de Agosto de 2012.
Una fecha que nunca podré olvidar, ese día cambio todo en mi vida de una forma muy racional, porque no mejor regresar a ese día y ponerlos al tanto de todo.
***
Me levante hoy con mucha pereza, no me quiero levantar todos los días es lo mismo, prefiero quedarme en mi cuarto donde estoy lejos de este puto mundo, solo somos la soledad y yo, ella y yo tenemos una bonita conexión al fin o al cabo todos estamos solos, solos nos tenemos a nosotros mismos.
Hago mi rutina de todas las mañanas, voy a la ducha prefiero ducharme hoy con agua fria, para despejarme de esta pereza, termino mi ducha y voy a la cocina, me preparo algo fácil y rápido, unas tostadas y sumo de naranja, me colocó unos vaqueros desgastados, una camisa blanca y no puede faltar mi perfume. No puedo evitar ese recuerdo
Hijo recuerda siempre que un hombre sin perfume, no es hombre.
Se me sale una pequeña risa, eso siempre me lo decía mi padre
¿POR QUÉ YA NO ESTAS CONMIGO?
¿POR QUÉ ME DEJASTE?
LO PROMETISTE, DIJISTE QUE TU NO ME DEJARÍAS, COMO LO HIZO ELLA, ¿POR QUE PADRE?
Le estaba gritando a la soledad de mi casa, una lágrima se me escapa no lo puedo evitar, él me hace mucha falta, lo necesito y lo extraño.
Cierro los ojos, me tomo unos minutos para salir a mi universidad.
Me bajo del bus para caminar dos cuadras a mi destino, hoy conseguiré una niña fácil, rio por mi pensamiento, voy camino a mi aula y tropiezo con algo, mejor dicho algo tropieza conmigo, le tumbo todo lo que traía en sus manos, tenía las intenciones de irme y dejar ahí tirado lo que había tropezado conmigo pero cuando mi mirada se pozo en ella, no podía dejar de mirarla, era tan hermosa, sus ojos se encontraron con los míos, sus ojos eran tan hermosos, eran del mismo color del cielo, llenos de inocencia, su cabello abajo de sus hombros, tan negro, su piel tan palida se ve tan suave.
— Hola discúlpame no te vi, y tropecé contigo, lo siento mucho.
La observo y me causa tanta risa, es tan linda disculpándose su pena se notaba a mil kilómetros.
Hola, mucho gusto mi nombre es Dylan Clippard.
— Hola yo so... i tartamudea y me da tanta risa yo soy Shelby Howell.
No puedo creer, estoy hablando con la misna Howell, hija de los Howell, los doctores mas conocidos de esta ciudad.
— Sí, esa misma soy yo.
Wow, no me lo puedo creer y que te trae por estos lados?
Yo me imagino que tú estudías medicina como lo ha hecho toda tu familia que te trae por estos lados?
— Bueno, es que no sé como decirte, yo no soy como todos ellos que le gusta la medicina, yo quiero ser una ingeniera con posgrado, yo no quiero ser como todos ellos, yo quiero ser diferente. Lo último lo dijo con un tono de tristeza, lo pude notar
Para cambiar el tema le dije que tenía que ir a mi aula o llegaría tarde.
Ella asintió y comenzó a caminar, cuando casi la pierdo de vista, la llamo Howell, espero verte en la cafetería. Ella sonríe y me dice que ahí estará