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Lucía:
Mi cuerpo tembló a sentir lo helado del agua, Samuel me miró y sonrió y se acercó a mí.

Samuel: ¿Tienes frío? _habló preocupado, yo asentí mirándolo nerviosa_ ¿Te quieres salir?

Lucía: no Samuel _hablé negando con la cabeza_ sólo ¿me haces un favor? _dije mirándolo nerviosa_ puedes abrazar...._no pude terminar ya que sus brazos rodearon mi cintura muy fuerte, mis mejillas ardieron a sentir su cabeza descansar en mi hombro, puse mis manos en su cintura acercándolo más a mí, el frío dejó mi cuerpo haciendo que el calor entré a mi cuerpo, me sentía muy bien estar así, unos minutos después nos separamos el me miró sonriendo.

Samuel: ¿Listo? _yo a sentí sonriendo_ vamos a cambiarnos _habló sonriendo de la misma manera, caminamos en silenció hasta el auto, mi vista se fijó en Samuel que traía su mirada en mi trasero, mis mejillas se encendieron a ver cómo me miraba sonriendo al fijarse de mi mirada, lo primero que hicimos fue buscar unas toallas que tenía Samuel en el baúl, me dio una a mí, me seque mi cabello, luego saqué mi ropa del auto de Samuel, el me miró sonriendo.

Lucía: ¿Puedes mirar a otro lado? _hablé seria_ me incómoda que me mires vistiéndome.

Samuel: ¡Por dios lucía! Ya te vi en ropa interior _habló soltando una carcajada.

Lucía: no es gracioso _hablé rodando los ojos, me empecé a meter el pantalón, cuando me iba a poner la camisa, unas manos apretaron mi cintura, me giré mirando a Samuel mordiendo su labio.

Samuel: me gustan tus senos _habló mirándome con deseo.

Lucía: ¡Pervertido! _hablé sonrojada, él sólo río negando.

Samuel: se sentiría demasiado bien, lamer y morder tus pezones poniéndote muy caliente _habló en mi oído haciendo que me estremezca.

Lucía: tenemos que irnos ya Samuel _hablé entrando al auto nerviosa, esas palabras me han excitado.