Tormenta [almas perdidas]

Capítulo 3.

¿Contener a un vampiro dentro de una caja?

Darleen.

—¿Hace cuanto tiempo que no te alimentas?

Lo observe su figura sin despegar mi vista de la ventana.

—¿A caso es que esas bestias le han comida la lengua, señorita Kane? —Lo intente, pero es que simplemente su cortesía y su obstinación no me deja. Tan solo es un joven de quince años que no a vivido su vida como debería. Un vampiro joven. Alguien a quien no puedo poner resistencia, aunque bien podría hacerlo.

Sonreí para mí mismas a través de la ventana. Desde hace más de cinco horas que me he quedado parada frente a la ventana de la gran biblioteca sin emitir ningún sonido o llamar la atención de las personas de fuera; me siento mucho mejor cuando el silencio se puede sentir a través de las paredes pero aquí todo lo que se escuchan con murmullo sobre mis acciones y demás cosas que pretendo ignorar por sobre muchas cosas pero sobre todo por la integridad que siento al ser bien recibida por mi abuela y; eso ya da bastante de que hablar en estos momentos.

Suspire despegando la vista de la ventana para poder observar al chico vestido de negro en su totalidad, ojos claros, nariz recta y respingaba, cabello oscuro como el de sus hermanos con la diferencia que él aun tiene un alma por la cual luchar.

—¿Quieres que responda todas tus preguntas con sinceridad o con mentiras? —cuestione con desinterés. Vaya creo que todos los Gray tiene la misma actitud perseverante—. No me gusta alimentarme en sitios que no me proporcionan lo que busco, pero sí exactamente hace más de siete días que no lo hago y no me hace falta alimentarme. Estoy en perfecto estado como te podrás dar cuenta.

Me acomode un mechón de cabello que caía sobre mi frente pasándolo detrás de mi oreja, Jaxon, es un nombre nada peculiar entre los vampiros, pero a él, a él vaya que haca que el nombre le quede a la perfección.

—Señorita... —lo interrumpí antes de que terminara su oración.

—Nada de señorita, por favor —pedí— puedes llamarme Darleen, Leen, Charlotte o Char como todos los hacen, ¿vale? No me molesta que me tutees, Jaxon, no pretendo venir y hacer cambios a lo que ya están acostumbrados tú y tus hermanos. 

Tal vez no se puedan dar cuenta, pero yo lo puedo ver, esa aura oscura que los precede a todos y cada uno de ellos deja bastante que hablar. Son pocas las personas capaces de darse cuenta de lo que es un aura oscura en un vampiro por lo regular siempre se presentan en los mundanos o en los nobles (vampiros bastante poderosos en su especie), vampiros pocos especiales y catalogados como traidores a la sangre.

Aun me sigo cuestionando porque es que Mera los protege tanto, en sus venas corre sangre tan dulce como la de los ciervos, pero tan amarga como la de un lobo.

Él es amable y atento, sus pensamientos me dejan ver bastante cosas que quizás ni sus hermanos son consientes de lo que pasa por su mente cuando se reúnen. Sus recuerdos son como miles de baldes de agua fría tirándomelas al ver sus recuerdos más dolorosos que lo hacen ser un joven callado y bastante reservado. Puedo comprender bastantes cosas, pero ninguna de ellas me lleva a la conclusión del porque son tan importantes para Mera, ¿Qué es lo que tienen de especiales? ¿Por qué son tan importantes que hasta mi madre los quiere bajo su control? ¿Qué es eso que tanto me deja sin palabras cuando los miro a los ojos?

—¿Cuándo es que viven bajo la tutela de Mera y Jakov? —pregunte.

—Desde que Jace y Klaus aun eran unos niños —respondió con rapidez.

—Entonces, tú puedes responderme una duda, ¿verdad? —en marque una de mis cejas al finalizar mi pregunta. Jaxon asintió, por lo que decidí terminar con su curiosidad y decirlo de una—: ¿Por qué sois tan importantes para Mera?

Su cabeza se quedo en blanco, su mirada se comenzó a desviar y sentí como su dolor se volvió a desatar. No son del todo sensible con las personas, pero él puede ser la excepción más jamás dejare que sea la causa de que me vuelva blanda ante una persona —vampiro—, nadie se merece cargar con tanto dolor siento tan joven, yo, (posiblemente sea la única persona que se lo merezca).

—Sea lo que sea que te causa tanto dolor, ¿crees que vale la pena seguir ocultándolo? —volví a hablar.

Nada, ni una sola respuesta.

Su silencio dice más que mil palabras.

Me queda bastante claro que no soy la persona indicada para escucharlo hablar y tampoco tengo la paciencia para hacerlo hablar, persuadirlo hasta describir ese dolor tan grande que carga en sus hombros. Todos los vampiros cargamos con muertes, cuerpos y hasta incluso traiciones de personas que creíamos que nos querían de verdad, pero darnos cuenta de que no es así duele más que escuchar a alguien tener que decir «adiós».

Cuando creí que de verdad se quedaría callado en sus pensamientos apareció el nombre de su hermano «Nicklaus».

—¿La causa de su dolor es tú hermano mayor? —Asintió—. ¿Se puede saber por qué? —Imprudente, así es como me suele llamar Dimitri cuando meto mis narices en donde no me llaman.

—Nicklaus no comparte un vinculo de sangre conmigo al igual que Jace con Kirthas —explica—, tú quiere saber porque somos importantes para Mera, ¿no es así? —Asentí y el prosiguió—. La importancia es lo de menos, nuestra seguridad es lo que más le importa, sabemos que mientras vivamos a la vista de los ancianos o de la reina roja —hizo una pausa. Aclaremos que mi madre es esa tal "reina roja" a la cual de reina le quedo bastante grande y el de roja le quedo bastante corto ya que la sangrienta y despiadada soy yo por ella, una vez aclarado eso terminemos de escuchar al pequeño—, cuando Nicklaus fue vendido para la reina Adalyn fue secuestrado por los nigromantes, torturado hasta que se convirtiera en un noble domesticado y le sirviera completamente a la reina sin negarse a sus peticiones.



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En el texto hay: vampiros lobos, brujas y demonios

Editado: 23.01.2022

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