Touch

Capítulo 1: Legado de Midas

Meses atrás...

Una única orden ejecuta mi cerebro, correr. Mientras lo hago, miro de un lado a otro tratando de encontrar un camino por donde seguir pero lo único que veo es bosque, su inmensidad, su espesura tira su peso sobre mí como si fuese un hoja cualquiera que ha abandonado las ramas, seca, marchita, sin ninguna clase de poder ante los majestuosos y verdes reyes de la altura. 

Se supone que debo confiar en mi intuición pero al parecer es ella la que no confía en mí, la que ha decidido abandonarme a mi suerte y sin ningun recurso al cual apelar, haciéndome sentir que estoy dentro de una película de terror, en la que por más que corras vas a parar al mismo sitio, una y otra vez, hasta caer en las garras del vil asesino. Aún así , sigo corriendo. 

Por más que me esfuerzo en recordar, nada me es familiar, no hay nada en este sitio que me recuerde a casa y lo único que consigo milagrosamente es seguir corriendo, aunque cada vez me sea más difícil y más al saber que es imposible huir de mi destino,  que en cualquier momento todo terminará y habrá sido en vano tanto esfuerzo. 

Los músculos de mis piernas queman, al igual que mis pulmones con cada respiración forzosa que hago, siento que me falta el aliento y que aminoran mis fuerzas, que el corazón martilla fuerte contra mi pecho en un ritmo salvaje y acelerado, lo que hace viajar una de mis manos hasta allí, en un acto reflejo como si con eso pudiera retenerlo allí dentro. Debe ser la adrenalina causada por el miedo, la misma que recorre cada célula mi cuerpo para mantenerme corriendo y extender unos minutos más mi esperanza de vida. 

En lo poco que recuerdo de mi vida y lo que me grita el instinto me había sentido tan asustada como ahora, y lo que lo hace aun peor es que sé que no es por mí por quien temo, es por lo que pueda pasarle a él. Se ha quedado atrás arriesgando su vida para salvarme, para darme la oportunidad de salir de todo esto. 

No quería dejarlo pero no tuve elección ¡ellos no nos dieron otra elección!, solo me restaba hacer lo que él me indicara,  haría cualquier cosa por él, y él me ha dicho que corra. 

Miro hacía atrás para asegurarme de que nadie me sigue,  que he puesto distancia sufienciente para permitirme tomarme un momento y recobrar el aliento,  me detengo al ver que estoy sola pero no me confio,  aguzo mi oído en intento ubicar algun sonido que los delate pero todo está en silencio.  

—Te tengo. 

Suelto un grito y forcejeo por liberarme, al principio solo es la voz grave de un muchacho que salió de la nada, tomándome por sorpresa, deteniendo la avalancha de pensamientos que amenaza con sepultarme. Me envuelve en sus brazos y me sostiene fuerte contra un árbol manteniéndome oculta. No dejo de luchar contra   mi opresor sin mirarle siquiera, sabía que era inevitable que me encontraran, que la muerte me alcanzara, pero decido usar las pocas fuerzas que me quedan para no hacerles fácil su labor, quizá y así, compro tiempo para que él venga a rescatarme. 

Le grito a mi captor que me suelte pero me tapa la boca con su mano, siento la presión de su cuerpo contra el mío manteniéndome de espaldas contra el tronco del árbol, firmando en mi espalda la molesta corteza irregular del mismo aunque sin hacerme daño. Su agarre es fuerte pero no me lastima. Se acerca peligrosamente obligándome a centrarme en una sola cosa, su rostro; me armo de valor y le enfrento, caso mi mirada con la suya para desafiarlo y algo extraño pasa, justo en el instante en el que miro sus ojos...

***

Alysha's POV 

Mi historia es un poco complicada, a decir verdad toda mi vida ha sido complicada. Nací de una familia que en su sangre lleva una herencia, para mí es más una maldición. 

Nos llaman los hijos de Midas y cada vez que en mi familia, desde mis predecesores hasta la fecha, hay un nacimiento de gemelas, somos protegidas como un tesoro y es que realmente lo somos. 

Pasa cada 100 años o al menos eso creemos, al igual que creemos saber por qué ocurre, pero eso lo comprenderán más adelante cuando yo termine de hacerlo, hay muchas cosas que yo tampoco entiendo y no se cuanto tiempo me llevará conseguirlo,  para ello debo ir hasta nuestro lugar sagrado,  el Delfos,  a aprender sobre nuestras leyes y nuestra historia,  celosamente resguardada por los encargados para ello,  los Mayores. 

Mi hermana y yo nacimos hace 17 años y podemos hacer lo que para muchos es la respuesta a sus plegarias, aunque por alguna razón ese "don" se desarrollo mucho más en mí,  ella no puede manifestarlo. Muchos piensan que es sencillo hacer uso de él pero no es tan simple y tiene sus reglas; abusar de ese poder puede acabar incluso con mi vida y las responsabilidades que conlleva ser su portadora se han convertido en una carga pesada que no quisiera tener que llevar sobre mis hombros. 

Vivimos en la montaña de Frigia resguardados del resto del mundo, aquí todo es "normal" según los Mayores,  pero yo no lo siento así, hay quien salen y no regresan, eso me dice que las cosas funcionan de otra manera o que fueron atrapados impidiendoles volver.  Pero, ¿Cómo saberlo? hablar sobre lo que hay fuera del límite de Frigia está completamente prohibido para aquellos que están autorizados a salir. Uno de ellos es mi padre. 



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En el texto hay: fantasia, mitos, romance

Editado: 01.06.2018

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