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Lucía:
El chico me miraba ¿nervioso?.

Chico: quería que tu madre me ayudara en algo _habló nervioso.

Lucía: ¿Es de enfermería? _hablé confundida.

Chico: si quiero que me ayudé _aclaró su garganta y me miró a los ojos_ con unas inyecciones.
 
Lucía: yo puedo ayudarte _hablé sonriendo, no era mentira, mi madre me ha enseñado todo eso.

Chico: oh...¿Tú puedes? _habló confundido.

Lucía: claro que sí _hablé orgullosa_ ¿Ahora o más tarde?

Chico: ahora _dijo después miró al chico que estaba detrás de mí_ si puedes.

Lucía: entra, Samuel ya se iba ¿verdad? _dirigí mi mirada a Samuel, que me miraba confundido, luego rodó los ojos, el chico entró a la sala en lo que yo me quedaba con Samuel en la puerta.

Samuel: ¿Te quedarás con ese tipo? _habló apretando sus puños.

Lucía: te daré una oportunidad si te vas _hablé sonriendo, sus ojos se abrieron.

Samuel: es una propuesta _habló sonriendo_ muy tentadora.

Lucía: tu, ganas algo, yo gano también _hable encogiendo mis hombros.

Samuel: está bien _habló resignado_ me llamas por cualquier cosa _habló mordiendo su labio.

Lucía: si claro, fuera _hablé empujándolo para afuera ,el se volteó quedando cara a cara conmigo, su mano apretó mi cintura, nuestras narices se rozaron, podía sentir el aliento de Samuel en mi mejilla, sus labios se juntaron con los mios, de manera ruda, puse mis manos en su cuello profundizando el beso, su lengua buscaba la mía con necesidad, gemidos salían de mi boca a sentir lo caliente del beso, sentí necesidad de respirar y con frustración me separé para respirar bien, sus labios se encontraban rojos una sonrisa se hizo en el, su cabeza se agachó lo miré confundida y dirigí mi mirada a donde se encontraba su mirada, pude ver una ya erección en sus pantalones, mi mirada se asombró a ver su gran problema de abajo, su mano sujeto la mía fuertemente, me quería zafar pero él no me dejaba, enojada lo miré hasta que solté un jadeo de sorpresa a sentir con mi mano la dureza de su gran erección, el me miró sonriendo.

Samuel: podrás hacer lo que quieras con él _habló refiriéndose a su erección_ cuándo seas mía _lo miré incrédula y me zafe rápido de el para salir corriendo a la puerta de mi casa.