EVA
La profesora Marta estaba ya a cinco mesas para llegar a nosotros. Marcos me quito rápidamente el examen de las manos. ¡Estaba loco! ¿Qué le iba a decir yo a Marta? Por suerte, tenía una hoja en blanco debajo de la parrilla y la saqué. Cuando Marta se acercó, fingí escribir en la hoja. Por suerte, ella siguió su camino hasta la mesa que tenía detrás, donde un alumno estaba con la mano levantada
-Dime Julián- Uf, pude respirar.
La profesora respondió la pregunta que tenía Julián y se fue al frente de la clase a alguien que le estaba llamando.
Al irse, me giré hacia Marcos y le llamé:
-Marcos, mi examen- No sé qué se le había pasado por la cabeza, pero haberme quitado el examen había sido una muy mala idea
-Toma, lo siento es que, como vi a Marta, no sabía qué hacer si dártelo o no, igual me veía. No he copiado nada más, solo he visto el ej. 6- Me pasó mi examen y se concentró en el suyo. No le he creído ni una mierda de lo que me dijo. Era una mentira, estaba claro y lo peor es que seguramente me ha copiado todo el examen.
Por la tarde me había quedado con mis amigos y yo para celebrar que hemos terminado el curso. También tendríamos una fiesta mañana en el cole organizada por los alumnos, en donde los profesores no van a estar, lo que seguramente va a ser un desastre, pero uno genial para nosotros. Por suerte, Erik ya no quería ir conmigo a ningún sitio, se quedaba en casa hablando con Ellie o de vez en cuando salía con unos amigos que han hecho que son un año mayor que nuestro. Me alegro de que no fuera como yo pesaba al principio.
Cuando estábamos todos sentados en la habitación de Sonia, una amiga, en donde íbamos a pasar la tarde, ya que nuestro lugar habitual en donde solíamos pasar las tardes está cerrado hoy
-¿Y qué tal ha sido el examen?- Preguntó Julián
-A mí, fatal y eso de las transaciones en el ejercicio de lengua- Me acordé de que ese mismo ejercicio fue el que me pidió Marcos durante el examen. Me volví hacia él, estaba hablando con Samuel sobre el partido de fútbol
Como si supiera qué estaba mirándolo, me miro. Seguíamos teniendo una relación en secreto. Ya llevamos casi tres meses. Yo quería ya hacerlo oficial, no me gustaba tener relaciones en secreto, no sé, peor prefiero que ser oficiales. ¿Y si una quiere salir con, él pensando que está soletero? Así sabe que tiene novia y que no tiene que ir por él.
Al final me aburrí y decidí irme. Cuando ya me estaba despidiendo del resto para marcharme, Marcos le llamó
-Eva, espera, voy contigo- Se puso las zapatillas y vino detrás de mí. Salimos en camino hacia mi casa- Gracias por tu ayuda en el examen- Bueno, básicamente me quito el examen para mirar todo el mismo, aunque ya le hubiera dicho un par de cosa
-De nada, para eso estoy, para ayudarte si necesitas - Me limité a contestar con eso. No iba a recamarle por haberme quitado el examen, ya estaba hecho
Para la fiesta me puse una falda rosa corta, demasiado para mi madre, pero bueno que ella seguía en la moda de solo vestidos en verano como si tuviera siete años. De arriba me puso un top blanco y unas sandalias blancas de esa que se atan por la pierna. Me ondulé el pelo y un poquito de maquillaje que casi nunca me ponía y listo. Iba a pasar por casa de Angy para ir juntas.
Me abrió la puerta su hermano pequeño. Su madre me dijo que estaba en su habitación terminando de peinarse. Subí y cuando entré, Angy ya estaba lista. Estaba radiante, vestido gris pegado y corto, sandalias altas y un pelo perfectamente liso. Tenía el pelo de castaño claro; de lejos parece rojo.
-Que guapa- Contesto con un gracias en bajo y me observo a mí de arriba a abajo
-Tú también- La manera en la que lo dijo no me gustó nada. La relación entre Angy y yo se había distanciado desde hace mucho tiempo. No le conté que estaba saliendo con Marcos porque prácticamente no nos vemos. Yo quería que todo volviera como era antes, por eso decidí pasar hoy por ella
Ya en la fista, Angy me dijo que iba a buscar a una amiga y en un rato volvia. Yo me senté en una de las sillas y esperaba ver a alguien que conocía. No era de muchas fiestas, solía estar más en casa leyendo o escuchando música, pero de vez en cuando viene bien
Como había pasado más de media hora y Angy no había vuelto, fui a buscarla. Estuve un buen rato buscando, pero no la encontré. Ya me había artado y me fui a la terraza. Ya no aguantaba tanto ruido. Al acercarme a la entrada de la terraza, escuché voces que conocía, desgraciadamente muy bien
-¿Ya, pero cuándo? - Era la voz de Angy
-No sé, creo que sé lo diré mañana por la mañana. Esa... era la voz de Marcos
- Hasta mañana, ¿en serio? - decidí asomarme un poco para ver lo que estaban haciendo y con quién estaban. Solo estaban ellos dos, Marcos sentado en una silla y Angy ¡encima de él!
Editado: 11.06.2025