Raúl, cariño, tú fuiste mi primer beso, la primera mano que cogí, pero no eres más que un chico normal y corriente y no lo digo para ser mala, no es así. Simplemente era que tenías algo que me hacían necesitar ser tu novia, todavía no sé exactamente qué era pero ahí estaba y era increíblemente fuerte.
Y lo conseguí era tu novia me lo pediste por un mensaje y yo tontamente acepte. Sí, así, a la primera porque te amaba y no podia dejar que te arrepintintieras, lo hice rápido porque me moría de ganas por ser tu novia.
Un lunes acepte y no te vi hasta el jueves allí sería nuestro primer y único beso, para ti no significaría nada, sólo era una chica más, pero para mí sería especial, eras mi primer novio, mi príncipe, mi príncipe, mi todo.
Estaba tan preocupada por qué tipo de beso sería, mis amigas me habían descrito muchos tipos de besos, resultó ser uno de los bonitos, no me metiste la lengua hasta la garganta, no me agarraste el culo, simplemente juntamos nuestros labios y nos besamos y ya está.
Tan simple como eso, estábamos en la parada de autobuses, me tomaste de la mano de, levantaste mi mentón te inclinaste y juntaste nuestros labios, pero sabes qué? Para mí fue magia, lo más especial del mundo, éramos tú y yo solos en un lugar abarrotado de gente, ese día fuimos magia, fuimos sensaciones, lo sentí todo en un instante, pero nada dura para siempre y tuve que irme. Me fui así, sin más, sin darte un último beso de despedida, sin contar con que ese sería nuestro único beso, pero ya no es tiempo de lamentos