DESDE LAS CENIZAS

–¡Me pareces una buena chica y no quisiera arruinarlo!– dijo Anyel a Clarice.

–¿Arruinarlo?–

–¡Si!
Cuando Rita de acercó a mí lo hizo "para salvarme de mi tristeza" y no me gustaría que tú también estuvieras conmigo por esa razón–

–¡No lo estoy!–

–¡Lo sé, así que siento que deberíamos tener esta relación fuera de foco por un tiempo!–

–¿Relación?–

–¡Si!
Quiero ser tu pareja–

–Creo que yo también–

–Podernos comenzar tranquilamente, luego gritamos nuestro amor a los cuatro vientos–

–¿Amor?–

–¡Si!
Lo sé, me estoy adelantando mucho, pero de algo estoy seguro, quiero estar contigo.–

Clarice nuevamente volvía a sentir un pequeño hormigueo en su estómago con cada palabra y gesto que salía de Anyel.
¿Sería que él era la persona que ella estaba esperando?

–¡Si, deberíamos ir despacio y con el tiempo, lo haremos público!
¡Debemos pensarlo muy bien antes de tomarlo a la ligera y fracasar!–

–¡Me parece estupendo que pienses igual que yo!
Debo irme , necesito arreglar unos asuntos y tú debes seguir descansando.–

–Puedes quedarte no tengo ningún incoveniente con eso.–

–¡No, para nada!
Tú descansa y luego vengo a buscarte.
Además debo esperar a mi hija y luego llevaría donde Bea.–

–¡Si, tu hija, supongo que debe extrañarte!–

–¡Si, esa niña está pendiente de mi, todos los días me llamaba por teléfono!
Aunque solo lleváramos un par de horas separados–

–¡Espero que algún día puedas presentarnos y que podamos llevarnos bien!–

Anyel puso un rostro algo serio, haciendo que Clarice al notarlo se sintiera incómoda.

–¡A mi hija siempre le a agradado Rita y tenía la ilusión de que nos casaramos y no me parece buena idea presentarlas en este momento!–

–¡Comprendo!–

–¡Pero las presentaré!
¡Déjame prepararla y lo haré!
¡Al ver que eres fantástica también le agradaras!–

–¡Eso espero!–

–¡Ya verás que sí!
¡Ahora debo irme!–

Clarice al quedar sola en su habitación recordó que ella también debía arreglar ciertas asuntos con algunas personas antes de declarar abiertamente su relación con Anyel.

Hablaría con Ray, Roch y Bea.

Si quería que su relación empezará bien debía desatarse de su pasado: Devolverle a Ray su anillo de compromiso y olvidar todos los momentos incómodos vividos.

Amistarse con su presente: Dejarle en claro a Roch su decisión de estar con Anyel y pedirle perdón si alguna vez ella le hizo creer cierto interés el él.
Agradecerle los buenos momentos compartidos y ofrecerle una bonita y sincera amistad.

En cuanto a su futuro, Bea sería algo muy díficil de enfrentar ya que era la hermana de la difunta esposa de Anyel, le costaba pensar cuál sería su reacción al comentarle.
Estaría feliz por ambos o se enfadaria, era un pensamiento que ya estaba comenzando a dolerle su cabeza.

Por su lado, Anyel al salir del apartamento de Clarice, tomó su teléfono e hizo una llamada.

–¡Hola Rita!
¿Y mi pequeña?–

–¡Hola!
Aún no se ha terminado su galletas qué le preparó tu madre, así que ha decidido guardarte unas y llevártelas.
Por eso aún no hemos llegado–

–Muy bien aquí las espero....
Y Rita
¿Usaste mis camisas cuando no estuve?–

–Emmm....
¡Como crees!
¡Claro que no!–

–Mmmm....
Es que no encuentro una que me gusta mucho y creo que tal vez tú usaste alguna.
¡No pienses que estoy enfadado, sólo creía en esa posibilidad!–

–Ya que lo dices así.
¡Puede que haya utilizado algunas en estos días!
Me siento cómoda, fresca y me veo genial–

–¡Te pediré que ya no lo vuelvas a hacer!–

–Si, está bien, no volveré a usarlas–

–Gracias–

–¿Sabes?
He estado pensando y creo que ya no debemos ocultar lo nuestro–

–¡Yo también quiero hablar de lo nuestro!

–¿En serio?–

–¡Si!–

–¡Dime!–

Mientras Anyel continuaba con su llamada, Clarice no dejaba de pensar en todo lo que debía hacer si quería estar bien con Anyel.

Debía saber dónde estaba Ray y devolver su anillo, y desligarse de ese pasado que tan infeliz la había hecho, Ray hoy estaba feliz con su amada y ella estaría feliz con Anyel, y nada podría salir mal,¿Verdad?

<Sí me deshago del anillo, me olvidaré de mi pasado>