Llámame idiota por haber dedicado cada uno de mis pensamientos completamente en ti. Por perder clases, por perder tiempo, por dejar de verme con amigos, sólo para leer tus hermosas palabras que podían cegar a cualquier idiota como yo.
Es estúpidamente lindo estar enamorado; todas nuestras preocupaciones se van y lo único que es problemático es el pensar si esa persona siente lo mismo por uno. Yo también me preocupaba por eso a pesar de saber tu respuesta hace ]varios meses, vivía con el miedo de que dichas palabras fueran tan cambiantes como la luna. Eso me estremecía.
Sabes, odio mi orgullo, odio mis inseguridades, odio pensar en el porqué de mi respuesta, odio contar el tiempo perdido y saber con madurez que no volveré a tenerlo de vuelta. A veces me pregunto: ¿Qué hubiera pasado si el silencio no hubiera sido mi respuesta aquel día?
Me carcomen los celos cuando veías a alguien que no fuera yo de la misma forma, no sabes cuantas veces estuve a punto de decir tantas disparates por eso. No me avergüenza tenerlos ni que tú lo supieras
Si te soy sincero, nunca te iba confesar mis sentimientos, ni siquiera se de donde salió todo mi “valor” a medianoche para decírtelo por mensajes. Es de cobardes decirlo de esa forma, pero ¿Qué más podía hacer? en ese entonces nos habíamos vuelto tan distantes, creo que ya nada podía perder.
Y sin embargo fuimos la pareja más distantemente ¿Feliz? En esos cuatro meses. Ni tu egoísmo, ni mis celos volverán a unirnos otra vez como la pareja distante ]una vez fuimos, ¿verdad?. Aún trato de dejarte ir y de no aferrarme a nuestros recuerdos. Espero que tú también me dejes ir.