Tu mi tentación

Silencios y Secretos

Anthony:

Mi mente no puede dejar de dar vueltas desde que Sabrina me soltó esa bomba. Embarazada. Las palabras siguen resonando en mi cabeza, pero no puedo ignorar las dudas que me atormentan. No estoy seguro de que ese bebé sea mío, y hasta que lo esté, no pienso dejar que eso destruya lo que queda entre Rous y yo.

He tomado una decisión: no le diré nada a Rous sobre el embarazo, al menos no hasta que tenga todas las respuestas. No quiero perderla por algo que aún no sé si es cierto. La necesito. La amo. Y no puedo dejar que este caos nos separe más de lo que ya estamos.

Llego a su casa sin avisar, con la esperanza de que me reciba. El tiempo parece haberse detenido desde que la vi por última vez, y la tensión entre nosotros solo ha crecido. Toco la puerta y, después de unos segundos, aparece ella, con la misma expresión que me rompe el alma.

—Anthony —su voz suena firme, pero puedo notar la confusión en sus ojos—, ¿qué haces aquí?

—Tenemos que hablar, Rous. No puedo seguir con esto. Necesito que entiendas lo que siento —respondo, con el corazón en la mano.

—¿Entender qué? —me dice cruzándose de brazos—. ¿Que sigues con Sabrina? ¿Que estoy siendo una idiota por esperarte?

—No estoy con Sabrina —miento, sintiendo una punzada de culpa—. Ya no hay nada entre nosotros. Lo que quiero... lo que necesito es que me des una oportunidad para demostrarte que esto es real.

Ella me mira, desconfiada, pero hay algo en su mirada que me da esperanza.

Rous:

Las palabras de Anthony me descolocan. Parte de mí quiere creerle, quiere aferrarse a la idea de que, tal vez, él está siendo honesto. Pero la otra parte, la que ha sufrido por sus indecisiones, no puede confiar tan fácilmente.

—Anthony, no sé qué esperas que diga. Todo ha sido un desastre desde que Sabrina apareció en tu vida. Me siento como si siempre estuviera en segundo plano, esperando a que decidas si soy suficiente para ti —le digo, sintiendo que el nudo en mi garganta crece.

—Rous, tú no eres el segundo plano, nunca lo has sido. Las cosas con Sabrina... fueron un error desde el principio. Yo no puedo borrar el pasado, pero quiero construir algo nuevo contigo —dice, dando un paso hacia mí.

Mi corazón late con fuerza, pero no puedo evitar sentir que algo sigue estando mal. Su mirada, aunque sincera, oculta algo más.

—¿Estás seguro de que Sabrina no significa nada para ti? —pregunto, mirando sus ojos con intensidad.

—Lo estoy —responde sin titubear, y eso debería calmarme, pero no lo hace. Aún así, me permito dejarlo entrar, tanto a mi casa como a mi corazón, una vez más.

Anthony:

La verdad me quema por dentro, pero no puedo permitir que esta noche sea arruinada por dudas. Mientras estoy con Rous, siento como si todo en mi vida volviera a tener sentido. Pasamos la noche juntos, conversando, riendo, como si el mundo exterior no existiera.

Pero cuando la dejo en su casa más tarde, esa culpa vuelve a aplastarme. Sabrina sigue ahí, con su supuesto embarazo, esperando respuestas. No puedo evitar preguntarme si hice lo correcto al ocultarle todo a Rous.

Sabrina:

Llamo a Anthony esa misma noche, pero no contesta. ¿Dónde estará? Su actitud evasiva desde que le conté sobre el bebé me inquieta. Lo necesito a mi lado, pero algo me dice que él ya está lejos.

Miro mi vientre plano, sintiendo una mezcla de emociones. ¿Qué haré si no es de Anthony? La pregunta que me aterra más que ninguna otra.




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