Memorias

Creo que supones que todo este tiempo he estado pensando en volver contigo, porque me va más que mal en el amor, ¿no es verdad? Sinceramente no, no es lo que estuve pensando, tal vez… creo.

Quisiera volver a ser tu amigo como en el pasado, es lo único que deseo, eso y nada más.

¿A quién engaño? Quiero confesarte algo con toda la intención de que entiendas mis indirectas contradictorias.

El clima dentro de mí desde que te fuiste siempre ha sido pésimo; los truenos de mi cabeza no paran de resonar dentro de mi habitación por las noches, aunque viendo el lado bueno de esto, la melancolía que dejaste en mí me ha ayudado a escribirte un libro entero de las razones por las que me gustas y los motivos por los que quiero volver contigo.

Creí que esta semana no habías pasado por mis pensamientos, pero parece que no fue así. Eres una clase de bella maldición.

He perdido la dirección a donde se suponía que mis sentimientos caminaban, creo que tu ausencia está por desplomarme y volverme nada.

Me diste tanto amor que empiezo a sentirme tan vacío como una vasija, algo sin vida e inservible… extraño demasiado la felicidad.

¿No te da algo de curiosidad lo que ha pasado conmigo después de todo este tiempo? Porque a mí me da curiosidad que es lo que ha sido de ti.

Sé que, si vuelvo a recordar todas esas palabras que solían llenar mi corazón, habrá cosas que no entenderé y me volveré loco por querer volver a conversar contigo.

Aún no puedo deshacerme de todo el amor que me diste, ¿Podemos parar esta distancia que crece más y más?

Pensé que eras tú quien esperaba por mi amor, pero parece que me equivoqué; has avanzado y yo me he quedado aquí, estancado en el pasado, tratando de vivir con los bellos recuerdos que plasmaste en mi historia. Soy tan miserable... dependiendo de ti como siempre lo hice.

Esperaré, esperaré como tú me esperaste alguna vez.