12

—Siempre se te olvida —Se quejó James

—Bueno, disculpame Potter —Dijo Vega— No es que esté pintado de rojo o si?

Ambos chicos buscaban el pasadizo que los llevaría más rápido y sin riesgos a las cocinas, tenían exámenes la semana siguiente, antes de salir de vacaciones y se juntarían a estudiar en la habitación de los chicos

—No está —Se rindió James y sacó su capa— Metete

Ambos chicos bajaron

***

—She ain't got no money —Tarareaba Remus leyendo— Her clothes are kinda funny, her hair is kinda wild and free oh but love grows where my Vega Black goes and nobody knows like me

—Me dan diabetes —Se quejó Sirius

—Dejanos en paz —Dijo Vega saliendo de la capa, con varios dulces, mientras que James tenía vasos de chocolate caliente— Eso estuvo hermoso Rem

Se sentaron y comenzaron a estudiar mientras comían y bebían

***

—Cuidate —Pidió Remus— Envía una carta cuando lleguen a casa de James

Vega asintió; bajó junto a su hermano del tren y se encontraron con Walburga y Orión Black. Los miraban con desprecio, los gemelos se atreverían a decir que con odio, después de que Regulus llegó y sus padres lo saludaron con un toque de cariño, partieron al 12 de Grimmauld Place

Los gemelos siempre habían odiado esa casa, esa casa, ese apellido y todo lo que envolvía a su familia

—Preparense —Ordenó Walburga— Tenemos una cena importante hoy

Vega y Sirius ni siquiera intentaron replicar esa vez, era lo último, un último día ahí y serían libres

Subieron cada uno a su habitación y metieron lo más esencial en el baúl, ya ampliado con un hechizo, Vega se apresuro a meter sus libros y varias fotos de ella con los chicos y con Regulus

Sirius se encargó de meter ropa y sus cosas favoritas muggles, las revistas que tenía, los artículos de bromas y los libros

James Potter, en otra parte de Londres se encargaba de preparar dos habitaciones para sus mejores amigos

—Qué color crees que le gustaría a Vega para su habitación? —Preguntó su mamá

—Azul, si es el de la noche mejor

—Sabes que tu madre es una increíble bruja James?

—La mejor —Confirmó su hijo

—Conozco el hechizo perfecto

Regresó a la que sería la habitación de Vega. James ya se había encargado de hacer la habitación de Sirius como Sirius, el color y los muebles que tenía, decorar dependía de ellos

***

Vega se sorprendió cuando su puerta se abrió, era Regulus

—Ya están listos? —Preguntó

—Nos dimos hasta las 7:00 —Dijo Vega

—Bien, si mamá se entera de que te di esto, le da algo

De su bolsillo sacó un medallón, era el medallón de la familia Black, dentro tenía la última foto que se habían tomado como hermanos

El día de su partida a Hogwarts, Regulus estaba en medio, abrazando con alegría a Sirius y a Vega, quienes reían y mostraban con alegría sus cartas de Hogwarts, Regulus miraba a Vega y luego a Sirius, les preguntaba algo y ellos asentían, Vega recordaba eso

"—Prometen escribirme diario y cuidarme cuando me toque ir a mi?

Sirius y Vega asintieron con una sonrisa

—Eres el bebé de la casa Reggie —Dijo Sirius— Siempre te vamos cuidar

—Nuestro hermanito bebé"

—Reg —Murmuró Vega

—Se que tú y Sirius odian a la familia, pero, aún son mis hermanos y los quiero, los voy a extrañar

—Puedes venir con nosotros

—Sabes que esas ideas no van conmigo —Hizo referencia a la pureza de sangre— Pero nos veremos en Hogwarts, a veces

Se envolvieron en un abrazo

—Te quiero Regulus

—Te quiero Vega

Regulus se dirigió a la habitación de Sirius

—Sirius —Llamó— Lamento haberme distanciado de ti hermano

—Esta bien —Dijo él— Supongo que fue cosa de la vida, pero la vida puede volver a juntarnos

—Sueñas mucho Black —Le dijo

—Me gusta dormir —Bromeó Sirius

Se dieron un abrazo

—Cuida a Vega

—Con mi vida

—Niños, ya es hora —Les gritó Orión— La gente empezará a llegar pronto

Los tres hermanos bajaron, Sirius y Vega con sus baules, Regulus bien vestido

—Madre, no tengo idea de que están haciendo tus hijos ahora —Le dijo en cuanto llegó a la sala

—Sirius y Vega Black, qué creen que están haciendo?

—Nos estamos mudando, no es obvio?

—Dejense de tonterías —Dijo Orión— Vega, cambiate, tienes una pedida de matrimonio pronto

Comenzaron a caminar hasta la puerta

—Los borraremos del árbol familiar —Amenazó Walburga

—A la mierda el árbol —Dijo Sirius, tomó la mano de su hermana y salieron por la puerta

En cuanto llegaron a la calle, alzaron sus varitas y en cuestión de nada el autobús noctámbulo estaba frente a ellos, le dieron la dirección de la casa de James

El viaje estaba silencioso, mentirían si no dijeran que esa última despedida de Regulus les había afectado

—Mira —Sacó el medallón Vega— Me lo dio Reggie

Sirius lo abrió y se conmovió con la imagen

—Supongo que los Black a veces rompen sus promesas —Dijo también recordando ese momento

—Es un buen chico

—Lo es, aunque aún le tengo rencor por esa vez que me hecho la culpa de romper la bajilla de la tía abuela Adhara

Rieron un poco

Llegaron a la casa de los Potter y cuando tocaron James los envolvió en un abrazo

—Están aquí, están bien y completos —Dijo con alivio

Se instalaron y a pesar de extrañar a Regulus, se sintieron en casa, se sintieron bienvenidos y queridos, algo que nunca habían sentido en Grimmauld Place. James Potter no mentía cuando decía que ellos tenían una familia con los Potter, esos tres chicos se habían convertido en hermanos, de la clase que no te daba la biología, de la clase que te daba el corazón

Esa noche, después de que Vega escribió la carta a Remus, los tres se pasaron la noche entera en la habitación de James, escuchando música y hablando de todo y de nada al mismo tiempo. James pensó que si le tuviera que confiar su vida a alguien, sería a ellos dos