Recuerdo aquella noche, en la que mirando las estrellas, hablamos de la vida, donde no creí que me enamoraria.
Recuerdo el brillo de esos hermosos ojos marrones, mientras hablabas de lo que te gustaba.
Pero recuerdo mejor tu última frase "pestanea y veras la realidad".
Y al hacerlo me di cuenta que soñaba con quien la vida me arrebató y quien yo amaba con el alma.