Tu mi destino

El piano

-sheil, siento tanto no pider ir contigo hacer las compras semanales-

-hermosa, no te preocupes, estoy emocionada por ti, veras a toda la crema y nata de paris!!!!! -

Se me hizo un nudo en la boca del estomago.

-encerio, no se que me pasa, juro que no quiero ir pero tampoco darle gusto al engreido¿ y si la ardilla me golpea? -

-jajajs anda, vamos a que te arreglen, ya llego mi amiga luci, se que te veras fabulosa-

-ok lo que tu digas sheil-

 

El vestido azul marino caía en cascada sobre mi cuerpo, era de unos finos tirantes y un escote en v, el vestido tenia una abertura sobre la pierna, me puse unos artes de una piedra imitacion diamante y tenia un hio color oro al que colgaba una pequeña perla, mi cabello iba sujeto por una media cola de caballo y unos rizos suaves en las puntas, luci transformo por completo mi rostro mis ojos ivan ahumados como la noche, mis mejillas se veian ruborizadas tenuemente con un color bronze y mis labios eran un rosa nude, la mujer que veia en el espejo no era yo, era hermosa.

-¿estas lista? ¡Ya llego tu galan! -

-enseguida bajo- tragame tierra por favor!!!

 Al bajar lo vi admirando un cuadro de los señores Hans, tengo entendido era toda la familia completa hijos nietos, en un bello lugar, tal vez mexico,  el llevama un smokin negro completente, una camisa blanca lisa, y zapatos negros, se veia realmente elegante, guapisimo, la mujer que habia visto al espejo se quedaba corta ante el.

-buenas noches iliam, se ve usted muy hermosa-, sonrió

-la agradesco el cumplido joven-

-por favor, solo edwin, si lo deseas solo por esta noche-

-muy bien, edwin- me temblaban las piernas.

 

Su chofer, nos abrio la puerta trasera de su elegante coche, en tomo mi mano para subir, senti una descarga eléctrica cuando nuestras manos se juntaro, la retire enseguida, el auto condujo al centro de París, el salón era enorme, una multitud de carros estaban hay, no muy lejos se veia la bella torre eiffel, todo era bellisimo.

 Entre del brazo de edwin, por dentro las paredes blancas resaltaba de los enormes cuadros dorados de bellos paisajes, todos de prestigiosos pintores, al centro del salon un candelabro y una fuente de cristal, con aguas iluminadas de colores, y aun lado un bellisimo piano.

-señor muller, por aqui por favor-

El mesero nos condujo a la mesa mas central, casi a un lado de la bella fuente, ay tres hombres y dos mujeres nos aguardaban todos vestidos elegamente, dos de ellos los señores Manson  de aproximadamente 45 años y la otra familia los señores Heinz tambien de unos 50 años y un joven su hijo, un chico rubio, de ojos azules y cuerpo atlético.

-buenas noches caballeros, damas les precento a la señorita ilian parcker mi invitada de esta noche-

Todos fijaron su atención en mi con caras curiosas, salude amablemente y nos sentamos.

  • -y bien joven muller, estamos interesados en hacer firmas con el nuevo peoyecto de su familia, claro si usted nos da el visto bueno-
  • -señores, Heinz y manson, mi familia ha decidió incluirlos en el proyecto, aqui tengo los contratos felicidades-
  • -señor muller, el dia que usted emparente con los señores Harrison ¿no abra problema? Ya que sabe que nosotros no hacemos trato con ellos? ¿O usted ya no es prometido de la señorita steffany harrison?

Todos voltaron a verme de reojo, rayosss, ¿prometida? ¿Que hago aquí? Tragame tierra, seguro estaba roja como tomate.

-calma señores, no habra ningun problema, ademas eso fue un acuerdo de mis padres, y saben que es lo que yo decida, no lo que ellos quieran, no hay seguridad de tal matrimonio-

Ahora si todi voltearon a verme, el guerrito, me guiño un ojo, creo que esto no va por buen camino.

-perfecto-

Hizieron las firmas, comimos, pasta a la carbonara, con pollo griego relleno y una espuma de manzana y caramelo como postre.

Me pare al tocador, al pasar por el piano una señora mayor sentada en el se veia angustiada,

-señora le puedo ayudar en algo-

-oh cariño, trataba de tocar las notas pero mis problemas en articulaciones ya no le dejan, es una pena y nadie sabe tocar el piano-

-me permite la hoja señora, yo se tocarlo-

Mi padre era excelente tocandolo, de pequeña me enseño, la señora me pidió amablemente que me sentara mienteas ella iva a sentarse junto a su esposo para disfrutar la melodia.

Comenze a tocar poco a poco, las notas tomaron un dulce sinido y muy romantica melodia, todos los invitados miraban hacia el piano, trate de ignorar las miradas concentrandome en las notas, al final mire justo detrás de mi a Edwin sin su saco, discretamenteacomodando el tirante de mi vestido que estaba apunto de caer sobre un lado del hombro pqrecia que me acariciaba ante los demas, al terminar todos aplaudieron fuertemente yo solo sonrei y asenti, camine junto a edwin nuevamente hacia la mesa.

-señorita que hermoso toca usted- el joven Heinz me felicito

-gracias-, sonrei.

-en casa tenemos uno lo tocan muy poco mi hermana Alondra viaja mucho, cuando guste hay esta su casa- sus ojos no dejaban de verme emocionado.

Antes que pusiera contestar Edwin lo hizo.

-gracias por la invitacion Alejandro-

La musica comenzo y todos pasaron a la pista.

-¿Me consedes una pieza?-

  - no se bailar- conteste sinceramente.

-yo te enseño-

Rodeo con su mano mi cintura, mientras empezamos a dar giros, al principio senti pena, despues sus ojos y los mios se toparon un instante, no se en que momento nuestros ojos se vovieron a cruzar y no pusimos dejar de hacerlo.

De regreso a casa bajo del coche le invite a pasar, subimos al techo al jardin se quedo pensativo, eso me aterrorizo, el no saber que pasaba por su mente me alteraba.

-¿Estas bien? -

-si claro, ¿dime extrañas nueva york?-

-si a mis padres-




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