EVA
Al llegar a casa, me esperaba una bronca de lo mejor. Mi madre estaba en la puerta esperándome. Estuve sentada hasta casi las once de la noche, escuchando a mi madre regañarme. Fue de lo peor y lo malo es que me dejé el cuaderno en la ASO cuando estuve ahí y no tuve excusa para decírselo porque no lo tengo. Además, me vio con Ellie cuando llegué a casa y me preguntó quién era, que me fui a la biblioteca y tardé muchísimo y la biblioteca cierra a las ocho. Bueno, vaya bronca.
-No te vas a liberar del castigo, señorita- Mi madre seguía con su regañina. Mi padre apareció detrás de la puerta
-Tú-lo señaló mi madre-, ¿qué te parece que le ponemos de castigo? -Mi padre no se mete y cuando se mete es para meterme más en problemas
-No sé... tú sabrás- esperaba que dijera algún castigo un poco suave. Sé que mi madre hará de todo para hacerme arrepentirme porque sabe que le mentí. No tiene sentido ir a la biblioteca y volver a las once de la noche, y además sin el cuaderno
Estaba cansada y solo quería ir a dormir.
- El castigo es que tendrás que estar todo el rato con tu primo cuando venga
-¡¿Qué?!, con Erik, ni de coña
-Chiquita, cuida ese vocabulario- Prefiero cualquier cosa que eso
-No, mama. Tengo que estudiar y... y Erik no me va a dejar. ¡Molesta mucho!
-Solo tienes dos exámenes la semana que viene y luego las vacaciones
-¿Y quieres que pase las vacaciones con mi primo? Mamá, tengo planes, cosas que hacer
-Erik no es un niño pequeño, ya es mayor. Además, ¿qué planes tienes? Yo no te dejo salir ningún día de las vacaciones, eso también entra en el castigo- Genial. Es verdad, mi primo ya está mayor. La última vez que lo vi era en casa de mi tía cuando éramos pequeños, ya ha pasado mucho tiempo. Pero aun así seguirá siendo un pesado, seguro. Habla mucho y se mete en donde no le llaman.
Subí a mi habitación, hecha una furia, y me encerré ahí el resto de la noche.
Al día siguiente seguía muy enfadada. Como era fin de semana, no tenía nada que hacer aparte de estudiar y eso hice. Empecé a prepararme para los exámenes de la semana. Tenía historia el jueves (y era muy largo) y lengua el viernes. Aunque en lengua no hay mucha teoría, tenemos muchas cosas de analizar y eso hay que entenderlo bien. Pasé la mañana y la tarde estudiando, solo salí de mi habitación para comer. No quería hablar con mi madre, ni mi padre. Mi desgraciado primo iba a venir el sábado, nada más coger las vacaciones. Iba a venir él y su familia, pero su familia se va el domingo y él se queda el resto de las vacaciones.
El lunes por la mañana decidí que era hora de hablar con Angy. No habíamos hablado por lo menos desde el jueves. No la vi en la entrada, pero en clase estaba ahí hablando con sus amigas. Antes de que viviera el profesor, fui a hablar con ella
-Angy, ¿puede hablar contigo? - Al escucharme, se giró y le dijo lago a sus amigas algo y luego vino a donde yo estaba
Nos fuimos al final de la clase para alejarnos del resto
-¿Qué te pasa conmigo? Ya no me hablas ni nada, ni siquiera contestas mis llamadas- Esperaba una respuesta inmediata, pero esta no llegó
-¿Angy?- La volví a llamar porque no parecía estar en este mundo
-Lo siento, es que estaba en las nubes-Como si no me hubiera dado cuenta
-Bueno, ¿y?
-No me pasa nada contigo, solo he tenido unos problemas familiares y por eso no te he contestado- No estaba muy convencida, ya que Angy nunca tiene problemas familiares, pero no soy nadie para juzgarla. Pero está claro que eso no es, hay lagos más, aunque no me lo quiera decir, pero no voy a insistir
-Vale, pero cualquier cosa me la puedes contar, somos mejores amigas- Aunque dudo lo último al ver su comportamiento últimamente. Iba a añadir algo más, pero el profesor llegó, así que nos fuimos a nuestros sitios
Editado: 27.04.2025