Tormenta [almas perdidas]

Capítulo 11

Agua y aceite 

Darleen

El páramo, una dimensión alterna entre la tierra y el infierno, el lugar más hermoso jamás mencionado por los siete reinos. Mi sitio seguro. Mi zona de confort en dónde claramente solo existo yo nadie más a mi alrededor más que todas y cada una de las pequeñas creaturas mágicas que habitan aquí para cuidarlo y protegerlo de las amenazas. La brisa de las olas del mar, nocturna me golpea mi rostro dejando pequeñas partículas del agua por todo mi rostro, una corriente débil pero fría de viento hace bailar mi cabello hacía atrás.

Cuando menos lo esperas siempre te tienes que conformar con las mentiras que debes sostener ante la sociedad, muy en el fondo quiero compartir el resto de mi vida con un hombre como Jaden y, no es por qué él sea precioso o por querer ser la envida de todas las demás mujeres en el reino o su reino; no es esa la razón por la cual acepte ser su esposa hace un par de meses atrás, antes de que mi madre me enviara a Nuevo Orleans por aquella criatura tan fascinante que puede llegar a ser Nicklaus Gray. Y por muchas cosas más cuando los silencios que compartes con la otra persona se tornan cómodos en vez de incomodos se supone que es cuando te das cuenta de que estás con la persona correcta, ¿no? Bueno en realidad es que ni siquiera se la razón por la cual sigo dándole vueltas a la escena que presencie de Abigail y de Shadow, en dónde claramente se podía notar el deseo entre ambos por formar un vínculo no amoroso, pero si lleno de atención. Abbey, siempre de pequeña había querido toda mi atención y siempre se la di porque no podía negársela a la niña que en algún momento fue la luz de mis ojos y a otra es mi tormento. Nunca creí poder a llegar a detestarla tanto como ahora lo hago, siempre tiene que estar detrás de todo lo que está detrás de mí.

En mí jamás vivirá el deseo de torturas a las personas como le gusta a mi madre hacerme sufrir o en sus palabras «mostrarme cuan fuerte puedo llegar a ser» nunca entenderé dentro de las cuatro paredes de su cuarto de tortura pareciera ser ella a la qué le debo temer, pero fuera de esa habitación se enconde detrás de la corono, de la figura monárquica de mi padre para reprocharme que ella me dio la viva y si ella deseo me la puede quitar. Todo porque le he dicho que yo no quería una corono, joyas y una viva de reina a la que le deben dibujar sonrisas con maquillaje y tener que ser hipócrita con los demás para quedar bien ante la sociedad de nuestro reino. Vaya razón tan degradable para un rey que decía amar por igual a sus hijas, pero siempre tiene que estar detrás de la coqueta de su hija menor, la luz de sus días oscuros y la razón de todas y cada una de sus sonrisas desde que llego a su vida. Mientras que yo tengo que ensuciarme las manos de sangre inocente y no tan inocente para poder llamar su atención de él. Poner ante sus pies todas las cabezas de sus enemigos para al menos ganarme una mirada fugaz y después la humillación de que la belleza de mi hermana le hará conquistar todos los demás reinos pequeños que tanto desea mi madre sin el uso de la violencia.

La venganza en la forma más eficaz de poderle hacer daño a la persona que tiro la piedra primero sin querer hacerlo o en el caso de Shadow su excusa «ella quería atención y yo se la di porqué tú jamás me la darás a mí» y tiene razón un príncipe como él jamás debe ser merecedor de la atención de una asesina como yo.

El último baile del año se acerca y no puedo detenerme a pensar en otras cosas menos importantes que no sea que el baile esté a la altura del estatus de mi madre, siempre todo debe lucir espectacular para que las malas lenguas jamás critiquen lo que según para toda la sociedad la reina Adalyn “organiza” cuando el mundo se entere que si todo sale a la perfección es porque yo siempre debo de estar detrás de toda esa perfección que al final del día termina siendo merito de mi madre por su creatividad y no por la escoria de su hija que solo busca guerra, sangre y degradar el titulo de princesa por una guerrera. Solo espero que después del baile de invierno todo esto llegue a su fin y de nuevo pueda salir del reino, ir en busca de acción y no tener que quedarme sentada en la espera de que mi madre busque cualquier excusa para poder aprovecharse de mí y de todas y cada una de mis acciones “buenas” ante su sociedad democrática en donde la mujer solo debe ser sumisa ante su marido. Que idea tan tonta es la que esa mujer porta dentro de su cabeza idealista.

Ahora lo más importante es como carajo podré poner sus vivas fuera de peligro para así poder tener suficiente tiempo de saber porque razón son tan importantes para mi madre, en especial Nicklaus que pareciera que su sola presencia hizo que su corazón regresara a la vida y aunque este físicamente muerta pareciera que ver su viva imagen la trajo de nuevo a la vida y tengo que llegar al fin de mi pregunta ¿Por qué? Y al fin terminar de comprender la mente tan macabra de mi madre. Porque si quisiera matarme lo hubiera hecho antes de que todo mi cuerpo tomara tanta fuerza, ya que ella misma fue la causante de mi maldición, no termino de comprender nada; todas estas situaciones simplemente me dejan ver que esa mujer guarda bastante secretos detrás de una cara bonita, una figura que hace babear a los hombres cuando la miran y un corazón lleno de crueldad y secretos que solo yo seré capaz de revelar.

—Pensé que jamás volverías a poner un pie en este lugar.

—Y yo creí que tú jamás volverías a poner un pie aquí —respondí.

—Puede que sí lo haya dicho así, pero jamás podría dejar aun lado la belleza de vista que tenemos frente a nosotros, mi pequeño ciervo blanco —extrañaba su largo y nada peculiar apodo de Jakov, mi abuelo.

—Pensé que ya había pasado a ser un ciervo muerto y lleno de oscuridad —farfullé.

—Qué hayas aceptado quedarte con la personalidad que creaste a raíz de ese pequeño percance para hacerte más fuerte solo es un reflejo de cuan poderosa puedes llegar ser si solo aceptas quien eres y quien serás en el futuro, mi pequeño ciervo blanco —ser acerco más—. Todos comentemos errores por tomar decisiones apresuradas, no existe persona perfecta en el mundo que al menso en toda su vida no haya cometido al menos diez errores de los cuales tres le hayan dado el resultado que él esperaba. Se que te cuestionas si fue buena idea atraerlos a ambos a tierra de guerra en donde la paz es lo último que sobra en ellas y, creo que ambos ahora sabemos la respuesta de tus decisiones, ¿no es así?



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En el texto hay: vampiros lobos, brujas y demonios

Editado: 23.01.2022

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