Violet Lager;
-Bien, que me dices de la paliza que te daré ahora ¿he? Todos sabemos que, de las dos, —dijo señalando a Isabelle y a mí —tú eres la más débil.
-Cierra la boca, no te conviene pelear conmigo —le espeta Isabelle.
-¿Por qué? ¿Qué me harás?
Y bum el primer puñetazo en seco, casi por el centro de la nariz, talvez ya se la destrozo, o le rompió el labio —dudo que se la haya destrozado, aunque hubiese sido perfecto—. Se preguntarán que pasa, bueno les explicare, estamos en el pasillo del colegio rodeadas de una ola de alumnos, y con flash en la cara, sí, digo rodeadas, porque con mi mejor amiga estamos en medio de una pelea.
Abril, una de las chicas populares solo por estar en el equipo de las porristas, empezó una discusión con Isabelle, por lo cual mi mejor amiga no se piensa dejar de ella. Al iniciar las discusiones siempre me terminan metiendo a mí, creo que ya es algo normal. Y bueno ahora, Issy le ha plantado un puñetazo Abril, la cual a esta ahora le sale sangre por la nariz y el labio.
-¿Quieres seguir porrista? —dice Issy, en tono de burla con una gran sonrisa en el rostro. —Porque tengo mucho más de donde salió eso.
Abril se le fue encima, haciendo que chocaran contra los casilleros y este diera un fuerte sonido. Los alumnos empezaron a llegar y amontonarse más, era sofocante estar así. Issy se puede decir que sabe pelear, —dar patadas nada más—. Estas se separan todas aturdidas, abril acaba pegada en un casillero lejos de Issy, se le mira cansada y mareada, —han estado menos de tres minutos golpeándose—, la sangre que le sale por la nariz le ha hecho mal, en cambio a Isabelle, se le mira normal, si tiene un poco de sangre por la oreja y uno que otro arañazo, pero no le afecta tanto.
-¿Qué pasa? ¿La psicópata no se mete? ¿Tienes miedo, Violet? —creo que la paliza que le ha dado Issy no la paró, pero la mía sí.
Sigo sin entender por qué siempre me meten a mí en sus peleas, ¿qué esta chica no se cansa con la paliza que le dio Issy? Será una lastima golpearla, pero no me arrepentiré, en lo absoluto.
Estaba parada sobre acostada sobre un casillero cerca de mi amiga, así que me pare bien tranquilamente, metí mi mano al bolsillo de pants de física, mientras me acercaba a Abril, saque la mano y esta tenía puesta una manopla, no le di tiempo a ella a que digiera una sola palabra.
-Si es lo que quieres —dije dándole en la cara con el puño y la manopla.
Esta cayó al suelo soltando un chillido, mientras los demás alumnos empezaban a abuchear y a grabar. Yo tenía una sonrisa en el rostro, esto era lo que me emocionaba, es algo raro, pero cierto. Los alumnos empezaron a moverse de los pasillos y empezaron a irse, —hora de la charla aburrida—, ya sé quién viene.
-Ustedes tres, a mi oficina ¡ahora! — sí, íbamos con el director.
Estaba afuera de la oficina del director, juntamente con Issy, estábamos esperando a ver que nos decían. Ya habíamos pasado a explicarle al director que había pasado, una por una y ahora era el turno de Abril.
Llevamos sentadas como una hora acá, Issy no ha podido ir a la enfermería aun y ahora sí se le mira un poco mal. Apoyo mi cabeza contra la pared y cierro los ojos, puedo escuchar mi respiración alterada, mucho más de lo normal, sufro de problemas respiratorios, lo cual casi nadie sabe, bueno casi nadie sabe muchas cosas sobre mí. Intento respirar tranquilamente y no alarmarme, para que no empeore y entre en un estado de ataque de pánico.
-Vaya, vaya, la rompe cráneos y la psicópata, pensé que ya las habían expulsado.
-Quieres callarte, Alexis—le espeta Issy molesta.
-Relajada, solo vengo a decirte que lo has hecho muy bien, aunque de ti—dice refiriéndose a mí, así que me siento normal viéndolo sería— me decepcionaste esta vez, esperaba ver un poco más de acción, viniendo de ti.
-Espera, que al siguiente que le romperé la nariz será a ti— le regalo una sonrisa sínica.
-Te esperare —me guiña el ojo.
-Ya déjalas, Alexis— vaya ahora me doy cuenta que vine con su grupo de amigos idiotas.
El grupo de Alexis deja mucho que decir, son los que más chismes acumulan cada día, Alexis y sus otros dos amigos le dicen los drogadictos, se drogan, fuman, poros, todo eso, aunque Alexis es el que más llama la atención y ahora las otras dos de su grupo, son como las fáciles y muy insoportables.
-Lárgate drogadicto— le vuelve a decir Issy, molesta.
-Tranquila, solo vengo a alegrar el momento— dice con una sonrisa de fastidio
-Lárgate.
-Tranquila psicópata, no me rompas la nariz aun— hace como si tuviera miedo en forma de burla, las dos amigas que venían con él se empezaron a reír por lo bajo.— Ya lo he dicho, vengo en son de paz— dice mientras guiña el ojo y yo hago una cara de desagrado.
El grupo de Alexis está conformado por 5 insoportables personas en total. Elizabeth Forman, abreviación Lisa, cabello rubio, ojos azules y Scarlett Clare, abreviación Scar, cabello café y ojos cafés. Las dos tienen 16 años, son como las dos chicas castrosas de ese grupo, son fastidiosas, su voz chillona es insoportable, además que se echan quilos de maquillaje encima, no entiendo cómo es que ellos tres las aguantan.
Alexis Wilde, tiene 18 años, ni pregunten porque aún sigue en secundaria. Él es el que consume más droga, al parecer no se baña, pero como su cabello es negro no creo que se note la diferencia entre sucio y limpio, sus ojos cafés pálidos por lo mismo de la droga, da pena, antes era mi “mejor amigo”, —viejos tiempos—. Cuando el idiota no era insoportable.
Tyler Figueroa, acaba de cumplir 17, es alto, su cabello es como castaño, y sus ojos son de color azul, es como un todas mías, sigo sin entender cómo se pueden acostar con él, y las que lo hacen son nombradas automáticamente zorras, pobrecillas, aunque no me dan lastima, sinceramente.
Editado: 13.04.2022