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ALESK SALLOW.

Quizás no me había detenido a pensar en lo que ha cambiado mi vida desde que me marché de mi amada España y en lo que crecí durante estos cinco largos años. Iniciando que mi padre al llegar ya tenía un trabajo estable y un departamento esperando por nosotros, yo había ido al día siguiente Massachusetts a formalizar mi inscripción y empezar cuánto antes.

En un accidente en la universidad sin querer mi antiguo celular cayó en una alcantarilla perdiendo así todos mis mensajes, números importantes y fotografías que nunca podré recuperar. Lo supere y papá en mi fiesta de cumpleaños 19 me obsequió un teléfono y así tener a dónde llamarme cuando no esté en su casa.

En el campus tenía a una buena amiga y con la que coincidí en las habitaciones, su nombre es Lisa Benson y es una rubia carismática alérgica a los hombres de cabello rojizo. Aunque todo eso para ella cambió cuando en segundo año conoció al pelirrojo de Paul Anderson en la cafetería de la universidad, aún recuerdo eso como si fuera sido ayer.

—Ese chico te está mirando mucho, Lisa.

Ella ignoró su presencia cubriendo su rostro con parte de su rubio cabello y así ocultar su sonrojado rostro. Ella en varias oportunidades ha comentado lo guapo que le parecía el tío que cursa cuarto años en humanidades.

Y ahora que lo tiene comiendo de su mano quiere evitarlo.

—¿Se fue?

Entorné mis ojos y juro que quise pegarle por lo tontuela que es al querer evadirlo y lo cual es estúpido ya que el chico es buen amigo de nuestro vecino en la residencia y por lo tanto lo vemos cada tarde en los pasillos. Hubo una oportunidad donde le dejó un arreglo floral de puros tulipanes a Lisa en la puerta.

—Él quiere hablarte, lo veo en su desespero de que lo veas.

—¿Y si me rompe el corazón, Alesk? No estoy preparada para llorar de nuevo por alguien.

Comprendo su miedo es el mismo que yo sentía desde que cierta persona se marchó sin despedirse de mi.

—A veces un corazón roto sirve como experiencia. —. Ella me observó por un rato para luego suspirar d ir a la mesa en dónde Paul la estaba esperando.

Ella es realmente terca y negativa porque luego de esa tarde ellos formalizaron su relación y hasta el momento son felices y están más enamorados que nunca. Justo ahora estábamos en la residencia de Paul viendo alguna película en su laptop en lo que llegaba la pizza que hemos ordenado.

“La sociedad de los Poetas Muertos” es la que estamos viendo y a pesar de que no es muy mi estilo me estaba encantado. Y Lisa y Paul bueno, ellos prefieren más estar abrazados que ver la película.

—De saber que estarían así mejor me quedaba en mi residencia.

Yo estaba del lado derecho de Lisa mientras estaba ella pegada al cuerpo de su corpulento novio dándose puro besitos y diciéndose palabritas de amor. Es realmente tierno ver a mi amiga feliz pero no es para nada agradable ser una lamparita.

—¡Está celosa! —. Canturrea la rubia para luego envolver mi cuerpo en sus brazos.— Yo también te amo mucho a ti mi linda española.

Si, si, si. Paul igual nos ve riéndose del mote cariñoso de amiga para conmigo.

—Se nota que lo de Alesk no son las muestras de cariño, amor. —. Comenta mi cuñado pelirrojo en lo que bebe se su gaseosa.

—Que se adapte, yo expreso mi amor de ese modo.

—Es un modo que no me agrada y lo sabes. —. La veo sería y ella manotea enérgicamente sus manos causando que ría — Ya lo digo en serio, Lisa Alison Benson.

Ella me vio de repente con su ceño arrugado y con sus dedos hizo la seña que me cortaría el cuello por decir en voz alta su nombre completo y la verdad no sé que le molesta si es tierno, muy lindo y muy digno de ella y de su familia toda presumida.

Lisa es hija de un empresario que transporta instrumentos musicales alrededor de todo Estados Unidos y algunos países del lado de Europa y les va realmente bien aunque el sueño de ese señor era que su única hija se hiciera cargo de la empresa, aunque tampoco le disgustó mucho que ella decidiera por medicina. Y con respecto a Paul Anderson sus padres habrían deseado otra cosa que no sea humanidades aunque no les va tan mal, después de todo Paul es su heredero universal

Y yo bueno, acá bien de salud.

Y durante mis cinco años en esta universidad pude comprender ciertas cosas que antes no y es que acá todos, literalmente TODOS, presumen de los trabajos de sus padres o de cuántos ceros tienes en tu cuenta bancaria. Hace un mes tuve un incidente con un colega del Paul, Luke Hill, y quién me pareció agradable. ¿Lo malo de todo este relato? Es un ALFA, hace parte de la fraternidad más cuestionable de todo el campus. Quienes han ido a sus fiestas relatan que son maestros del engaño, unos niños mimados de papá y mamá que creen tener el mundo a sus pies. Y mi incidente con Luke fue que me invitó a una de sus fiestas en dónde me ofrecieron Burundanga y no es que sea una puritana pero me enfada que él acceda a tener ese tipo de camellos en sus fiestas.

He ignorado sus llamadas y en el campus cuando me lo encuentro lo evado fingiendo que hablo con papá al teléfono y es tarde. Si, lo sé, la excusa no siempre me servirá pero mientras tanto, la exprimiré hasta que no quede más nada que sacar.

—¿Erick te ha llamado? —. No me había dado cuenta que Lisa me siguió hasta la mini cocina de Paul.

Y oh Dios… ya debe tratar a mi padre como tal.

—¿Debo preocuparme que en menos de lo que canta un gallo seas mi madrastra? —. La vi horrorizada y mierda, la imagen mental me traumatizó.

—¡Solo dije que tú papá es sexy!

Y eso es suficiente para recordarme que no debo invitar a Lisa más nunca a casa o de lo contrario terminará dejando a Paul por mi padre y me niego cargar encima la enemistad del pelirrojo.

—¡Paul, Lisa está busiando [1] a mi padre!