Alex.
No le he podido contar a Claris sobre Declan, me preocupa como va a reaccionar al decirle que trabajaba con la mafia, los hombres de Declan aún nos siguen, Claris parece que ha entrado en shock, se ha quedado muda y ella no frecuenta quedarse muda así sin más, la veo pálida y no puedo hacer nada.
—Claris que te pasa, estás pálida — musito.
—Alex luego te cuento, tengo otra vista sobre el asesinato de mi padre — agrega mirándome con preocupación. Estaciono el coche en un estacionamiento cercano, al fin he perdido a los hombres de Declan, le abro la puerta a Claris, ella me mira y me pregunta.
—Alex me vas a decir la verdad ya de una buena vez, ¿quiénes eran esos hombres y qué rayos querían?—, se me hace un nudo en la garganta, tengo miedo de que Claris me rechace al saber que he estado metido en muchos negocios turbios, pero tengo que decirle la verdad para desahogarme.
—El hombre que nos sigue era mi amigo, hace dos años los dos nos metimos en negocios turbios y la tira nos cayó, a él lo hirieron y la única forma que yo tenía para ayudarlo era escapando de allí, porque si me quedaba me iban a meter preso a mi también y la única forma para ayudarlo a escapar era que escapara y lo dejara tirado en el suelo, eso hice , le envié los mejores abogados, pero no pudieron hacer nada por él, iba a visitarlo, a llevarle comida, hasta que un día no me quiso ver más y me mandó una amenaza, era mi mejor amigo joder y ahora piensa que yo lo traicioné y quiere vengarse de mí, y conoce mi debilidad —digo casi llorando. Ella me abraza y me dice.
—Cuál es tu debilidad Alex?
—Mi debilidad eres tú, tengo miedo de que ese maldito te haga algo, por eso te rapté, tengo más miedo de perderte a qué me odies— volteo a ver sus ojos y está llorando, me dice casi sin poder hablar .
—Alex yo te amo—. Al oír esas palabras de su boca no me puedo resistir y la beso con ganas de comérmela, la acerco hacia mí y ella jadea. Nos interrumpen cuando recibo una llamada, no la quisiera contestar, pero se trata de Diego y estoy seguro de que es algo muy importante y me detengo y agarro el teléfono.
—Diego qué pasa, sabes que Declan meencontró.—
—Precisamente de eso quería hablarte, Declan está en tu casa, tiene a toda tu familia secuestrada— al escuchar esto me bajo del coche porque no quiero que Claris escuche.
—No puede ser, ese maldito, me va a conocer— digo enfurecido —reúneme a varios hombres y fieles y diles que los espero en mi casa con varias armas, Declan quiere conocer mi lado oscuro.
—Claris te llevaré a casa, prométeme que no saldrás de tu casa hasta que yo te busque, Declan tiene a mi familia y tengo que salvarlos— Claris deja de mirarme con amor y pasa a mirarme con preocupación.
—No te dejaré solo, iré contigo hasta el fin del mundo —sus palabras hacen que mi corazón lata aún más fuerte, pero no la pienso arriesgar.
—No te voy a arriesgar, te vas para tu casa— le ordeno, ella me mira confusa y me dice.
—Así que tú no me vas a arriesgar, pero creo que ya lo hiciste al enamorarme, yo tampoco te pienso arriesgar ¿entiendes? —me mira decidida .Yo solo beso su boca lentamente.
—No me va a pasar nada, Diego mi entrenador me consiguió a los mejores hombres y a los más fieles, por favor confía en mí, no moriré sin que seas mía una vez más, así que no pienso morir— ella se acerca a mi oído y me susurra con su voz suave y delicada.
—No puedes morir, si lo haces me muero también, entiendes? es una orden y tú cumples mis órdenes—. Llevo a Claris a su casa, la pobre parece bastante preocupada por mí creo que no logré calmarla ni un poco, me dirijo a mi casa, afuera están los hombres e incluso Diego.
—Diego qué haces aquí —
—No iba a dejar a mi hermano solo con esta masacre, aquí están nuestros mejores boxeadores y estoy yo el entrenador de todos así que creo que podemos con ellos y más —, mando a tres hombres para la salida trasera, cinco siguen a Diego y rodean la casa y tres están conmigo y nos vamos por el frente, le digo que me dejen solo, quiero entrar solo para tratar de arreglar las cosas con Declan sin tener que matar a nadie. Entro y me encuentro a mi padre en el piso herido en una pierna, rápido corro a ayudarlo y este me ordena.
—Ayuda a tu madre y ve tras ese maldito, aniquílalo tu madre está con él en tu habitación —, le hago caso y subo las escaleras corriendo, grito como un loco.
—Mamá dónde estás —mi madre siempre a sido cariñosa conmigo, me ha enseñado para que no cometa errores, aunque siempre le hacía caso a papá en todo y no nos defendía a Michel y a mí de mi padre, pero aun así la quiero, es mi madre. Cuando llego a mi habitación veo a mi madre amarrada y con la boca tapada, me dice que no entre con la cabeza, pero no le hago caso, Declan sale del baño, su aspecto es raro parece un loco, tiene el cabello largo, aretes, pulsas y anillos, está vestido de una forma ridícula, nunca Declan se había vestido así desde que lo conozco.
—Me quieres a mí ¿no? deja en paz a mi familia —le ordeno y sé que va a ser en vano porque conociéndolo como lo conozco estoy seguro de que no me va a ser caso.
—Ya lo dijiste, te quiero a ti, y esta es la forma de torturarte, sé que escondiste a tu noviecita y por lo que oído es tu debilidad, así que no tardará en llegar.
—¡Maldito! con Claris no te metas, que ¿quieres matarme? hazlo, tortúrame, estoy aquí, no me hagas —me interrumpe .
—No me digas, me quieres matar, como lo querías años atrás —mi madre que está presente abre los ojos y me mira confusa.
—Señora ¿no sabía que su hijo estaba involucrado con mafiosos?,hacía negocios sucios —tengo ganas ahora de partirle la cara a este pendejo, pero me detengo cuando veo a mi madre llorar .
—Te doy dinero, te dejo en libertad, te ofrezco mi vida, pero por favor deja a mi familia en paz, si quiere me arrodillo, te suplico —nunca había dicho eso, pero por mi familia y más por Claris soy capaz de hacer lo que sea en esta vida.
—Hagas lo que hagas, no cambiaré de opinión, se oyen fuera disparos, mamá brinca del susto, ¿qué rayos pasará? ,les dije a mis hombres que no entraran hasta que les diera la orden y no creo que ellos me hayan desobedecido .
—Alex, Alex —se dirige hacia mí el sujeto —creo que quieres salir a ver qué está pasando, vamos —él sale de la habitación y lo sigo, una vez fuera veo a Claris en el piso desangrándose.
—Te voy a matar —corro hacia el maldito ...