Eren se encontraba sentado en una de las palcos privados del Teatro del cual había ido de visita, y olvidado su nombre. No era que no le interesara saberlo simplemente No importaba, donde estuviera en este momento.
Aquellas notas de los instrumentos que eran tocados por profesionales le deban una sinfonía perfecta que apaciguaba su corazón, esas mis notas que escuchaba también eran las que él había tratado de sacar con años de esfuerzo y perseverancia. Sobre todo estudio y devoción al arte. Más ahora, al oírlas... ser interpretadas ahora... le traían un triste y doloroso recuerdo.
Estrujando un poco así, sus manos enguantadas de blanco, que es incapaz de sacarse sin sentir que le cae un castigo enorme encima.
"¿En que momento algo que amas, se vuelve un tormento?"
Razonaba, ya no importaba si en el pasado estuvo equivocado. Vivir el ahora, era lo que tocaba... Mas se volvía difícil, cuando escuchando esa música interpretas por instrumentos que ahora, ya se encontraban lejos de su alcance...solo conseguían que aumentara más, si un poco más... la tristeza y soledad que sentía el joven castaño.
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[Eren narra]
Suspire con cuidado, pues bostezar se vería mal interpretado e irrespetuoso.
La orquesta interpretaba la sinfonía de Beethoven - Moonlight Sonata.
Sólo había escuchado los 5: 23 segundos antes que la canción continuara y tomaría un ritmo algo brusco que no deseaba escuchar.
Salí antes poder tener de Fondo los interminables aplausos de la gente para los músicos. Recuerdo agrio que golpea directamente e los tímpanos de mis orejas.
No hubo necesidad de pedir permiso a la hora de levantarse, yo era el único que estaba sentado en aquel palco privado.
No puedo describirlo con palabras pero la Música era mi consuelo, mi forma de vida y está en algunos casos Mi razón de Ser.
¿Por qué estaba ahí? Reclamaba la voz de mi conciencia.
Este día precisamente. Yo cumplía los 19 años de edad, nada sorprendente ni halagador. Simplemente era mi sentencia de muerte.
"Hijo Mío... A partir de ahora Tú Te harás cargo de Todas Mis posesiones"
Relampaguea el recuerdo de la voz de mi Padre. Continúe avanzado por la calle sin mirar los innumerables rostros que pasaban junto a mi persona.
No era que Yo fuera un chico rebelde y no quisiera hacerme cargo de los bienes familiares de mi padre enfermó... Solo que había una condición para que pudiera postular a ese derecho familiar... y Ese era...
"Demostrar que podía hacerme cargo de Todo legalmente CASADO"
Si, Ese era justo Mi problema.
Yo era un Mocoso inmaduro que nada sabía sobre la vida.
Y segundo plano ¡Yo... NO QUERÍA Casarme!... Mucho menos con una desconocida, por el simple interés de la Plata de Mi abuela millonaria.
Mi padre insistía en que "Los Jaeger" Siempre fuimos los sucesores de aquella fortuna de la abuela Sina.
Para mi desgracia, Nosotros NO éramos a la única familia interesada en la basta fortuna que prometía la Abuela.
También estaban los demás, muchas otras seis familias de apellidos: Leonhardt, Braun, Fubar, Kirschtein, Renz, Browse y por supuesto los peores de todas, Eran los Ackerman.
-Ring~ Ring~
Rebusco en mi bolsillo el teléfono que vibra levemente, alertándome de la llamada. Veo el nombre de pantalla.
"Armin Arlet"
-¿Armin? -digo al poner el teléfono en mi oído y contestar
-M-muchas Felicidades Eren.
-Gracias Armin, yo--
-Perdona que te interrumpa Eren, pero podrías venir los más rápido posible al café "Starbucks".
-Ah... De acuerdo Armin -digo antes de que el cuelgue.
Esto era extraño, No entendía porque Armin me citaba de pronto a una cafetería. Aun así, di otro suspiro antes de avanzar.
[Un par de Horas Transcurren]
Había llegado a la cafetería que Armin me dijo, Pero... Etto... ¿Cómo definir Mi Situación?
Ah, Si... ¡TRAICIÓN!
Armin estaba al tanto de que yo necesita con urgencia una Esposa, ya que lo veía tatuado en mi frente cada día que me lo encontraba en el trabajo. Por lo que me invito a un café muy elegante, en el que de "casualidad" según él, COSA que no me lo creo... SU AMIGA suya también estaba... Si esto es lo que Parece... Pues es justo lo que ES
¡Una Cita A CIEGAS!
Armin Arlert, me había tendido una trampa para que presentara y Citara Sin Permiso a una amiga suya. Con total fastidio fui a sentarme a la mesa que me indico. Demonios, ¡NO PODÍA CAER MÁS BAJO!
Apoye una mano en frente, para frotarme la sien con disimulo. Cuando Armin regresa acompañado de una señorita que no me tome la molestia de ver, hasta que se me paro enfrente y tuve que verle la cara.
Empece desde abajo, los tacones negros en punta y con boca de pescado, unos jean's algo oscuro, arrugados y con el diseño de ruptura/rasgadura en los costados y por la rodillas. También traía puesto una blusa blanca transparente sin mangas, de esas telas ligeras por lo visto.
Cabello negro y corto hasta los hombros, que también era cubierto por una chalina roja tejida a mano que adornaba su cuello mientras me miraba.
Ah. Un momento, ¡¿CHALINA ROJA?!
Razone, y a mI mente llego una señal rápida de alerta.
DIOS MIO, DIME QUE NO ES...
-Mi-Mi.. -Solté en tartamudeo, cuando mis ojos enfocaban claramente su rostro al ver su persona.
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Editado: 12.07.2020