Trabajo de ayer

P A R T E - X : MOLINITA QUIERE SER MUJER

EL BESO DE LA MUJER ARAÑA 

En El beso de la mujer araña, una dinámica frecuente entre Molina y Valentín es que el primero le cuenta a su compañero de celda historias de películas que ha visto, en las que recrea un universo literario con diversas heroínas. ¿Qué reflejan estos relatos sobre la identidad y el imaginario emocional de Molina? Para su análisis, tome en cuenta el título de la novela. 

 

Esta novela pertenece al escritor argentino Manuel Puig, uno de los mejores autores de la literatura argentina que renovó las formas y géneros literarios. Fue publicada por primera vez en 1976 por la editorial Seix Barral de Barcelona. Asimismo, refleja la realidad social de la época, que se sitúa en Argentina de los años setenta, cuando hubo un fuerte régimen dictatorial impuesto por los militares. Entonces, se genera un espacio en el cual surgen valores, emociones y nuevos estilos de comportamientos sociales que emergen en un determinado momento. Por ende, la obra narra la relación que se construye entre dos presos, Valentín y Molina, en una celda argentina. De tal modo, la novela se centra en la caracterización psicológica de los dos protagonistas, siendo un ingrediente fundamental las películas que Molina, el homosexual, suele contarle a Valentín, el preso político. En consecuencia, se originan rupturas en relación a un orden social establecido, que ocurren entre los personajes. De esta manera, a continuación, detallaremos cómo se muestra la identidad y el imaginario emocional de Molina a partir de sus relatos contados. Además, se tomará en cuenta el título de la novela: El beso de la mujer araña. 

 

Para iniciar, la obra está narrada de una manera inusual a la narrativa tradicional, debido a que presenta la ausencia de una voz narrativa. En ese sentido, una de las principales características de la novela es la ficcionalidad, una cualidad literaria según Culler (2004), dado que inicia a partir de un diálogo. Asimismo, esta novela guarda una relación especial con el mundo, ya que cuestiona los roles culturalmente aceptados, en especial, los admitidos al género masculino y femenino. Por ello, el acercamiento entre los dos personajes,  Molina y Valentín, abre paso a las nuevas concepciones de las ideologías sexuales.

 

Entonces, Puig interioriza más allá de las limitaciones que impone la escritura tradicional y presenta una nueva concepción de lo que era la homosexualidad a través de Luis Molina y Valentín Arregui. Por un lado, Molina es encarcelado, implícitamente, porque es homosexual y la sociedad busca silenciar su identidad por medio del encarcelamiento para que el orden social establecido no sea amenazado por dichos pensamientos progresivos. Por otro lado, Valentín, es apresado por ser un subversivo político a favor de la lucha de clases durante la dictadura de Argentina en ese entonces. 

Así, en un comienzo, se marca la diferencia entre los personajes y se producen varios desacuerdos en el trayecto de la novela. A partir de ello, pese a que se expresan distintos puntos de vista, Molina decide contarle a Valentín acerca de las películas que había visto. De esta manera, Molina se presenta con ciertas expectativas sociales en relación a las mujeres sin salir del marco tradicional de la época. Asimismo, de acuerdo con Culler (2004),  la identidad del personaje se basa en rasgos de la personalidad que se revelan a lo largo de las tribulaciones de la historia. Esto podemos vincularlo con la novela, ya que la identidad que tiene Molina es fundamental para que exista una relación entre él y Valentín, lo que provoca que los dos personajes se vayan influenciando y aceptando mutuamente al irse conociendo con ayuda de las historias contadas por Molina. Por tanto, mientras se fortalece la relación que establecen Molina y Valentín en la celda, la identidad de Molina se transforma a raíz de las diferentes sujeciones de Valentín; así como la idea que tenía Molina acerca de la mujer tradicional se va reestructurando por una identidad que refleja mejor su feminidad.

En consecuencia, a través de los relatos de Molina y su forma de narrar, se nos permite conocer cada rasgo de su identidad. De este modo, se evidencia que cada película contada por el personaje principal lo identifica y se siente afectado de alguna manera al relatar la historia. Por ello, las películas que cuenta Molina se convierten en un escape de la realidad, no solo de la celda, sino de su cuerpo de hombre hacia su alma de mujer. Molina menciona lo siguiente: “Estoy encerrado en esta celda y es mejor que piense en cosas buenas … déjame escapar de la realidad de vez en cuando, porque ¿por qué debería dejarme deprimir más de lo que estoy? De lo contrario, me volveré loco “(Puig, 1976, p. 78).

 

En primer lugar, las películas presentan un factor en común: todas son protagonizadas por mujeres y tratan de una historia de amor principalmente. En el relato de la mujer pantera, se produce una relación entre una mujer que tiene una obsesión con una pantera y un arquitecto que se enamora de ella. Asimismo, en la película propagandística nazi, la heroína es una actriz y cantante francesa que se enamora de un oficial alemán durante la Segunda Guerra Mundial, y se casan. Por su parte, la historia que se guarda para sí trata sobre una sirvienta fea que conoce a un hombre desfigurado por la guerra que fue rechazado por su novia. De igual manera, está el relato de un corredor de autos, hijo de un padre rico, que se enamora de una señora francesa elegante e inteligente. Además, otra historia es sobre la mujer norteamericana que se casa con un hacendado, cuyos trabajadores son zombies; y, finalmente, la última película trata sobre una cantante retirada que se enreda con un periodista. 




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