Capítulo 4

Nick

— ¿Y bien?

Se quedó en silencio por un momento fijando su mirada en otro sitio hasta que miró nuevamente.

—Claro, ¿por qué no?

—No pareces muy emocionada.

—Es porque no lo estoy.

—Soy buen tipo —declaré sumamente ofendido.

—Ajá

— ¿Estas sonriendo?

—No —dijo tratando de ocultar la sonrisa.

—Sí lo estás haciendo.

—Me río porque eres patético.

No dije más aunque me quedé observándola por un momento.

— ¿Qué tanto me miras?

—Nada, es solo que no recuerdo haberte visto por los pasillos o que hubiéramos tenido una clase juntos.

—Y tenías que arruinar el momento…

— ¿Estábamos teniendo un momento? —pregunté sorprendido.

Sacudió la cabeza divertida y se puso de pie.

—Como sea, en verdad lo siento, creí que una de mis clases se había cancelado, pero resulta que no es así, ¿podemos vernos más al rato?

— ¿Después de tu clase?

—Me tengo que reunir con unos compañeros para un trabajo en equipo —comenzó a guardar sus cosas — ¿Al terminar las clases?

—Debo cuidar a mi hermana, podemos estar en mi casa —opiné aunque ella pareció removerse incómoda —Aunque si quieres podemos reunirnos otro día —me apresuré a decir.

—No, tranquilo, te busco más tarde —se despidió.

Padme se fue, aunque por mi parte me quedé más tiempo sentado dándole vueltas en lo que había dicho ella “Porque no sabes quién eres”.

Jamás me había hecho esa pregunta. ¿Quién soy? O ¿Quién quiero ser? Es decir ¿Realmente sabía la respuesta?

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¿La reina de la escuela Grace Adams tendrá competencia?

Noticia de último momento.

No puede ser, hace tiempo que no teníamos dramas nuevos en esta escuela y ahora llegó uno demasiado grande.

Por fuentes confiables nos ha llegado la gran noticia de que la hermosa Grace Adams y nuestro guapísimo mariscal de campo Nick Parker han terminado su relación amorosa y no se sabe por qué, pero se cree que Harriet Atley tiene algo que ver, recordemos que este triángulo amoroso ya afecto sumamente hace algún tiempo…

Los mantendré informados cuando se sepa más información.

Hasta la próxima.

— ¿Qué es lo que te pasa? —pregunta Axel haciendo que me distraiga de lo que leía.

—Nada, solo estaba viendo la mierda que publicó otra vez esa página.

— ¿Lo de Grace y Harriet? —pregunta Víctor.

—Da igual —digo.

Desde que habíamos entrado a la preparatoria unas pocas semanas después se había iniciado una página web anónima en la que publicaban cualquier chisme de la escuela. No había ni una maldita cosa que pasara en esta escuela sin que aquella persona anónima supiera y lo publicara para que toda la escuela se enterara.

Descarté aquellos pensamientos de mi cabeza y mejor me enfoqué en seguir con los que estaba haciendo.

Me encontraba con Axel y Víctor en la cafetería de la escuela, había notado que era cierto, jamás me había topado con Padme ni por accidente, había dos opciones o nuestros descansos no coincidían o ella me evitaba —cosa que no creo posible ya que me conoció hace unas semanas—.

 Me la había pasado gran parte del día tratando de buscar a Padme con la vista pero no la encontraba, ni en los pasillos, aulas o la cafetería interior.

—Amigo, ¿Qué te ocurre? Pareces psicópata.

—Estoy bien, lo juro —les aseguré a ambos aunque no los vi muy convencidos —Ahora podemos irnos a la clase del profesor Philip, ese tipo si me da miedo y no volveré a quedarme otra vez afuera.

Ambos rieron y nos dirigimos al auditorio de clases, pero antes de eso algo llamó mi atención.

Ahí estaba.

Padme, ahí estaba, sentada en una de las mesas al otro lado de la cafetería charlando con otra chica que cuando volteó la reconocí.

—Los alcanzo en un rato —les comenté a mis amigos sin esperar respuesta alguna.

Sí, definitivamente recordaba quien era.

Una vez que la chica salió de la cafetería me le acerqué.

—Hola, eh, Susan — le hablé a la chica con la que platicaba Padme hace un momento y esta me miró extraño —Ah, vamos juntos en clase de historia —me apresuré a explicar cuándo comenzó a mirarme más raro.

— ¿Nick? Cierto.

—Sí —ella asintió incómodamente y noté que no iba a decir algo más, así que me apresuré — ¿Conoces a Padme?

—Ah, sí, es mi amiga —respondió algo confundida.

Así que tiene amigos.

No sé por qué creí que no los tenía, claro que tiene.