Tierras Encantadas (rey Oscuro)

TIERRAS ENCANTADAS (Primera Parte)

             
 

Cuando terminamos de almorzar papá y el abuelo junto a Jason bajaron  a seguir trabajando en el sótano,  mientras tanto la abuela y mamá terminan de recoger todo.

De reojo veo a Evan que me observa, su mirada incómoda parece escudriñar hasta tus pensamientos. 

- Al parecer le gustas al temible Evan-dice Sophia mientras observa a Evan , dejó de verlo para ver a mi hermana mientras está me sonríe.

- Estas segura que es a mí  a quien ve? -Pregunto con burla. Ella levanta la ceja sorprendida por mi actitud y ríe.

- Gracias a Díos no es mi tipo. Dice esto último para retirarse y entrar a la casa.

Suelto un suspiro y vuelvo a ver a Evan mientras este posa su vista en el bosque que hay detrás de la casa  de mis abuelos.

Decido entrar para buscar a mamá y a la abuela y las encuentro en la cocina, ellas charlan mientras ríen y preparan café.

- Linda, quieres irle a preguntar al nieto de Jason si gusta café- pregunta mi abuela, yo no se que responder ese chico tiene una fama terrible además de ser grosero e intimidante. Rasco mi nuca ante mi nerviosismo  pero asiento. La abuela se gira. Sophia está ayudando a mamá y está se me acerca y me susurra.

- Los chicos no muerden a menos que tu quieras. -se aparta y una sonrisa como el gato de Alicia aparece en su rostro.

Ya he dicho lo torpe que soy al momento de hablar con un chico, soy un manojo de nervios.  Tal vez nunca llegue a tener novio si sigo así.

Doy la  vuelta y salgo en busca de Evan. Este no está en el patio trasero, vuelvo a buscarlo dentro de casa y tampoco está, cuando pasó  por la sala lo veo, de pie junto al jardín de la abuela. Respiro profundo antes de salir.

Lo primero que noto al estar a unos pasos de el, postura tranquila y relajada, su respiración es pausada y su mirada triste, eso me llama la atención.  Sus manos están dentro de sus bolsillos, un suspiro es soltado con pesadez y no aparta su vista de las flores.

No se como preguntarle, no se como acercarme.

¿Evan quieres un poco de café? Es todo lo que tienes que decir.

En mi mente parece ser fácil, pero otra cosa es la realidad.  En el ínstituto hay muchos rumores de el, ninguno positivo. Desde ser vendedor de droga hasta un asesino. Otros por otra parte aseguran que tiene un pacto con el diablo. Si es o no cierto  no lo sé  carraspeo para llamar su atención.

Al instante el se tensa, recupera su postura intimidante,  su mandíbula  se aprieta , trago salíva, siento miedo , mis manos las formó en puños el se voltea encarándome no se que decir parece haberse detenido  el tiempo , mi boca tiembla en mis ojos comienzan a formarse lágrimas.

¿Porqué lloras tonta?

¡No lo sé Ok!

Ninguno dice nada estamos frente a frente y se que el me ve directamente  sólo que yo no soporto su mirada y la bajo a mis pies. Intento hablar.

- Eh…. -¡maldita sea habla! El no dice nada sólo me observa.-mi abuela eh…

- ¿Tienes problema de habla?- pregunta mientras entrecierras sus ojos. 
-
Yo…no…-suspiro-disculpa ¿porqué te disculpas idiota? Grita mi mente.

- Siempre eres así cuando estás frente a un chico? O ¿sólo es porque te doy miedo?-avanza hacia mi.

Yo me paralizó, una sonrisa ladina se asoma por su boca . Sigue acercándose mientras estoy en el mismo lugar mis pies no responden. Alzó mi rostro al momento de tenerlo tan cerca, el pasa unos centímetros  sobre mi cabeza. Sus ojos azules oscurecen.

Quiero apartar mi vista de sus ojos pero no puedo. Abro mi boca en busco de oxígeno , su respiración acaricia mi frente inclina su cara a tal punto de su nariz tocar la mía, se relame los labios y yo sólo lo observo sus labios son rojos y son una tentacion.

Una corriente atraviesa todo mi cuerpo, una presión se forma en mi parte baja y mis mejillas arden ante las nuevas sensaciones y la vergüenza .

Se acerca un poco más,  mi pulso se acelera mi respiración se corta mi boca se seca.

¡Te va a besar! ¡oh Dios! ¡reacciona!

Cierro mis ojos con fuerza, y espero, siento su cercanía cada vez más,  el roce de sus labios hacen que el tiempo se detenga cuando escucho el sonido de una cámara. 

Abro mis ojos de golpe encontrándose con una sonrisa con burla.

- ¡Pero que hermosa pareja! -expresa Sophia mientras tiene su celular en  sus manos-este si será un boom en el instituto.

Volteó rápidamente mientras me alejo saliendo de mí aturdimiento, la observo y ella está concentrada tecleando en su teléfono.

Estoy a punto de reclamarle por lo que acaba de decir cuando Evan se adelanta.

- También podría tomarme una foto contigo mientras te beso.-Sophia levanta su rostro y añade

- Ya quisieras perdedor.

- Tu actitud parece otra, si soy un perdedor ¿porqué te tomarías el tiempo de tomarnos una foto?  Inquiere con una mueca divertida.

Sophia está de punto de contestar.

- Ah no ya se, eres de el tipo de chicas que como nada bueno ocurre en sus mediocres vidas tiene que burlarse de los demás.  Que pena me das.-dice mientras tiene sus manos en los bolsillos de su jeans.

- Cállate estúpido! Grita mi hermana

- Jaja jaja si claro sabes deberías de buscar algo mejor que hacer con tu vida y no ser una perra chismosa.

- ¿Quien te crees idiota? Chilla alterada Sophia.

Evan no responde sólo está ahí de frente con una sonrisa. Al contrario de Sophia que está roja de la ira un chillido agudo sale de su boca y se adentra en la casa

- ¿Y que era lo que querías preguntarme? Dice volteando a verme.

- Eh la abuela está preparando café y preguntó que si gustas. – su vista se dirige a mis labios y con una sonrisa añade.

- Sí me gustaría.

¿Verdad que es hermoso?

Después de la cena, habíamos quedado un rato más en el comedor charlando. Jason era una persona agradable después de todo, sentí vergüenza porque lo había juzgado mal. Luego cada quien fue a sus habitaciones.




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