Trayecto en tren.

Note algo extraño en su mirada, parecía ausente. Observaba el paisaje a través de la ventana a su derecha. La tenue luz naranja del atardecer adornaba su rostro, contrastando con la abrupta sombra que escondía la mitad superior de su rostro. No podía identificar el color de sus ojos, aventure que podrían ser castaños. Me acomode en el asiento y me propuse disfrutar también de tan bello paisaje.

Tras una hora de trayecto me encontraba algo cansado, me costaba mantener los parpados abiertos y todo a mi alrededor comenzó a volverse mas oscuro. Ahora ella no observaba el paisaje, me miraba a mi, directamente a los ojos. Algo tiraba de mi, mis ojos se cerraba cada vez mas, por mucho que luchara por mantenerlos abiertos. Me rendí y sucumbí al sueño.

Un leve murmullo resonaba a mi izquierda. Alguien me hablaba, pero sus palabras eran demasiado lejanas, como si procedieran de otro lugar. El murmullo se volvió mas intenso y comencé a sentir un incomodo cosquilleo en mi oreja derecha. El murmullo ceso de repente, solo quedo el silencio. Pensé en despertar, pero no podía. Seguí en aquel lugar por un rato.

Poco a poco logre abrir los ojos, al tiempo que me incorporaba en el asiento. Ella seguía allí, observando el paisaje por la ventana. Mire a mi derecha, pero no había nadie junto a mi, ni en los asientos cercanos. Observe sobre los asientos. El vagón estaba vacío. Dirigí mi mirada a su rostro de nuevo y quede paralizado por un instante. Me miraba fijamente. Seguía sin ver la mitad superior de su rostro. Sus labios parecían moverse, murmuraba algo.

Entonces, desperté.