ironfort tuvo que dejar ese cargo al saber que su país no sería más parte de Sadalbari. Y aunque el rey de Coldsalya había sido un buen amigo tanto para el príncipe Zarazor y su familia como también para el mismo Rungen.

 El saber que su tierra natal había sido excluida por haber exigido la ayuda del rey Vranck para combatir al gran dragón Rodakon y recuperar el tesoro sagrado del reino, le pareció algo que no podía pasar por alto.

Tal vez exigirles la ayuda formando una alianza entre los países que conforman Sadalbari para derrotar al dragón era un pedido demasiado arriesgado teniendo en cuenta que el gran dragón Rodakon ya había causado muchos desastres alrededor del mundo y era una de las principales calamidades que azotaban el gran país después del culto del nigromante. Pero incluso la decisión de dejarlos a su suerte no dejaba de ser una decisión muy cruel.

En ese entonces el rey de Coldsalya acepto que Rungen no pudiera ser su caballero ya que era muy consciente de los sentimientos que tenía por la tierra que el protegió por tantos años. Y para cortar definitivamente con cualquier relación con Sadalbari. Rungen abandono su posición como caballero regresando a Ironfort a servir al hombre que había jurado lealtad eterna.

 Había menos de 3 caballeros de los cuales Rungen destacaba notoriamente y de los que se podría decir que eran los más fuerte, es por eso que se decía que había sido un candidato para poseer la bendición de la Misericordia.

 Su nombre era reconocido en cada rincón del mundo, así que no era de esperarse que la noticia de que el gran caballero conocido como el demonio blanco había abandonado a los caballeros, y tras haber sido esparcida la noticia, se decía que no era más que un traidor y un desertor.

Pero la realidad era completamente diferente.

Tal vez su decisión era egoísta, y el dejarse llevar por sus sentimientos hicieron que haya perdido la oportunidad de ser poseedor de la bendición de la diosa Wondergarden, pero Rungen no se arrepintió de haberlo hecho. Y combatió codo a codo con la persona que había jurado proteger hasta el último segundo de lo que duró esa sangrienta guerra contra los Goblins y el dragón.

Fue capaz de derrotar a cientos de Goblins y luchar al mismo poder que los 3 comandantes.

No había nada que detenga la fuerza del demonio blanco, simplemente ese apodo le quedaba como lo que fue en esos días.

Pero ahora la situación ha cambiado totalmente.

Parte 2

Jordanus de la toxina está parado a unos cuantos centímetros frente a Rungen quien esta recargado en un árbol con una mano agarrando su cintura. El impacto de su cuerpo chocando con el árbol hizo que sufriera una lesión en sus caderas y siente un dolor punzante azotando toda la parte que envuelve su mano.

A diferencia de Elma quien esta con las costillas rotas a unos cuantos metros de ahí, Rungen aún puede mantenerse de pie, pero el dolor es tan fuerte que intenta desesperadamente agarrarse del árbol para poder mantener la compostura antes de que el monstruo haga su movimiento.

Tal como se había dicho, la edad no era algo con lo que podías combatir.

El gran demonio blanco que fue uno de los principales pilares en la guardia real hace años, había perdido la fuerza que solía tener en ese entonces debido a la edad. No era más que un simple anciano empuñando una espada y una “problema” del cual Jordanus de la toxina no se preocupaba.

Si hubiera sido el Rungen de un par de décadas, para la mayoría de sus enemigos, él ni siquiera necesitaría desenfundar su espada.

El hedor sangriento que revolvía el estómago de Rungen pesaba sobre el campo de batalla, o más específicamente, el cuerpo de ese monstruo que no mostraba signos de debilidad a pesar de la excesiva pérdida de sangre, pintaba el suelo de carmesí.

Entonces Rungen levanta la espada con una mano y mantiene su guardia.