Me enamoré de ti, no solo por lo que muestras por fuera, sino por lo que llevas dentro. Desde que empezaste a contarme tus historias y anécdotas, sentí que algo en mí cambiaba. Cuando me hablaste del personaje de Popeye, no pude evitar sonreír y darme cuenta de lo especial que eras.
Cada vez que me cuentas tus historias, mi risa no es una de burla, es una risa de alegría, de emoción. Es como si, en esos momentos, despertaras a una parte de mí que creía dormida. Como te conté, siempre he tenido mala suerte para conseguir amigos. Eso me hizo dejar atrás a mi niña interior, y preocuparme por cosas que sentía más importantes. Tuve que mantener un perfil de persona "madura" porque eso de "disfrutar cosas infantiles" parecía solo para niños. Poco a poco fui soltando a esa niña o eso pensaba hasta que llegaste tú… tú despertaste a esa niña que ama escuchar historias, esas que para otros podrían parecer infantiles, pero que para mí son mágicas.
Creo que por eso me gusta tanto estar en contacto con niños; me llena ese espíritu que sentí que alguna vez perdí. Durante mi infancia, siempre fueron las paredes de mi casa y yo. Cada ves que esa conexión salía a flote me decia que era mi instinto maternal o mi instinto de hermana mayor, ahora entiendo que me gusta conectar con ellos porque es el unico momento en el que mi niña interior despierta.
Recuerdo cuando me preguntaste por qué me meto en tantos cursos y talleres. La razón va más allá de aprender algo nuevo. Como te he dicho, me cuesta mucho pedir ayuda, y lo nuevo me asusta. Me asusta no tener respuestas, no saber qué decir si alguien me hace una pregunta. Me da miedo no ser suficiente para los demás.
Así que, para mí, estar en diferentes talleres o cursos es una solución. Tal vez no sea la más correcta, como podrías pensar, pero hasta ahora es lo que me ha ayudado a sentirme un poco más segura. Sé que no tengo todas las respuestas, pero intento encontrarlas de a poco, a mi manera.
Y, ¿sabes? Todo esto, lo que me haces sentir, lo que despiertas en mí, es una de las razones por las que puedo decir que te amo. Amo cómo logras que sea yo misma, sin miedo, sin máscaras. Amo que con cada historia, con cada risa, me hagas sentir que puedo ser esa niña y esa mujer a la vez.
Gracias por ser tú y hacerme sentir que puedo ser yo misma contigo. Te amo con todo mi corazón.