Tu Rechazo, Fue Mi Salvador

Capítulo 4. ¿Dylan?

"Te volví a ver y créeme el miedo en mis ojos era tan real, como tu presencia"

El, regreso...

Había llegado, Como me lo imagine el lugar estaba repleto de gente, La música estaba a todo volumen–Era buena tengo que admitirlo–, Había luces leed por todos lados, dando todo su esplendor. Y también como me lo imagina todo ahí era lo que había estado evitando en mis años de instituto.

–Mi madre merece la ley del hielo–Murmuré, Observe el lugar era una casa lujosa.

Me imagino que tal vez pertenezca a el Señor Scott, el padre de Maxdon, Otro chico que se creía el dios del instituto.

–Lea es bueno verte por aquí–Palparon mi espalda amigablemente, Y después me entregaron un vaso lleno de bebida.

Quién era?, Ni yo se, pero tomé el vaso.

–Si he decidido darme una vuelta.

Mi madre me echó, Quise decir pero en este momento creo que no serían las palabras adecuadas.

–¡Es genial!, pasa y diviértete – Y con aquello se alejó para adentrarse en la casa.

Estaba a punto de adentrarme hacia la casa, Pero en cuanto di un paso, El agudo sonido de un vidrio quebrarse inundó mis tímpanos, Supongo que se ha roto una ventana.

Pobre señor Scott.

Que la diosa luna se apiade de su pobre casa, Estoy segura que termina destrozada.

Creo que me mantendré en el patio trasero, Al Menos ahí creo que tendré un poco de paz,  sobreviviré hasta que mi madre se digne a abrirme la puerta. 

Y si no moriré sabiendo que lo intente.

Con el mentón en alto y pasos firmes me encaminé hacía la entrada de la casa, Pase de largo, ignorando completamente a cualquier adolescente hormonal o ebrio, No quería lidiar con eso.

Pude detallar varias cosas del lugar, Como por ejemplo que los muebles eran relativamente caros, Que había botanas y botellas de cerveza tiradas por el suelo y muchos objetos en el suelo–Algunos bastante asquerosos–.

Todo estaba hecho un asco.

Y a tan solo unos pasos de distancia de la puerta, La inquietud en mi interior se hizo presente, hasta el punto que empezaba a incomodarme.

–Que mierda me pasa?

Suspire y ignore aquello retomando el camino al patio trasero, creo que estar con demasiada gente comenzaba a afectar a mi ser antisocial, no estaba muy acostumbrada. 

Ahora que lo pienso también puede llamar a Sofía, cierto no tengo teléfono.

Ya afuera se sintió verdaderamente refrescante el aire fresco, esto era lo mío, me tome un momento mas y poco después mire mi alrededor, como lo pensé, el lugar estaba desierto.

Había una gigante piscina y un par de tumbonas a su alrededor, acompañados con flores hermosas y sin olvidar que este patio daba para el bosque, en sí el lugar era hermoso.

Un lugar rodeado de naturaleza siempre tendrá belleza–Lea Davis

"Coincido con aquello"–Dijo Layla bastante complacida.

Diría que todo estaría bien pero la intranquilidad en su voz empezó a preocuparme.

"Estás bien"–La cuestión con algo de duda.

"Yo?, Si estoy de maravilla"–Tontamente intentó disimular

"Que pasa?"–Pregunte esta vez mucho mas preocupada

"Nada"–Me cortó y se fue del link con rapidez

Algo le pasaba y sin duda aquello empezaba a preocuparme, Pero por el momento me centraré en la hermosa vista que tengo al frente, Ya luego hablaría con ella.

–Esto es un hermoso lugar para pasar mi madrugada.–Murmure mientras iba en dirección a un pequeño banco para sentarse.

Pero algo que era bastante molesto era la incómoda opresión en el pecho.

Estaba apunto de sentarme cuando de repente la puerta se abrió y de ella salieron dos chicas que por su aspecto algo me dice que tuvieron una noche bastante alocada.

Sin embargo su aspecto no fue lo que llamó mi atención si no las siguientes palabras que dijeron, las palabras que lograron ponerme helada.

–¡Has visto a Dylan Miller, Si que estando guapísimo!–Gritó una de las chicas con bastante emoción.

–¡!Si y créeme que ese chico esta en mi lista de tíos que me tiraría¡!–Le respondió la otra igual de emocionada

–Que buena idea del chico que tuvo la idea de hacerle esta fiesta de bienvenida...

Ambas siguieron platicando con total entusiasmo, Tambaleándose de vez en cuando, Riendo como locas y disfrutando de su noche.

Y yo?, Yo estaba en blanco, en cero, aun intentando procesar lo que han dicho.

¿Dylan Miller?,  ¿Devuelta?, ¿Aquí?, ¿Fiesta de bienvenida?.

Tan pronta como logré reaccionar, Tome una decisión tan rápido que hasta yo me sorprendí.

–Tengo que largarme de aquí.

Si Dylan Miller estaba aquí lo mejor siempre será huir.

Estaba a punto de adentrarme en el bosque bastante apresurada, No quería encontrarme con su estúpido rostro, en este momento y preferiblemente jamás.

Pero cuando estaba apunto de desaparecer de esta fiesta, Un delicioso aroma inundo mis fosas nasales, Era adictivo, bastante adictivo,  Estaba entre un toque de vainilla y un aroma floral delicioso.

¿Qué es ese aroma tan delicioso?

"¡Lea Nuestro Mate está aquí!"–Gritó Layla Bastante emocionada

"¿Enserio?"–Pregunte igual de emocionada

"¡Búscalo!"–Ordenó con impaciencia.

Sin objeción alguna quise empezar a buscarlo, Pero recuerde un pequeñísimo detalle, En aquella fiesta estaba....El

–No puedo, Los siento.

Cobarde me llamaban.

Y con toda la pesadez del mundo corrí en dirección al bosque, No me detuve hasta que me quede sin aliento, Todo a mi alrededor era oscuro, Pero no como otras noches, Si no que el ambiente era pesado, Exhausta te.

El silencio era aterrador, Claro a excepción del los minúsculos sonidos que aún se escuchaban, El aire era fuerte, Bastante. Las hojas de los árboles se movían sin parar, Intranquilas.




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