Son las 7:00 am, me levanto con pesadez de la cama para dirigirme a la cocina por un vaso de agua.
-Buen Día.-dice Candace acercandose al refrigerador.
-Candace Miller levantandose temprano, eso sí que es un milagro. - digo con tono de burla.
-Muy Chistosa, tengo exámen a primera hora y no he estudiado nada, Nadia me ayudará, por eso tengo que encontrarme con ella temprano.- dice mientras saca jugo de la nevera y lo sirve un vaso.
Candace y yo nos conocimos en la universidad, en el primer año, estudiamos carreras distintas pero nos tocaban clases justas, como matemáticas y negocios.
Vivimos juntas desde hace un año, las dos no podíamos pagar la renta de los lugares en los que viviamos, por eso decidimos mudarnos juntas a un lugar y dividirnos el pago.
Volteo los ojos y me dirijo al baño para darme una ducha caliente.
10 minutos después salgo con la toalla rodeando mi cuerpo y otra en mi cabeza.
Me pongo unos jeans y un suéter rojo con mis tenis blancos favoritos.
Estamos en la mejor época del año, otoño, bueno es mi favorita, no hace ni mucho frío y no hace calor, simplemente perfecto.
Agarro mi mochila y salgo de la habitación, me encuentro con una Candace desesperada porque no encuentra su libro de matemáticas.
-No encuentro el maldito libro de mate, y es el que necesito justo ahora, ¡gracias vida!- dice furiosa mientras va de un lado a otro buscando el libro.
-¿No será ese que está entre los cojines del sofá?.- digo señalando el libro.
-Si...- agarra el libro y lo mete rápidamente en el bolso.- ni una palabra, vamos.- dice mientras pasa a mi lado y abre la puerta.
(...)
Después de 15 minutos en bicicleta, llegamos al campus, Candace se fue hacia la biblioteca donde se encontraría con Nadia, yo me dirigí hacia mi primera clase.
-Hola Joe.- saludo al muchacho que se sienta junto a mi.
-Qué cuentas Ella.- dice mientras saca su cuaderno y que estuche de lápices.
-Nada nuevo.- le doy una sonrisa cálida, el la devuelve y justo entra el profesor a la sala.
(...)
El día se pasó bastante rápido, empiezo a caminar hacia el lugar en donde dejan las bicicletas y agarro la mía para dirigirme a casa.
Empiezo andar hasta salir del campus y adentrarme a las calles de la ciudad, tomo el camino largo, casi nunca lo hago pero quiero despejarme un poco.
-Mierda.- paso por un hueco bastante profundo y pierdo el control de ma bicicleta.
Trato de frenar pero nos funcionan los frenos.
Un muchacho sale de uno de los locales y voltea a verme.
-¡Cuidado!.- Grito para que se aparte, pero ya era muy tarde, choco contra el y caemos al piso.
El muchacho se levanta y me mira.
-Estás bien?.-dice serio.
-Sisi, estoy bien, parece que los frenos están rotos.- digo mientras me levanto rápidamente y agarro la bicicleta.
El chico me queda mirando, su cabello es un negro tan intenso y tiene unos ojos azules, bastantes bonitos la verdad.
-Conozco un lugar donde pueden arreglarlo, si quieres puedo llevarte.- dice con un tono amable, pero seguía serio.
-Está bien, yo...puedo ir luego, tengo prisa.- dije preparándome para empezar a andar.
-Como quieras.- dice mientras se dirije a lo que parecía ser su auto.
Empecé a andar, 30 minutos después llegué al departamento, estoy agotada, creo que no fue muy buena idea venir a pie.
Hola!! Bueno, este es el primer capítulo, se que es un poco corto pero empezaré a hacerlos más largos mientras vaya avanzando, espero que les haya gustado!
Saludos, Astea