Es sábado por la tarde y estoy sentada en el balcón de mi habitación, tengo mis piernas colgadas en el aire de forma a qué en un movimiento en falso pueda caer desde la altura donde estoy, desde hace días la situación con mi salud va peor y sin señales de mejorar, me duele pensar que tal vez pueda ser mi último día y no estoy con mi madre. Ayer estaba en clase y me desmaye, fue una tontería pues a falta de un doctor me mandaron a casa y eso fue la gota que termino de derramar la poca agua que había en el vaso hablando de mi salud.
La vista desde este lugar es mágico, las nubes comienzan a tapar el sol pues la tarde está cayendo, mostrando el color amarillento más intenso y haciendo un buen contraste con las nubes creando el color naranja característico de las puestas de sol, la gente que transita por las calles ya se está marchando a sus casas y el canto de los pájaros es magnífico desde el punto donde me encuentro.
Los toques de la puerta me hacen girar un poco de manera a qué no me caiga, es raro que toquen la puerta ya que la única persona que puede tocar es Melannie más sin embargo no creo que sea ella pues no tiene lógica que sea ella. Me encamino a abrir la puerta sin importar mi aspecto, estoy cansada de arreglarme para parecer un poco más presentable y que todos me ignoren por parecer una muerte andante. Abro la puerta y está ahí el de nuevo, la última persona que imaginé que estuviese aquí, su sonrisa desaparece cuando me ve, yo también lo haría si fuera el.
- ¿Estás bien Elle? Te vez terrible.
- Gracias. - Digo regresando al balcón donde estaba anteriormente.
- No te he visto en toda la semana, no vas al comedor a ninguna hora.
- ¿Has estado siguiéndome? - suelto sin mirarlo, el sol es mejor que el - Olvidaló, no me has visto porque no he comido.
- ¿Cuánto tiempo tienes sin comer?
No digo nada, me estoy cansado de su visita, así que me giro de la misma manera a la de hace un momento.
- No es como si te importa Liam, ¿puedes irte de mi cuarto? Ni siquiera sé porque te abrí la puerta y te deje pasar. - su rostro es un poema, uno que nunca quisiera leer.
Ahora es el, el que no dice nada y sonrió, por lo menos reí después de cuatro días, mi felicidad no dura ni dos segundos cuando me siento mareada así que bajo del barandal para ir al baño lo más rápido que puedo. Por segunda vez en el día vomitó y vomitó sangre, me arde tanto la garganta que no me percató los brazos de Liam agarrando mi cabello a manera que no se manche, cuando me percató jalo rápido de la palanca para que no pueda ver, pero es tarde.
- Vamos a un doctor. - niego. - No te estoy preguntando Elleonor, esto no es normal, llevas días sin comer y vomitas sangre, tu aspecto es igual al de una momia y no diré que hueles fatal.
Después de ahí todo es completamente negro.
2 días después
Mis párpados están cansados, no puedo abrir los ojos a la primera hasta que luego de tres intentos lo logro, mi cuerpo está conectado a diversos aparatos y el cuarto blanco me hace razonar el hecho de que estoy en un hospital. Al cabo de minutos que parecen horas, alguien entra y al ver su cara, se que es Liam, sus ojeras son terribles y me siento un poco culpable si es que soy yo la causante de sus ojeras.
- Veo que por fin despertaste Elle, llamare a el doctor. - dice antes de salir.
Me quedo viendo hacia un punto fijo hasta que escucho que alguien entra, mi vista va hacia el o ella y es el doctor, un hombre canoso aparentemente viejo.
- Le dije a su novio que nos dejara solos, quiero platicar con usted antes de dar un veredicto. - asiento.
Su cara se ve cansada, al igual que supongo se debe ver la mía.
- Para empezar señorita usted está muchos kilos por debajo de se peso, su anemia está muy avanzada y está apunto de convertirse en leucemia, necesito que se cuide porque está muy baja de glóbulos rojos, en estos dos días aquí ya le hemos inyectado variedad de sueros, Vitaminas, Hierro y calcio para su organismo. Antes de darle el alta quiero saber ¿Vive usted sola o con su novio?.
- sola.
- perfecto, luego de que me valla una enfermera traerá una bandeja de comida para usted y tendrá que consumir todo, si puede hacerlo sin vomitar la daremos de alta pero con muchas condiciones que le daré si llega a salir hoy.
Inmediatamente que el doctor se va Liam entra con un café en la mano, su cara derrocha cansancio y no puedo negar que aún así se ve muy atractivo, Liam es demasiado atractivo y es eso lo que no me gusta de el.
- El doctor me contó algunas cosas mientras estabas dormida Elleonor, no soy tu padre y no quiero serlo, pero tienes que comer o puedes morir.
Su voz se escucha intranquila y no lo entiendo, Liam apenas si sabe quién soy y no tiene porqué preocuparse del como me veo, ni mis propios amigos lo hacen como para que un desconocido venga a cambiar mis planes. No tengo tiempo de responder pues una enfermera algo vieja entra con una bandeja de comida, Liam le dice algo al oído y está sale dejándole la bandeja en sus brazos, visualizo que es lo que trae y es una estúpida sopa de dudosa procedencia con una pera y lo único apetitoso de ahí es la pera, todo lo demás que trae el plato ni siquiera sé que es.
Liam me extiende la sopa para que pueda comer pero no se me antoja, su olor es aún peor de lo que imaginaba y se que por dentro Liam lo está disfrutando.
- Maldición Elle, tragate la sopa. - Exclama alterado.
- Si estuvieras en mi lamentable lugar llorarías antes de comer esa sopa, se ve como caldo de pies.
- Para empezar, jamás he probado el caldo de pies y para terminar, si quieres salir de aquí tienes que comerte esa estúpida sopa como tú tanto le dices.
Editado: 23.06.2020