portales

Ana y Danny, curiosos y llenos de energía, exploraban las colinas verdes cerca de su pueblo mixteco, cuando se toparon con un misterioso nacimiento de agua. La corriente clara fluya suavemente creando pequeños pozos cristalinas que reflejaban la luz del sol. 

En ese momento, su sabia abuelita Son, se acercó con una sonrisa cálida y les explicó la importancia de mantener respeto por los nacimientos de agua.” Estos lugares son más que simples manantiales”, les dijo con seriedad con su voz dulce.” para nuestra gente son portales sagrados. El acceso a la morada de nuestras deidades.” 

Ana y Dani escucharon atentamente las palabras de su abuelita, respetuosos de sus tradiciones ancestrales. Sabían que para los mixtecos la naturaleza era más que un simple regalo; era un santuario vivo, habitado por seres divinos. 

“si somos irrespetuosos con estos lugares sagrados”, continuó abuelita Son, “podemos perturbar el equilibrio, enfermar e incluso atraer la ira de las deidades. Por eso siempre debemos mostrar gratitud y respeto.” 

Con estas enseñanzas a arraigadas en su mente. Ana y Danny aprendieron a apreciar la belleza de la naturaleza con un sentido de reverencia, entendiendo que cada nacimiento de agua era un puente entre su mundo y el de los dioses, merecedor de su cuidado y respeto.