Capitulo 9

Los días pasaron en la mansión de Dante mientras Bonnie reflexionaba sobre la oferta que él le había hecho. Cada mañana, encontraba en la rutina de los desayunos silenciosos y las caminatas por los jardines un tiempo para pensar y considerar su situación. Aunque la oferta de trabajo le parecía tentadora, también sentía un peso en su corazón al pensar en aceptarla.

Una tarde, mientras estaba en el estudio de arte de la mansión, trabajando en un nuevo lienzo que capturaba la serenidad del jardín en la luz de la tarde, Dante la encontró.

—Bonnie, ¿puedo hablar contigo un momento? —dijo él desde la puerta, su figura alta y serena en el umbral.

Ella asintió, dejando a un lado los pinceles y girándose hacia él con curiosidad.

—Por supuesto, Dante. ¿Qué sucede? —preguntó ella, su voz tranquila pero llena de expectación.

Dante se acercó y tomó asiento en una silla cercana, mirándola con atención.

—He estado pensando en tu respuesta a la oferta que te hice hace unos días. Entiendo que es una decisión importante y que necesitas tiempo para considerar todas las implicaciones. —comenzó él, su tono mesurado pero sincero.

Bonnie asintió, agradeciendo su paciencia y comprensión.

—Sí, lo es. Tu oferta es muy generosa y realmente aprecio tu consideración hacia mí. Solo quiero estar segura de tomar la decisión correcta para mí misma. —respondió ella honestamente.

Dante asintió con seriedad.

—Entiendo completamente. Quiero que sepas que no hay presión de mi parte. Mi deseo es que te sientas cómoda y valorada aquí, ya sea que elijas aceptar el trabajo o no. —dijo él sinceramente.

Bonnie le sonrió débilmente, sintiendo el peso de su preocupación y cuidado por ella.

—Gracias, Dante. Eso significa mucho para mí. Estoy tratando de entender este lugar y las oportunidades que ofrece. —confesó ella, su voz reflejando su sinceridad.

Dante la miró con suavidad, sus ojos oscuros brillando con una mezcla de determinación y comprensión.

—Lo entiendo. Y aunque sé que esta situación es inusual y complicada, espero que eventualmente puedas encontrar un lugar aquí que te haga sentir como en casa. —dijo él sinceramente.

Bonnie asintió, sintiendo un nudo en la garganta al considerar la posibilidad de llamar a esta mansión su hogar.

—Intento mantener una mente abierta, pero también tengo que considerar lo que quiero para mi futuro. —respondió ella, sus palabras llenas de reflexión.

Dante asintió con respeto.

—Por supuesto, y debes hacerlo. Tómate el tiempo que necesites para pensar en ello. Estoy aquí si tienes alguna pregunta o si necesitas hablar más sobre esto. —dijo él con amabilidad.

Bonnie asintió, sintiéndose agradecida por su apoyo y comprensión.

—Lo haré. Gracias Dante por todo. —dijo ella sinceramente.

Después de la conversación, Dante se retiró del estudio, dejando a Bonnie sumida en sus pensamientos. Mientras miraba el lienzo a medio terminar frente a ella, se preguntaba qué camino tomaría. Sabía que su decisión definiría no solo su futuro inmediato, sino también su relación con Dante y su lugar en esta mansión de secretos y misterios.

Esa noche, mientras se recostaba en la cama, Bonnie miraba hacia el techo iluminado por la luz de la luna, preguntándose cuál sería el siguiente paso en este viaje inesperado que había comenzado desde el momento en que cruzó las puertas de la mansión de Dante.