Nick
Adrenalina.
Eso es lo único que podía sentir en ese instante cuando faltaban tan solo 20 segundos para que mi equipo pudiera anotar un touchdown y al fin pudiésemos ganar.
Había al menos 4 bestias detrás del pobre de Keller, sentí hasta lastima cuando en el momento que me miró para
arrojar el balón uno de esos chicos de la otra escuela se le tiró encima sin piedad o delicadeza alguna para aplastarlo.
El balón voló y hasta que tocaron mis manos fue que corrí lo más rápido que podía hasta el otro lado del campo.
De un momento a otro dejé de escuchar a la gente a gritando a mis alrededores, estaba a nada de anotar aunque cuando miré el reloj vi que faltaban unos segundos para terminar y sin pensarla tanto,
me arroje hasta que…
La campana sonó indicando que el juego había terminado y que también…
¡Ganamos!
Apenas por unos puntos, ¡pero lo hicimos!
Corrí hasta mis compañeros y en cuanto me vieron saltaron sobre mí.
— ¡Ay por dios! Créeme que por un segundo creí que no lo lograrías —escuché la voz de Axel llegar hasta mis oídos una vez que me acerqué a lo que le hice una mirada molesta. —No es nada personal —asegura —Nervios de partido.
—Claro.
No dije más cuando noté que todo el equipo nos rodeaba y comenzaba a festejar. Así estuvieron un rato, mientras que yo reía al ver que gritaban como locos, no fue hasta que mi cuerpo casi se desestabilizo cuando sentí como un brazo me jaló desde el cuello para después sentir unos labios estampándose contra los míos.
Apenas me llegó un olor de perfume significativo supe de quien se trataba.
Grace.
Se abrazó de mi cuello, permitiéndome un acceso a su boca y al sentir su lengua y la mía tocarse inevitablemente la pegué aún más a mi cuerpo.
Pasé mis manos por todo su cuerpo deseando arrancarle ese traje de porrista que traía.
—Vámonos de aquí —le supliqué al sentir como mi pantalón se rompería en cualquier momento por la presión.
—Ni lo pienses —contestó en tono de ofensa —Me la pasé 3 semanas buscando un vestido para la fiesta de esta noche.
Cierto.
Después de cada partido importante para la escuela suelen hacer este tipo de fiestas en casa de no sé quién y organizadas por no sé quién, simplemente le dicen la dirección a alguien y ese alguien le dice a un amigo que le dice al amigo del amigo del amigo y media escuela llega al lugar en un par de minutos.
No alcanzo ni a responderle a Grace cuando la siento desprenderse de mi cuello e ir con su equipo de porristas que comienzan a llamarla.
♠♠♠
Al cruzar la puerta de aquella casa sentí como la música me pegó de golpe.
Habíamos ganado ya varios partidos, pero este no era como cualquier partido, este era “El juego” el cual nos aseguraba un lugar para estar cerca de la final y ahora por haber ganado se había organizado dicha fiesta.
Comencé a saludar a las personas que se me estaban acercando en la entrada, algunos me pedían fotos como si fuera alguna estrella, aunque al menos eran decentes ya que otros simplemente me jalaban y me deslumbraban con el flash.
—Hasta que por fin aparece la estrella del campo —escuché la voz de Axel cuando cruce la cocina —Sería muy extraño del gran Nick Parker perderse una fiesta o lo que pueda pasar en ella… —dice la última parte susurrándome al oído
—Déjalo en paz, Axel —intervino la voz de Víctor que en cuanto Axel lo vio llegar se apresuró a colgarse sobre el hombro de mi amigo.
—Llegas a buena hora, Víctor —le dice este.
— ¿Ah sí?
—Que sí, estábamos por jugar a la gallinita ciega, el que pierda tendrá que…
Dejé a mis amigos hablando, no es mucho de mi interés el que expliquen que iban a jugar.
Caminé hasta llegar al marco de la puerta que daba a la sala para recostar la espalda en ella mientras pasaba la mirada por toda la gente hasta ver a lo lejos a Grace bailando con sus amigas que intentaban llamar la atención de cada invitado en el lugar en cuanto ella simplemente bailaba por su disfrute.
Sé que no tardó mucho en sentir mi mirada sobre ella porque me arrojo una mirada por encima de su hombro mientras alentaba los movimientos de sus caderas y pasaba las manos por los bordes de su cuerpo incitándome a que fuera por ella, pero no pensaba caer en ese jueguito por ahora y ella se dio cuenta encogiéndose de hombros y volver a lo suyo.
Volví a desviar la vista por toda la gente hasta cruzar la mirada con una morena que estaba del otro lado de la casa y me lanzaba esa típica mirada coqueta.
Estaba junto con otras chicas que igualmente miraban en mi dirección pero esta chica conseguía mi atención por lo poco discreta que era y solo faltaron unas cuantas miradas más para hacerla que se me acercase y terminar en una habitación con ella pasando sus labios por todo mi torso.
No me vendría mal un polvo rápido.
Sus labios comenzaron a subir en un intento de llegar hasta mis labios y por simple reflejo alcé la cara haciendo que sus labios llegaran hasta mi cuello aunque eso no parece importarle mucho y en menos de cinco minutos ninguno alcanza a estar con algo de ropa puesta.
♠♠♠
Estaba por terminar de abrochar mi pantalón cuando por el rabillo del ojo vi a la chica posicionarse a mi lado fingiendo tener dificultad para ponerse su vestido. No resulta difícil entender que quiere que la “ayude”, no pienso en hacerlo y ella se percata de eso cuando milagrosamente se mete en el vestido.
— ¿Luzco bien? —pregunta con una sonrisa coqueta mientras se ve por el espejo.
—Luces igual que hace un rato —contesto sin darle mucha importancia y veo una ligera decepción en su rostro.
No sé qué espera que le diga.
—Imagino que algo bien debo tener si es que el gran Nick Parker está en una habitación conmigo y no con Grace Adams, tu hermosísima y popular novia, ¿no es así? —soltó con un tono de entusiasmo y seguridad de sí misma