10 | Un poco de lo que mereces

–Nos iremos de viaje –concluyó mamá.

Al fín… Un poco de paz para mí, después de tanto tiempo soportando sus gritos y golpes. ¡Se van de viaje!

–Entiendo… –intente parecer lo más desanimado posible.

–Así que cuidarás la casa todos los días en los que nosotros no vamos a estar aquí, ¿entiendo? –comenzó a decir el novio de mamá.

–Si

–Y no vas a invitar a nadie a la casa. ¡No quiero a ninguno de tus retrasados amigos aquí! En donde me entere que invitaste a alguien… Te voy a matar

No era de extrañarse que, aunque Mateo y Sebastián pasen la mayor parte del tiempo juntos para entrenar y conversar un poco de como encontrar a los demás integrantes de la organización, Mateo siguiera molestando a Sebastián por tener un poder tan “débil”. Aunque, en vista de las demás personas, era solo por su aspecto tan sumiso.

Desde la distancia, Zaida, Paula y algunas amigas de esta última, estaban observando la escena con gestos de desagrado. La violencia no era algo que disfrutaran presenciar, y la incomodidad se reflejaba en sus rostros mientras contemplaban la escena.

Y aun sabiendo a la perfección la gran diferencia de poder que tenían, Zaida tenía muchas ganas de devolverle todas esas agresiones.

–Te ves un poco molesta… –intento cambiar un poco el ambiente– Vamos, tranquila, tranquila –golpeo ligeramente su espalda–. No durará mucho tiempo… ¿Vamos a pasear un poco? Antes de la clase de deporte

Sin decir mucho, todas las chicas comenzaron a seguirla, todavía pensando en el pobre chico que estaba siendo molestado.

–¿Y que se supone que vamos a hacer en esa clase

–El profe solo nos deja jugar y ya, no es mucho esfuerzo

–Para explicarte mejor –agregó otra chica–, es la típica competencia entre hombres y mujeres, en todas las clases

–¿En todas las clases? Qué aburrido…

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–¡Bien! –comenzó a gritar el profesor– Hoy vamos a jugar algo nuevo. Van a haber seis balones en total, ósea, tres para cada equipo. La persona que sea golpeada con el balón se tiene que retirar del juego, y no puede volver a entrar hasta que termine la partida. Gana el equipo que elimine a todos los integrantes del equipo contrario, ¿entendido? –todos responden con un ‘si’ emocionado.

El profesor dividió los dos grupos. Uno solo de hombre, y el otro solo de mujeres.

–Antes de empezar, necesito que sepan que no se permiten golpes en la cabeza. Si sucede, la persona que lanzó el balón será eliminada y castigada. Y, la única manera de salvarse de ser eliminados es tomar la pelota con las manos antes de ser golpeados

Esas eran las únicas dos reglas que ponía el profesor en todos los juegos.

–¡Comiencen!

En ese mismo instante, todos comenzaron a lanzar los pocos balones que tenían disponibles para cada equipo. Por los fuertes y rápidos lanzamientos de los alumnos, ocasionaron que muchos se fueran eliminados.

Después de unos intensos veinte minutos, quedaban apenas cinco mujeres y un poco más de diez hombres en los equipos. Lo que mostraba la clara superioridad en el equipo de hombres, especialmente gracias a Mateo.

En ese momento, uno de los amigos de Mateo tomó un balón y se lo lanzó directamente a Zaida, que era una de las pocas chicas que todavía le quedaban energías para esquivar los balones y lanzarlos.

Y, antes de que Zaida pudiera tomar el balón para evitar ser eliminada, Paula intervino. Cubrió a Zaida con su cuerpo, recibiendo el impacto del balón en lugar de su amiga.

–Pero qué haces… –murmuró un poco molesta.

–Oh, vamos. Es solo un juego… Pero aun así, tengo la esperanza de que harás que ganemos

Paula se retiró del área de juego, aceptando su derrota para que Zaida pudiera enfrentarse a los hombres, y así, aumentar un poco la posibilidad de poder ganar uno de los juegos.

Un poco molesta por la acción de Paula, Zaida tomó un balón que yacía en el suelo, sin percatarse de cómo un balón lanzado por Mateo rozó su cabello. En ese momento, Mateo dio una señal a sus amigos para que dejaran a Zaida tranquila y poder eliminarla él mismo, ya que ahora ella era la única que quedaba en el equipo contrario.

Pero antes de que pudiera hacer algún movimiento para eliminar a Zaida, una veloz ráfaga de viento pasó cerca de su cabeza, impactando en el estómago de un amigo de Mateo. Y lo mismo ocurrió con el resto de chicos, siendo eliminados uno por uno; algunos recibiendo golpes en el abdomen y otros en las piernas.

Zaida demostró una agilidad impresionante al esquivar los balones lanzados por Mateo con la intención de eliminar a su única contrincante. Pero lo único que ella quería era molestar a Mateo, por lo tanto, mientras esquivaba los balones, hacía algunos gestos de burla.

En una de las lanzadas de Mateo, Zaida realizó un salto mortal hacía atrás, y antes de aterrizar, tomó el balón que Mateo hacía lanzando directamente hacía su estómago. Con un giro sobre su eje, lanzó el balón hacía su contrincante con fuerza.

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La clase concluyó con el triunfo del equipo de hombre, pero aun así, todas las chicas se lanzaron a felicitar a Zaida por el fuerte balonazo en el rostro que le había dado a Mateo. Incluso el profesor sabía que Mateo necesitaba que alguien le diera algo de lo que merecía después de tantos golpes hacía las personas que él consideraba ‘débiles’.

–¡Bien! ¡Pueden descansar, los que puedan, dúchense!

Al instante, la mayoría se dirigieron al baño para ducharse, o algunos que no sudaron mucho simplemente se cambiaron la ropa.