Bella y Sara, llenas de temor, corrieron hacia la puerta en un intento desesperado de escapar de la situación escalofriante. Sin embargo, al abrir la puerta, se encontraron nuevamente con el hombre que les había hablado antes. Con urgencia en su voz, el hombre le dijo a Bella: "Rápido, entra a la habitación, Bella". Aunque estaba indecisa, Bella decidió seguir su consejo y entró.
En ese momento, el hombre se dirigió a Sara y le dijo: "Sarah, no tienes nada que ver en esto". Pero Sara, valiente y decidida, no estaba dispuesta a abandonar a su amiga en medio de la incertidumbre. Con firmeza, respondió: "Si tienes a una, las tienes a las dos, y si dejas a una, dejas a las dos".
La determinación de Sara conmovió al hombre, quien finalmente cedió ante su insistencia y permitió que se quedara. Aunque la situación seguía siendo aterradora, Bella y Sara encontraron fuerzas en su amistad y se apoyaron mutuamente para enfrentar lo desconocido.
Dentro de la casa, se encontraron con un ambiente opresivo y misterioso. Las luces parpadeaban intermitentemente y extraños susurros llenaban el aire. Con valentía, exploraron habitación por habitación en busca de respuestas.
Encontraron una habitación secreta oculta en el sótano, llena de antiguos objetos y escritos. A medida que examinaban los objetos, descubrieron la historia trágica de una familia que había vivido en la casa años atrás. El espíritu del padre, atormentado por su pasado y condenado a permanecer en ese lugar, buscaba la redención
Bella, Sara y el hombre continuaron su investigación sobre por qué esa tragedia había caído sobre la familia y por qué solo el padre estaba condenado a quedarse en la casa, específicamente en esa habitación. Bella estaba un poco asustada y dijo: "Sara, tenemos que sacar a este hombre de aquí porque mis padres llegarán pronto y no estarán contentos de encontrar a un extraño en la casa". Sara respondió: "No te preocupes, Bella. Trataremos de explicarle que tiene que irse y volver mañana". Sin embargo, el hombre no parecía dispuesto a irse e insistió en continuar con la investigación. Sara le habló con firmeza y le dijo: "Tienes que salir de la casa ahora mismo antes de que lleguen los padres de Bella". De mala gana, el hombre accedió y se fue. Pero antes de partir, les advirtió: "No bajen la guardia cuando se vayan a dormir. Este espíritu no es un espíritu cualquiera, es uno extremadamente enojado y vengativo". Antes de que pudieran hacer más preguntas, el hombre agregó: "Adiós, tengo que irme ahora", y cerró la puerta de un golpe con fuerza, dejándolos con una sensación ominosa.
Editado: 14.12.2023