Tierras Encantadas (rey Oscuro)

TIERRAS ENCANTADAS (Segunda Parte)


                                

¿Cómo demonios habíamos llegado al bosque?
Era lo que me preguntaba. Nada encajaba, salimos del lugar y caminamos unos metros para mirar atrás y el lugar del que habíamos salido era una cabaña. Daba terror verla sola en medio del bosque.

- Creo que deberíamos volver- dije miéntras los chicos alumbraban el bosque.

- Sería lo mejor- dijo Evan caminando hacia la entrada de la cabaña.

Entramos y nos dirigimos al sótano, no se porqué pero se sentía una aire pesado y oscuro. Mi piel estaba erizada del miedo y del sentimiento que causaba el lugar. Bajamos las escaleras y Sophia quiso abrir la puerta pero está no cedía. Sophia lo intentaba jalar más fuertes pero la puerta parecía sellada.

Evans trató de abrir pero no tuvo éxito. El miedo nos invadía. Nada de lo que veíamos tenía lógica. Se supone que deberíamos estar en la cabaña de los abuelos y no en medio del bosque. Evan siguió intentando pero no había éxito. Sophia golpeaba la puerta y hablaba por si el abuelo o papá nos escuchaban.

Despues de un buen rato decidimos dejar de insistir, nos sentamos en el suelo de la cabaña a esperar. Pasaron unas horas y nada. Al parecer nadie nos había escuchado.

- Chicos y si salimos no creo que estemos lejos de la cabaña de los abuelos.

- Me parece buena idea, talvez así podamos encontrar una explicación a esto.

- Chicos ¿cómo no se me ocurrió? Mi celular llamaré a papá!- saco su teléfono y frunció el seño.

- ¿Qué pasa Sophia?

- No tengo cobertura- dijo viéndonos.

- Ok,yo…tampoco, era una buena idea, andando salgamos de aquí.- Evan se levantó y cogió la linterna de Sophia.

Salimos de la cabaña, la luna llena apenas alcanzaba a alumbrar el camino, puesto que los árboles enormes no dejaban pasar la luz. El canto de los grillos llenaba el silencio. Caminamos durante unos minutos, habíamos tomado el lado sur de la cabaña, tomando en cuenta la dirección del sótano.

Sabíamos que era algo ilógico pero era eso o perder la cordura al intentar entender como habíamos llegado a ese lugar. 
El crujir de unas ramas llamó nuestra atención, nos detuvimos Evan alumbró hacia donde habíamos escuchado el ruido, pero solo árboles observamos.

- Chicos creo que deberíamos de descansar, esperemos a que amanezca así sabremos a dónde vamos.

- Tienes razón  vamos sin sentido alguno.

- Bueno, esperemos talvez se den cuenta que no estamos y salgan a buscarnos.

Decidimos sentarnos alrededor de un enorme árbol, no paso mucho tiempo cuando quedamos dormidos cuando empecé a soñar.

Me encontraba al final de un risco, el mar estaba frente a mí, agitado, la brisa marina caía en mi piel. Al frente una neblina oscura y densa avanzaba hacia donde me encontraba. Vi hacia ambos lados y me encontraba sola, vestía un vestido rojo y en mi mano derecha se encontraba una espada que resplandecía.

No comprendía que pasaba,hasta que de la niebla unas enormes alas negras salieron de ella, seguí viendo que volaba fuera de esta, y se posó y extendió más sus alas. 
Era un ángel, agitó sus alas provocando que el mar enfureciera.

Los he estado esperando- dijo una voz y desperté.

Me senté de inmediato estaba temblando, mi respiración agitada. Tomé una bocanada de aire y poco a poco lo deje salir. Solo había sido un sueño pero era tan real. Poco a poco me tranquilice, voltee a ver a Sophia y Evans ambos dormían. 
Volví a cerrar mis ojos buscando de nuevo poder dormir pero un gruñido me alertó. Moví a Evans tratando de despertarlo.

- ¿Qué ocurre?- pregunto con voz ronca.

- Escuché algo como un gruñido- le dije asustada.

- Cállense dejen dormir- hablo Sophia, - pero el gruñido volvió a escucharse. Nos acercamos más entre nosotros.

- Chicas calma ha de ser un animal cazando.

- Con que nosotros no seamos parte de su dieta no importa- dijo en un susurro Sophia.

- Silencio- susurro Evan-¿ escucharon eso?

El crujir de ramas se escuchó de nuevo. Tragué saliva, y tomé en un puño la chaqueta que vestía Evan. Mientras el veía a hacia todos lados, buscando a ver si veíamos al animal, deseando que la luz de la luna nos ayudará a ver algo.

Un rugido se escuchó cerca y muy fuerte, mordí la parte interior de mi mejilla.

- Chi…cos…- Evan y yo volteamos a ver al mismo tiempo a Sophia. 
Ella parecía estar a punto de llorar cuando vimos que algo baboso caía cerca de su cara. Poco a poco levantamos la mirada hacia arriba y ahí se encontraba un enorme león con el hocico abierto y botando baba. 
Respiramos profundo y era como si nuestro cuerpo estuviera paralizado hasta que el animal rugió y gritamos.

- ¡Corran! – dijo Evan mientras corría al frente.

Sophia y yo corrimos tras él , mientras el animal saltaba del árbol siguiéndonos ; esquivamos árboles mientras corríamos tratando de perder al león que nos seguía, pero era difícil con la oscuridad.

Seguíamos corriendo cuando voltee a ver si todavía nos seguía cuando unas enormes alas en su espalda eran extendidas y alzó vuelo por encima de los árboles. No creía lo que veía esa cosa era una quimera. Nos detuvimos viendo hacia arriba para ver de qué parte nos atacaría la quimera.

- Esto no puede ser! ¿ Qué era esa cosa? ¡Tenía alas! Los leones no tienen alas!.- chillaba Sofía alterada.

- Era una quimera, maldita sea esto no es más que un sueño. Tenemos que despertar! Dijo agitado Evan.

- Chicos no nos separemos. Dije miéntras trataba de recuperar la respiración.

Cuando la quimera descendió de repente sobre Sophia.

- ¡Sophia! Grité mientras el animal tenía debajo de ella a mi hermana,

Evan le aventó una roca que encontró y el animal gruño mientras lo veia. Mi hermana gritaba pero Evan le seguí arrojando piedras hasta que la bestia rugió y se abalanzó sobre Evan pero este fue más rápido y salió corriendo mientras el animal corría tras él.




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