Tu eres mi arte

Capitulo 6

Despierto sintiendo una presión en mi vientre, aclaro mis ojos un poco y veo el escenario en el que estoy, Liam me tiene acurrucada mientras deja caer uno de sus brazos alrededor de mi abdomen, no recuerdo nada de la noche anterior solo vagos momentos míos llorando como una maniática hasta quedarme dormida alrededor de sus brazos.

Sonrió Inconcientemente cuando intento separarme pero su brazo tiene más fuerza que yo con todo mi cuerpo, - estupido-. Cuando por fin logro escapar subo a mi habitación para ver cómo me veo, siempre he pensado que mi único enemigo soy yo misma y cada día al mirarme al espejo siendo lo primero que hago, lo compruebo.

Tomo un baño en menos de diez minutos, para luego tirarme en mi cama con solo ropa interior, hoy nuevamente no estoy hundida en mi depresión mañanera y eso hace que mi felicidad aumente. Busco algo de ropa en mi armario para luego ponerme unos shorts y una camiseta de tirantes, nada fuera de lo normal.

Bajo a la sala mirando mis tenis, agradezco a el mundo que Nike hubiera creado sus tenis Air porque para mí son la mejor creación y no es por hacer promoción pero en realidad mis pies aman esos tenis. Busco con la mirada a Liam pero no lo encuentro, solo camino un poco cuando siento unos pasos provenientes detrás de mi. No quiero voltear.

Si como no.

Cómo si mis pensamientos fueran casi leídos Liam se apura para quedar frente mío, sus ojos el día de hoy se ven verdes un verde bosque que me es imposible desifrar.

- Vamos a ir a comer.

Su voz como siempre es gruesa y podría decir que aterradora, Liam no luce como el chico malo que tus padres te dicen que debes alejarte, no tiene tatuajes y no creo que tenga alguna perforación en alguna parte del cuerpo, pero eso no quita que su aura sea de el típico chico al que le das tu corazón y te lo regresa igual que el portaretratos roto de mi abuela.

- No tengo hambre pero gracias Liam.

- No he preguntado Elle, solo estoy diciendo que valor a ir a comer. - tensa más la voz.

No puedo negar que si tengo ganas de comer, cosa completamente rara, aunque todo tiene explicación. Los antibióticos que tomo al día contienen demasiadas cosas en las que me ayudan, una de ellas es a tener ansiedad por la comida, esto con el fin de engordar consumiendo nutrientes.

- ¿A dónde se supone que iremos a desayunar? - sonríe - si es que voy.

Sabe que ganó y a él le gusta tener el control de la situación - siempre- solo contesta un simple “que importa” antes de caminar hacia la puerta delantera, donde supongo debe estar su camioneta, Liam va vestido con unos Jean y una sudadera negra, pero es que es claro, estamos en pleno septiembre y el clima ya está cambiando apesar de que mayormente hace frío, son pocas veces las que está soleado, una de ellas fue ayer pero eso no importa.

Subo a su camioneta en el asiento de copiloto, no es como si tuviera opción de ir atrás, es algo que se que no me va a dejar hacer aunque lo intente y no estoy tan mal. Camino a dónde se supone que vamos me limito a solo ver la ventana del carro, ver algunas gotas que caen lentamente por el vidrio deslizándose hasta llegar al final, la lluvia es una de mis cosas favoritas en el mundo, mi abuela sólia decir que la lluvia es el mejor regalo del cielo, se lleva la suciedad y además ayuda a la tierra para que la flora crezca, por eso ella amaba la lluvia y por eso yo también la amo.

La camioneta se detiene frente un restaurante peculiar, no es para nada lujoso pero tampoco tiene la apariencia de una cafetería, sin embargo me gusta su arquitectura aunque si no fuera por que traigo unos shorts y hace un poco de frío disfrutaría mucho más su arquitectura.

- En la parte de atrás debe de haber alguna chaqueta, búscala antes de bajar pues ya está haciendo más frío.

Acepto encantada buscando una de las supuestas chaquetas y como el lo dice, hay hasta para escoger, cojo la que más me gusta que es una de mezclilla pero por dentro trae tela de felpa.

Bajamos al restaurante y sonrió inconcientemente, apesar de que no reconozco el área y de que solo hay poca socialización, me gusta ver qué se puede ver la naturaleza que hay detrás del restaurante.  Ambos entramos  juntos, el con su cara indescriptible como siempre y yo con una sonrisa en la cara, la arquitectura valla que me encanta y me siento como cuando le dan un dulce a un bebé.

- Buenos días, ¿Mesa para dos? - sonríe una chica la cual está en la entrada.

- Así es.

El día que Liam deje de comportarse así, el mundo se va a terminar.

Ambos seguimos a la chica que nos guía a una mesa al final de todas, por lo que veo este lugar es muy aclamado ya que no hay demasiadas mesas vacías.

....
 


 

Entro a casa mojada por la terrible tormenta que acaba de iniciar de regreso a casa, al parecer el clima no quiere mejorar y mis ánimos van decayendo otra vez, solo que ahora estoy sola, Liam se fue a alguna parte con lo que supongo es una chica y hago está suposición ya que  en el camino “charlie” le llamo y el acepto ir en su rescate, dejandome a mí en casa en lo que el se iba a quien sabe dónde.
 


 

Estúpido Liam.
 


 

Subo a mi habitación a intentar pintar algo, hace ya bastante no puedo hacerlo y parece ser que el lugar donde fuimos a desayunar trajo la inspiración a mi cuerpo una vez más. Tomo mi paleta de pinturas igual que uno de los pinceles delgados que descansan en mi porta pinceles y Trazó lineas, círculos y  figuras con el pincel guiandolo al compás de lo que mi mente quiere plasmar, no tengo idea que estoy pintando, lo único que mi mente tiene claro es que me siento libre, siento mi mente tan en paz que pareciera que jamás hubiese pasado por tantas cosas a mi tan corta edad.
 


 

En juago el pincel en agua especial la cual ya está negra de tanto haberla usado, miro el cuadro y sonrió, por primera vez en meses, no pinto obscuridad, no pinto ansiedad, solo pinto paz, angeles contentos y me enorgullezco de mi misma, este cuadro es de los mejores que he pintado en toda mi vida, es tan realista que me emociona el solo verlo, se que con las influencias de mi madre puedo vender este cuadro en millones sin embargo este cuadro es mío, tiene que quedarse para que nunca olvide la felicidad que me transmite.
 




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