En una dimensión nunca atravesada por el ser humano, en la cual las aguas eran vírgenes, el aire más puro que en la Tierra, siempre era como de noche, pero existía un gran lucero que brindaba una luz tenua e inexplicablemente cálida, en donde las flores parecían diamantes de diversos colores, en una variada escala de tonalidades.
Y allí existían dos seres semejantes al ser humano pero más superiores en naturaleza ya que estaban dotados de cualidades superiores como la inmortalidad:
La pequeña Annar que sólo contaba con con 17 años de existencia, era sumamente hermosa su cabello se fusionaba en tonalidades castañas y plateadas, sus ojos eran color avellana y su mirada tierna y pacífica.
Y el otro ser era Genom era un varón de semblante fuerte y alto, sus ojos eran negros como el mar en las tinieblas de la noche, su cabello era castaño oscuro y le rosaba los hombres. Era muy hermoso.