Lucía:
Mi mirada viajó a mi mamá que salía de la casa, me siento impresionada con su actitud, ni con mi mejor amigo no tiene esa actitud de alegría y calma de manera exagerada.
Samuel: ¿Qué piensas amor? _habló haciendo que saliera de mis pensamientos.
Lucía: no me digas así, no me gusta..._dije dándole una mirada seria.
Samuel: pronto te gustará _habló guiñando su ojo.
Lucía: ya es muy tarde _hablé mirando el reloj, esperando que se fuera, sentí sus manos que agarraron mi cintura, me volteé nerviosa.
Lucía: quita tus manos de m í_hablé enojada y nerviosa.
Samuel: me gusta estar así _habló mirando mis labios_ muy cerca de ti, ponerte nerviosa.
Lucía: yo no estoy nerviosa, así que por favor me puedes soltar _hablé riendo nerviosa.
Samuel: me encantas Lucía _habló mordiendo su labio yo trague fuerte_ sé que no eres mía todavía, pero lo serás Lucía, serás mía _habló con tono posesivo.
Lucía: yo no soy de nadie _hablé enojada, él iba a hablar pero la puerta sonaba, él me soltó rodando los ojos, abrí la puerta y me encontré a mí vecino, lo miré confundida y nerviosa, ese chico nunca los ha hablado y no lo negaré es un chico muy atractivo aunque no tanto como Samuel, sentí unas manos en mi cintura sabía que era Samuel, no iba a discutir ahora, el chico me miraba.... ¿nervioso?