IV Desconocidos 2/2

— llegas tarde... Jimin — un hombre en un impecable traje negro y corbata a la par, solo unos 8 centímetros mas alto que el, de facciones similares a las suyas, solo que más maduras, lo recibió con un semblante demasiado serio, uno que conocía de sobra — otra vez—  aquellas palabras provocaron que se congelara en el marco de la puerta, el miedo lo invadió impidiéndole caminar. Se suponía que el no debía estar en casa a esas horas, pero estaba ahí,  parado a unos dos metros de si mismo, mirándolo con tanto enojo cargado que sentía que en algún momento se lanzaría sobre el y le arrancaría la cabeza — saluda o es que eres un perro.

— Hola papá... No esperaba— intento con toda la fuerza mental que aun tenia no agachar la mirada y mucho menos tartamudear, eso solo empeoraría las cosas —Que haces tan temprano en casa.

— ¡Que!  ¿Ahora no puedo venir a mi propia casa? — dio unos pasos acortando un poco la distancia con su hijo.

— no, no es eso — ese  hombre ni siquiera estaba gritándole, pero aquel tono que usaba lo hacia sentir mas pequeño de lo que era.

— ¿No vas a entrar? — el hombre de mayor edad de sonrió cínicamente haciendo el ademán de darle entrada a alguien importante, siempre intentando herirlo. Quizás pensaran, ¿quien puede herirse con algo tan simple?   — ¡Entra ahora! — a pesar de que no fue un grito como tal, más bien fue como un leve tono de esos que carecen de emoción, no importa como se detalle, provocó en Jimin mucho temor aún así ingreso hacia aquel edificio que llamaba hogar, seguido de aquello la puerta fue cerrada en un golpe seco.

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— Que cara tienes hermano, te ves terrible — ese era uno de los tantos comentarios que había recibido sobre su apariencia ese día. En realidad no eran exageración, no había podido dormir, ni comer correctamente, tenía la mejor suerte de su vida, en su casa las cosas estaban vueltas un caos y para completar Jimin estaba evadiendolo. Literal, salió a deberle, en fin una semana de perros, ¿así que porque no abandonarse a si mismo? — ven, vamos a comer algo, quizás y te sientas mejor —  asintió silenciosamente mientras se dispuso a caminar detrás de Ilhoon hasta la cafetería, este ultimo detallaba a su amigo mientras esperaban su pedido, había perdido peso en estás semanas y al parecer se equivoco pensando en que hoy al menos comería algo, no fue así,  solo pidió una botella de agua que ni siquiera de digno a abrir, solo la pasaba de una mano a la otra. No podía evitar sentirse enojado, todo era culpa de ese chico — ¡Jeon!—

— No tengo mucha hambre que digamos — la manera en que irradiaba cansancio puso nervioso a Ilhoon, nunca había visto a su amigo así, tan ido,  retraído, tan acabado. Además de que ahora parecía que sus días de andar en peleas que no le pertenecían habían regresado, por el estaba bien, siempre seguiría a su mejor amigo, aunque ya se había acostumbrado a mantenerse sin un rasguño o amenaza, eso a sus padres les agradaba, los dos habían mejorado en comportamiento y notas, ha excepción del Yongguk el primo de Jungkook, ese tipo era un caso aparte. Bueno, su amigo siempre tuvo notas ejemplares, pero si Jeon se iba a los puños el también lo haría, podrán decir que Ilhoon es muy influenciable y no sé equivocan, el lo sabe, Jeon lo sabe, no es alguien problemático aunque con lo anterior parezca lo contrario, no es así, simplemente que no soporta el no poder ayudar a su amigo mas cercano.

Jungkook  soporta mucha mierda en silencio. Siendo el menor de tres hermanos, dos de ellos sin logros que mantenga el ego y la posición de los Jeon, toda esa presión de las expectativas  recae sobre el y termina pisoteándolo, siempre cumpliendo y siguiendo ordenes al pie de la letra sin rechistar, aunque eso vaya en contra de sus principios, eso por decir poco— nunca pensé que llegaría a esto, me siento patético.

— Pensé que ese niño seria bueno para ti, deberías dejarlo   — Jeon negó en silencio intentando no ahondar en la platica  — hermano, reacciona, puedes meterte en problemas.

— ¿problemas?

— ¿Tu familia sabe de él?, si ha ese niño se le da por decir que te aprovechas será tu fin, tus padres te quitarán el apellido.

— no me importa y no lo hará, porque no es el caso.

— pasará lo mismo que con tu hermano.

— yo ...
— ¡ya basta!

Apenas captaron la silueta de Park acercarse a ellos, decidieron  guardar silencio. El chico no espero a que le dieran la bienvenida, no era tonto, así que solo se sentó a lado de Jeon, soltó un hola cargado de confianza y de desconocimiento de la situación, dudo un momento si hacerlo o no, pero al final  depósito un beso en la mejilla del mayor, este por su parte se estremeció y se dejo llevar  por un momento cerrando sus ojos momentáneamente, aquella escena no duro mucho, el, de verdad no podía estar apareciendo así como así después de ignorarlo tanto tiempo, no podía estar sonriendole de esa forma como si de verdad le alegrara verlo.

— ¿Ustedes dos ya están en algo? — soltó Hoon de manera cínica estaba claro que no le agradaba ese chico Park, por otro lado Jeon le dio una mirada de advertencia  pero ni siquiera se inmutó, aunque no paso desapercibido la falta de respuesta del rubio, que esperaban que Jimin al fin de decidiera si eran algo o no — ¡no!, entonces no tendrá nada de malo que veas a Yoongi.