Emma
Actualidad
Era tanto el enojo y el alcohol que llevaba conmigo que ni siquiera tuve tiempo para pensar en dónde estaba.
Bueno, eso y que a pesar de todo Alex no lo había olvidado. Tenía las ventanas bajas y tomaba mi mano.
–¿Quién era ella?- pregunté finalmente.
No voy a mentir, obvio durante todo el camino estuve pensando que fue todo eso, ¿Quién era ella en la vida de Alexandro? ¿Será que de alguna manera están involucrados? ¿O quizás es alguien obsesionada con él?
–No es nadie importante, no para mí - pude notar su mirada de reojo.
–Entonces. Si no es nadie, dime Alexandro ¿Por qué es que tuve que aguantar ese espectáculo?
Lo escuché suspirar antes de mirarme de frente, lo que provocó que también posará mi mirada sobre la suya y no me gustó nada la reacción de mi cuerpo.
–Es alguien del pasado. Ni siquiera se porque estaba allí, tenía prohibido el ingreso.
–¿Es tu ex? ¿Es eso lo que estás queriendo decir? –solo se dedicó a asentir– Genial. Lo que me faltaba, que la ex desquiciada me persiga.
–Prometo que no es nadie de quien preocuparse, ¿vale Piccolo fiore?
–Por supuesto que sí es alguien de quién preocuparse, es que ¿No oíste todas las acusaciones que hizo? Mira que soy buena, pero tengo mis límites y ella claramente los sobrepasó. Y ¿Lo peor? Es que mañana tendré que aguantar todas las críticas por redes, nuevamente.
Quiso decir algo pero fue interrumpido por la bocina del coche que teníamos detrás, así que simplemente mire por la ventana cruzada de brazos.
Al llegar a la entrada de casa de mis padres, desabroché el cinturón y tomé la perilla para bajar. Pero Alex fue más rápido y me lo impidió.
–Emma ¿Puedes mirarme? –obedecí a regañadientes.
–Estoy cansada Alex. No te culpo pero, ¿cómo es posible que cada que estamos en el mismo lugar termine perjudicada de alguna u otra manera?
–Lo sé, entiendo que no es agradable y me disculpo por eso. Pero ¿crees que pueda compensar de alguna manera el haber arruinado tu noche?
Su mirada era intensa y a la vez se reflejaba ¿miedo? Cómo si temiera por una respuesta negativa.
No pude evitar detallar lo con la mirada por décima vez en lo que va de la noche y sin darme cuenta baje la mirada a sus labios.
Solté un suspiro y terminé asintiendo, porque como negarle algo cuando te mira como si…
–¿Puedo pasar a recogerte para el almuerzo? –pregunto sonriente.
Maldita sonrisa.
Te encanta, no te hagas
–Está bien, nos vemos.
–Nos vemos entonces –y se acerco a dejar un beso en mi mejilla. Lo mire un momento más y baje finalmente.
Cuando iba caminando hacia la entrada me detuve. Lo que estaba pensando era una locura pero, tampoco era tan malo ¿o si? Sin pensarlo demasiado volví sobre mis pies y toque la ventanilla.
En verdad agradecida que Alex fuera de los chicos que esperan que ingreses a casa antes de irse.
–¿Pasó algo Piccolo fiore? –mordí mi mejilla un poco ansiosa.
–Como sabes, Sarah se quedó con quién sabe quién. Entonces, mmh pensé…que quizás –esto estaba costando demasiado.
–¿Si?
–Que quizás podrías pasar y no sé, hablar un poco. Digo, no te lo tomes como “ese” tipo de invitación; es solo que no me gusta estar sola en mis cumpleaños y no creo poder dormirme hasta que Sarah llegue –hable tan rápido que dudo que haya entendido siquiera la mitad de lo que dije.
Se quedó mirándome un momento antes de fruncir un poco el ceño. Genial, estaba apunto de decir que no y yo de quedar como una estúpida.
Además de estúpida, loca. Es que ¿cómo voy a invitarlo a la casa de mi niñez?
–Te aseguro que en ningún momento por mi mente se me pasó que fuera “ese” tipo de invitación- dijo divertido.
–Ya. Entonces, ¿si o no? Porque mi culo se está congelando –de los nervios estaba pasando mi peso de un pie a otro.
–Por supuesto, sería un honor charlar con usted señorita.
Rodé los ojos y lo ví bajar del vehículo, se acercó a mí y me puso una chaqueta que al parecer tenía en el asiento trasero.
–Vamos ya, que no queremos que se te congelé el culo. –dijo burlándose de mí y no pude evitar rodar los ojos mientras reprimía una sonrisa.
Luego de que me cambiará por mayor comodidad, decidimos ver una película. Así que Alex estaba apoyado en la barra mientras preparaba unas palomitas de maíz.
–Te gusta la pizza de pepperoni, ¿cierto? –lo escuché preguntar bajo.
Le respondí con un sonido de afirmación concentrada en no quemar el maíz, porque sí. Soy lo suficientemente inútil en la cocina como para arruinar esto.
Al cabo de un rato estábamos esperando al repartidor mientras preparábamos la película que veríamos.
Teniendo en cuenta que con Sarah nos quedamos en casa de mis padres, decidí que sería mejor verla en mi antigua habitación. Solo por si a mis padres se les ocurriera volver antes del mediodía.
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Editado: 27.01.2024