Trocitos de sociedad

Entonces el problema... ¿Soy yo?

Entonces lo pensé, lo pensé y lo pensé. Lo pensé tanto que no puedo pensar en nada más que no sea eso. No llegué a ningún lugar, mis dudas crecieron y yo me fui haciendo cada vez más pequeña. Hay una pregunta que resuena más que todas en mi interior y que no se desprende de mí: ¿Por qué yo y no alguien más?

En serio traté de deshacerme de todos esos recuerdos, creí haberlos enterrado en lo más profundo y olvidado de mi corazón, sin embargo, aunque no lo notara perfectamente, siempre me afectaron. ¿Por qué yo y no alguien más? ¿Por qué? Vivir así no es vivir. No quiero aferrarme al pasado, lamentarme del presente y temerle al futuro por esto.

Han pasado casi nueve años desde que entraron a mi vida y les tomó tres años apropiarse de mi mente y corazón, jugar con ellos, destrozarlos, manipularlos.... Realmente me dejó una herida en lo más profundo de mi ser. Supongo que por la edad. Era tan inocente que cualquier cosa podía herirme. Tan frágil, tan patética.

No tengo idea de por qué no grité “¡Basta!” cuando pensaste que golpearme o empujarme era útil para desquitarte.

Tampoco sé por qué no te dije “No te metas con mi vida” cuando comenzaste a clasificar a mis amigos y me entregaste una lista de con quiénes debía cortar lazos y con quiénes no.

No se me ocurrió decirte “Deja de inventar rumores de mí” o desmentir todo cuando corriste el rumor de que era una zorra, cuando en verdad, lo único que me gustaba era hacer amigos y no amigas.

En vez de decirte “yo uso lo que quiero” la vez que criticaste el suéter que me regaló mi madre, preferí abandonarlo por muchos años. ¿Por qué no dije nada? Ni siquiera me quejé cuando me llamaste estorbo aquella vez que, por milésima vez, trataste de ligarte a mi amigo más cercano. Preferí esconder mi cuerpo cuando dijeron que parecía un chico o que mi hermana era notoriamente mucho más linda que yo.

Me dejé pisotear tanto por ustedes que incluso me hace pensar que yo fui quien tuvo la culpa por no poner un alto, hasta que mi mundo se cayó por completo frente a ustedes.

Anoche tuve un sueño con el pasado, traté de buscarlos para cambiar las cosas. Busqué, busqué y busqué. Busqué tanto que eran lo único que tenía en mente. No llegué a ningún lugar, pero sí llegó alguien a mí; era yo, yo y nadie más. Las olas que se movían con fuerza dentro de mi mente se calmaron al ver mi antiguo yo y una nueva pregunta surgió dentro de mi mente: entonces el problema ¿soy yo?



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En el texto hay: tristeza, amor, amor nocorrespodido

Editado: 17.03.2022

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