Tos

ADISSON

4 Años antes, donde todo empieza....

Encontré de camino a mi amiga Addison. Dio varios pitidos con su bocina para que me detenga.

Sucedió a continuación que aquella dulce morena de ojos oscuros detuvo su camión de cinco toneladas y acomodó su cabina hacia mi lado izquierdo de mi camioneta.

Adisson es veterinaria de profesión y en la parte de atrás de su transporte, trae siempre consigo jaulas llenas de animales.

¿Buenos días, Qué sucede, Adisson?

Hola, Joseph. Necesito hablar contigo, podrías ir a ver un rato lo que tengo que mostrarte.

Mis pasos apresurados excitaron mi curiosidad y fui a ver lo que tenía que mostrarme. Podía imaginar que se trataba de animales, obviamente. Sin embargo, esto nunca había pasado en que Adisson tenga que enseñarme algo con suma urgencia.

Al abrir la parte de atrás de su furgón, cuando las dos puertas se abrieron hacia afuera. Allí dentro se encontraban cinco jaulas que contenían, tres perros y dos gatos. Un Pastor Alemán, un Pastor Belga Malinois, un Husky Siberiano y dos gatos siameses.

¿Aún no entiendo nada? ¿Qué pretendes decirme?

Sí, dame un momento y te explico. Trabajo en conjunto con un albergue de mascotas. A mí me toca revisar todos los animales que ellos traen a mi local. Siempre ha sido muy común que no sobren animales adoptivos y otros en cambio son puestos a la venta.

Pero ahora ha acontecido un hecho extraño, donde ni por más tiernos y bonitos que sean estos animales ya nadie los quiere comprar y tampoco se los quieren llevar gratis.

Las jaulas se empezaron a llenar, y luego bajaron el índice de adopciones y también los que tenían que ser puestos a la venta. Entonces, por la poca demanda que había de animales se bajaron los precios de los que se tenían que vender. Sin embargo, el declive continuaba. Primero se pudo sostener la operación y luego ya fue insostenible.

Se llenaron las jaulas, los perros y gatos parieron muchas crías en exceso y luego tuvimos un excedente de cincuenta y ocho animales.

Llevamos los animales a una feria, pero solo cinco fueron adoptados. Por tanto, los cincuenta y tres animales que nadie quería ahora tendrían que cruzar el puente del arco iris.

¿Qué es el puente del arco iris?

Según dice la leyenda que es un lugar de descanso eterno. Al otro lado del puente se encuentran prados y colinas en las que pueden correr las mascotas, jugar y disfrutar de su inocencia. Dicen que ahí también existe abundante comida, agua y sol. Y sobre todo, lo más importante, es que no tendrán que bañarse nunca más.

Me parece muy injusta la decisión. La protección animal no está velando por los derechos de estos inocentes y están siendo muy intolerantes.

Entonces me reuní con mi equipo y fue así que nos repartimos mascotas y ahora hemos logrado introducir cuarenta y ocho que ya tienen un nuevo hogar. A mí me quedan estos cinco solamente. Entonces, en aquel momento de mi desesperación tan solo una imagen vino a mi mente. La de tu presencia.

Tú tienes hacienda y sé que puedes colaborar a que estos animales no pierdan la vida. Tampoco pueden dejarse en la calle abandonados, sería un crimen en el cual podría ir a parar a la cárcel.

Te pido que me ayudes, se verán bien en tu hacienda. Eso te lo aseguro.

Me rasqué la sien y le dije a Adisson que tenía que hablar con mi esposa y también con mis hijos. ¿Hasta mientras pueden permanecer en tu casa mientras te tengo la respuesta?

Gracias, muchas gracias, Joseph. Sabes que he intentado regalarlos pero no he tenido suerte. Además, míralos, no te parecen tiernos, son todos unos cachorros, el que más edad tiene, cuenta con tan ocho meses solamente.

Cuento contigo, amigo. Ah, y si no quieres a los cinco, yo puedo quedarme con uno. Ya tengo dos perros y un gato, pero puedo completar otro miembro más en la familia. Además, piénsalo, es un número perfecto. Una mascota para ti, otra para Rowen, otra para Matthew y otra para Hailey. Ahora, si llevas las cinco, la otra mascota será para tu hermano. Ah y por poco me olvido, te haré un descuento importante cuando le vayas a hacer las respectivas vacunas y te daré consejos de sus cuidados.

La verdad es que no lo sé. Me siento algo dubitativo. Resulta que antes he querido tener mascotas. Pero es que no me he atrevido ya que los perros persiguen a las vacas y pueden lastimar a las gallinas, a los gallos, patos y a los gansos. Los gatos son igual de traviesos. Además, existe un inconveniente, es que a Hailey no le gustan las mascotas. Dice que es alérgica a los pelos de los animales, aunque en realidad, no le creo.

Difícilmente creo que ella podría aceptar, aunque si fuese por mí no existiría ningún inconveniente.

Tampoco existe obstáculo alguno en mis hijos y mi hermano. Por ellos estaría encantado de que los llevara, solo que mi esposa Hailey es la única obstrucción de por medio.

¿Has visto Hatchico?

!Sí!— le respondí.

Recuerdas que a la esposa del profesor no le gustaban las mascotas y luego amó a Hakchi con locura. Tu historia puede ser exactamente igual. No lo crees.

Ja, lo dudo, ya que no soy profesor. Por lo que sigue dame hasta llegar a la casa y te timbro a tu teléfono. Quiero ayudarte porque me has ayudado siempre con mis animales.

Sí, te curé a un gigante toro enfermo, aquella vez fue por ti, ahora será por mí. Y no quiero que pienses que me debes de un favor. No, cualquiera lo hubiera hecho igual. Solo que esta vez me encuentro un poco desesperada. Espero ansiosamente tu mensaje. Hasta mientras estos angelitos del cielo se van a quedar conmigo para hacerme compañía.

Te ayudo a entrar las mascotas hasta tu casa.

Ah, no, no es necesario. Puedo sola, soy joven y fuerte. El día que tengas los huesos rotos y sea muy vieja me tienes que ayudar de forma obligatoria.

Claro, seguramente cuando eso suceda yo ya estaré tres metros bajo tierra.




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