Capítulo 1

Capítulo 1

Mina.

Un mes antes

—¡No puede hacer eso! — le grito a mi editor en jefe, sé que es una terrible idea pero realmente estoy furiosa.

—Mina, cálmate, no entiendo tu enojo, no es como que voy a borrar tu nombre de la publicación. — me dice como si fuera estúpida.

—¡No, no lo va a hacer pero, voy a aparecer como una colaboradora y no como periodista principal, cuando Kevin va a parecer como periodista principal, PRINCIPAL… cuando fui yo quien  hizo casi todo, investigue, entreviste, redacte, Kevin solo me acompaño y tomo una que otra foto que no puse en la nota final !  — saque todo de una.

—Lo entiendo, pero es una noticia importante y tendremos la primicia y será de primera plana, necesitamos el nombre de ya alguien conocido para tener más relevancia. — y una mierda pienso. —Y tú eres nueva y no eres conocida. —

—Como se supone que sea conocida si no me deja llevarme el crédito… crédito por un trabajo que si hice. —

—Ya vasta, se va a hacer lo que yo diga, por algo soy el jefe y no voy a tolerar más este comportamiento, agradece que te pongo de colaborador y ahora sal de mi oficina. — no me da derecho de réplica y aunque siguiera no iba a conseguir nada.

—¿Si yo sola consigo una gran noticia, me podrá en primera plana y con mi nombre solamente, y no como colaboradora? — le digo antes de salir de su despacho.

—No sé qué noticia puede merecer eso, pero si lo consigues, considéralo hecho, pero no solo tendrá que ser aprobada por mí, sino por la junta directiva. —

—Bien. — le digo cerrando la puerta de su despacho.  

Ya tengo un pie adelante ahora ¿Que noticia podrá ser lo suficientemente buena?

—Oh Mina que bueno que te veo, oye estaba revisando el artículo y tiene uno que otro error, te lo envié de nuevo para que lo arreglaras. — me intercepta Kevin, jodido periodista principal de mi nota, cuando llego a mi cubículo.

—Pues hazlo tú, mi colaboración ya termino, hice todo tu maldito trabajo. —

—Ya te enteraste, yo no pude decir nada, esa decisión la tomó el jefe… lo siento Mina. —

—No lo sientes, no seas hipócrita Kevin y mejor vete a arreglar esos errores, porque yo no lo voy a hacer. —

Permanece de pie en a lado de mi escritorio a un lado pero yo lo ignoró.

—No puedo creer que le haya dado la noticia a ese imbécil. — me dice Claudia una compañera del trabajo, que comparte cubículo, aunque tengo un tiempo aquí no la conozco tan bien, pero lo que tenemos en común y creo que la mayoría es que Kevin nos cae mal.

—Que te digo, no pude hacer nada al respecto, el jefe. —

—Y Kevin su sobrino. —

—¿Qué? — le pregunto, esperando haber escuchado mal.

—Si, es su sobrino por parte de su esposa, ¿No sabias?. —

—No, por eso siempre parece que lo favoreces, que imbécil. — mi coraje crece, esto del nepotismo es una maldita cosa fea.

—Si, siempre o casi siempre le da las mejores notas. —

—No lo sabía, si no nunca hubiera aceptado hacer la nota de los alberges con él. — que impotencia. —Y ahora pude que de una u otra forma pude que la historia que consiga se la den a él. —

—¿Qué historia? —

—Le dije al jefe que si conseguía una historia digna de la portada, me la daría. —

—Bueno si la haces sola, no tiene por qué dársela al idiota de Kevin… de que la vas a hacer. —

—Ni siquiera lo sé. —

—Puedes hacerla de los Mikhailov. — me dijo mientras ponía atención en su computadora.

—Los empresarios que son mafiosos. —

—Exacto, esos. —

—Y de que sería exactamente  la historia. —

—Bueno todos o la mayoría sabe que son mafiosos, pero no hay pruebas, ni la policía puede tocarlos, te imaginas que logres captar evidencias claras, serias mundialmente conocida. — no creo que mundialmente conocida pero si me daría mucha relevancia.

—Pero de que serviría si como dices, ni la policía los pude tocar. —

—Si, pero con evidencia clara no les va a quedar de otra que actuar. —

—Y como sugieres que lo haga, estoy segura que muchos otros periodistas lo han pensado, pero no han logrado nada. —

—Eso es correcto, pero ellos no eran tú, eres muy persistente y si te lo propones puedes conseguirlo… y mi sugerencia en que los sigas como un paparazzi. —

—Esa es una muy mala idea por muchos motivos. —  

………………………….

Un mes después.

Aquí estoy en medio de la carretera esperando a que salga Gregory Mikhailov de su magnífica mansión en el bosque, después de unos días analice la idea de Claudia y me decidí por llevarla acaba, aunque no estoy siguiendo a los dos Mikhailov, solo a uno, el mayor Antón Mikhailov, me es más intimidante que Gregory y más difícil de seguir, aunque Gregory también tiene una aura siniestra, pero la prefiero a la de su primo.