Todo está bien, John

Capítulo 8: Sanpaku Yang.

Ok, como sé que muchos no leen las notas al final la pongo acá.

Disculpen por no actualizar la semana pasada ): me avisaron de mi universidad que se cancelaba el inicio de clases previsto para junio debido al incremento del número de infectados en mi país y que nos iban a empezar a evaluar virtualmente. Tengo parcial en unas semanas y estaba atrasada, así que me puse manos a la obra para estar al día.

Ahora sí, el capítulo xd conozcan al último narrador de esta historia que narrará desde el futuro.

Junio de 2012.

Grace Wanninkhop.

Finalmente veintiséis de junio, estuviese donde estuviese Evelyn ahora,  cumplía veintiún años. Desearía que nuestro último encuentro no hubiera sido tan doloroso. Pero así eran la mayoría de nuestros encuentros, así era nuestra relación, se basaba en hacernos daño continuamente de la misma manera en la que empezó todo.

La odiaba en un principio porque me confundía, ¿cómo podía ella hacerme dudar con respecto a quién era? Había estado con muchos otros chicos antes de conocerla, estaba segura de que era heterosexual, entonces, ¿por qué no podía dejar de mirarla en clases? ¿por qué una chica se había vuelto de pronto tan recurrente en mis pensamientos? No le veía el sentido.

Golpearla fue mi manera de castigarla por invadir mi mente y de tocar su piel sin que nadie sospechara de otras intenciones.

Evelyn siempre fue un imán para la gente tocada, incluyéndome. 

Envidiaba tanto a ése tipo por ser tan cercano a ella, por poder abrazarla y consolarla, por tenerla tan cerca. Eve no me hubiese rechazado de haberme comportado de ésa manera con ella; después de todo buscaba cariño y aceptación más que nada en el mundo pues estaba muy sola. Y ella me quería... no tenía miedo a demostrármelo.

Nuestro primer beso fue a la fuerza. Ella estaba recostada en el pasto y no podía levantarse a causa de la rodilla de Sonia que hacía presión sobre su estómago, fue el día que la atacamos con tijeras al salir de la escuela.

Realmente no era mi intención hacer que se sintiera tan mal, solamente quería probarme algo a mí misma que si salía bien, sería beneficioso para ambas. Esa semana había estado bastante líada con un chico del quinto año, era condenadamente atractivo. Me excitaba tanto la idea de escapar con él de la escuela a esas horas de la mañana para dirigirnos a un lugar público (pero poco habitado a esas horas) a darle placer a su amigo, que ni siquiera pensaba en entrar a clases para ver a Evelyn.

Teniéndola en ésa posición un pensamiento fugaz atravesó mi mente: bésala y vé qué pasa. 

Mi lógica fue que evité pensar en ella toda la semana gracias al chico de quinto año, (Kurt, se llamaba, aunque no importa) entonces si la besaba podría comprobar si me pasaba algo. Pero la idea estaba mal planteada desde el principio, porque si realmente la sacara de mi cabeza no hubiese pensado en la semana repetidas veces «hoy no pensé en Evelyn» porque de ser así, ni siquiera su nombre se hubiera hecho presente entre mis pensamientos.

Necesitaba saber si sentiría lo mismo que sentía cuando besaba a Kurt, o si sería un asco, como se suponía que debía hacerme sentir besar a una chica. Pero lo que sentí al rozar sus labios fue diferente a todo lo que imaginaba. No estoy segura de si enrojecí pero había fuego en mi interior. Estaba nerviosa, también asustada, feliz y a la vez enojada. Me produjo tantas sensaciones ése beso que me hacían odiarme y ponerme furiosa, pero a la vez, ansiaba hacerlo otra vez.

El beso fue corto, apenas apoyé mis labios sobre los suyos unos segundos. No introduje mi lengua en su boca ni nada por el estilo.

Ella no despegó sus ojos de los míos. Estaba tan confundida como mis amigas.

«La única que la toca» repetí antes de retirarme y hablaba en serio.

La primera vez que tuve una conversación normal con Evelyn descubrí que era una chica muy agradable, rara pero agradable. Tal vez también un poco depresiva. Encontré su cuenta de Facebook gracias a unos compañeros de clases que chismeaban con respecto a lo extrañas que eran sus publicaciones, para ése entonces yo no tenía ni idea de la existencia de su red social y no pensaba que tuviera una debido a su introversión. Además, no tenía amigos, ¿a quién agregaría además de algún familiar? La respuesta era a nuestros compañeros de clases que intentaban ser amables con ella. Su solicitud de amistad sorprendió a todos.

Habrá sido toda una hazaña para Eve crearse una cuenta y tomar el valor de agregarlos a todos ellos.

Cuando escribí «Evelyn Lynn Samett» en el buscador de la plataforma y encontré su perfil quedé extasiada con la cantidad de información que podía obtener sobre ella.

Era fan de la saga de «El Señor de los Anillos» y discutía asuntos de la trama en su muro que con suerte llegaban a un «like» de alguno de sus treinta y ocho amigos. También, su grupo musical favorito parecía ser Queen  ya que publicaba mucho sobre ellos (aunque en el futuro le pregunté y resulta ser que prefería a David Bowie.) No se tenía a sí misma de foto de perfil, sino a un dibujo al estilo «emo» que estaban muy de moda en ése entonces. Aunque sí obtuve fotos de ella al revisar el perfil de su madre, Stella.

Me pregunto si las fotos que descargué en ése entonces de su perfil siguen en la vieja computadora en la casa de mi progenitora.

Ahora mismo me encontraba desayunando  en la sala de mi pequeño departamento. Era un lugar de tamaño tan reducido que aquella habitación se fusionaba con la cocina y los muebles se amontonaban. Aún así marcharme de ése pueblo fue lo mejor que pude haber hecho. Dejar todo atrás. Aunque siempre recaía ante las garras de mi pasado y terminaba revisando su cuenta (ahora más completa) como lo hacía cuando era una adolescente.

«Mientras miraba fijamente mi foto llegó a darse cuenta de algo: que no era yo. Yo estaba en el aire que flotaba a su alrededor, estaba en las frías mañanas que pasaba con Ruth, estaba en el silencioso tiempo que pasaba solo estudiando. Yo era la niña que él había decido besar. Quería ponerme en libertad de alguna manera. (...) no quería quemar mi foto, ni tampoco tirarla, pero tampoco quería mirarme más.»



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En el texto hay: obsesion, asesino serial, suspenso

Editado: 05.01.2022

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