Alexandro
Hace tres años
La sigo encontrando en todo.
Quien diría que estaría aquí. acostado en la cama de Emma, tocando mi guitarra cómodamente y disfrutando de una tarde tranquila.
Ella está sumida en su lectura acostada con los pies al respaldo. Dándome la espalda. y abrazada a ese feo peluche sin relleno ya, que no puede soltar.
No ha dicho nada en media hora. tal vez está en una parte importante de la historia y verla concentrada, con su pijama, que parece una niña pequeña, me distrajo de mi música así que ahora la observo desde mi lugar.
-¿QUE? - Se sienta de golpe en la cama, enojada con el libro, pero eso no la detiene de seguir leyendo. ha estado haciendo esos sonidos raros y hablando sola.
me da gracia por eso suelto una risita y eso la hace mover su cabeza en mi dirección.
-Esto es un momento de tensión no me distraigas. - y me tira su peluche por la cabeza, pero mis reflejos son más rápidos y lo detengo antes de que me golpee.
- Tu loca que no paras de gritarle a ese Dain o no se que.
-Sii, ese maldito desgraciado como va a hacer eso.- no puedo con su desesperación, es muy tierna
-y no digas malas palabras.-y le pegó con su propio peluche con más fuerza de la que tenía planeada.
con todos los pelos desordenados agarra una almohada y empieza la guerra.
-tu- golpe- siempre-golpe-dices groserias-y remata con dos golpes más.
-jajaja, yo soy grande, tu no. Puedo decir lo que quiera. -Antes de que me quiera golpear otra vez, apoyó la guitarra en el suelo y me lanzó a sujetarle las muñecas contra la cama. raidamente.
-Solo tienes un año más que yo. Aparte repetiste un año en la secundaria. No tienes derecho.- se intenta zafar de mi agarra moviéndose para todos lados.
-¿ah sí? señora inteligente.-y atacó sus costillas para darle cosquillas.
-noo ja ja ja déjame.
-Dame un beso y paro.-eso sí que la hizo olvidarse de las cosquillas y a mi de hacerlas.
-¿que? que asco, no beso a gente con ojos heterocromáticos.- miente, le encantan.-suéltame ya.-No la dejo. contrario sujeto con más fuerza su cintura estrecha y me acerco a su rostro.
-aquí -apunto mi cachete con mi dedo- uno rapidito y te suelto. -obvio que movería la cara así de justo en mis labios y eso si lo sabe.
-no, por que tu siempre de ries de mi alexandro. no soy tu payaso. -Es imposible que este ser no me saca una sonrisa.
-claro que no eres mi payaso, pero contigo se me esta haciendo costumbre ser feliz.
Me encantan sus múltiples lunares. su nariz pequeña y sus cachetotes. Todos los días que nos vemos en el instituto llega corriendo para contarme algo de sus libros.
Su voz es mi sonido favorito. Si por mi fuera la arrastraría a mi casa para escucharla siempre y luego hacer una canción con ese sonido.
Mis pensamientos se interrumpen cuando siento sus labios junto a los míos. fue tan rápida la acción que no me dejo disfrutar de la sensación y disfrutarlo en el tiempo que yo quiero.
Emma se cubre su rostro con las manos y eso me saca una sonrisa. se las quitó y digo.
-¿puede ser otro?¿por favor?
-tonto -de nuevo la risita.
justo cuando me aparto de ella para sentarme y agarrar la guitarra. cuando sus hermanos menores entran a la habitación sin tocar la puerta, gritando que quieren que juegue con ellos.
Los mellizos Oliver y Noah, son muy divertidos, apenas tienen 5 años y ya me pelean como si tuvieran 15. los he visto en pocas ocasiones pero se que les gusto, aunque se hagan los malos.
-ey toquen la puerta cuando entren pequeños traviesos. -los abraza cuando saltan hacia ella en la cama. se que se aman a pesar de los problemas de hermanos normales en las familias.
actúan protectoramente hacia ella y me celan de vez en cuando. pero se les pasa cuando los llevo al parque. y hablando de parque.
-Vayamos a los juegos.-oliver lo dice saltando en la cama.es facil de identificarlos el tiene el cabello rojo con emma y su padre, mientras que noah lo tiene más amarronado como su madre.
-Te vas caer oliver siéntate sino alexandro no te lleva a ningún lado. -lo reta.
Oliver me mira y yo le guiño el ojo para que sepa que igual lo llevaré.
-te vi. no le guiñes el ojo.- me pellizca.
-Ouch, no me maltrates. Chicos ataquen. -Los mandó y lo hacen. jaja
***
Fuimos al parque que queda a dos cuadras, caminando y los niños arriba de mi.
Noah está sentado en mis hombros mientras que a Oliver lo cargo en uno de mis brazos.
-Dame la mano, así cruzamos la calle, nena. -tiendo mi mano y la acepta a regañadientes y rodando los ojos.
-No soy una niña.-refunfuña cuando cruzamos.
-En Italia te atropellaran si cruzas como lo haces, pareciendo inmortal. -dejó a los chicos en el suelo, para que vayan a los columpios.
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Editado: 27.01.2024