50. Tormenta de inconstancia
Un minuto te importo y al segundo no soy nadie. Eres como un viento débil, desapareces cuando quieres. Reapareces cuando lo deseas, la vida es de color gris a tu lado. Se siente como una tormenta que parece nunca tener fin.
Dices que me amas, pero al segundo de ti salen palabras distintas. Pareces una persona distinta cuando dices amarme, quizás las palabras que salen de ti en ciertos momentos son las palabras que en verdad resuenan.
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Editado: 13.09.2025